El trípode es uno de los accesorios imprescindibles para todo fotógrafo. Es necesario en multitud de ocasiones: fotografía macro, nocturna, para hacer panorámicas, para jugar a clonar o para cualquier foto que necesite un tiempo de exposición algo largo.
Pero no nos engañemos, es uno de los accesorios más pesados e incómodos de llevar. Hoy os traemos una solución para algunos casos (cuidado, no todos los posibles) económica y cómoda para las cámaras compactas, el mini trípode de Klikk.
Se trata de una simple base, de material resistente, que nos permitirá apoyar la cámara en muchísimas superfícies sin temor a que se nos caiga al suelo. Al poder rotar la posición de nuestra cámara nos permitirá, por ejemplo, poder hacer fotografías panorámicas, más fácilmente que si utilizamos una de nuestras soluciones favoritas, la bean bag.
A mi, personalmente, me parece una solución práctica. Me gusta la idea de poder hacer fotografías al nivel del suelo con total comodidad sin miedo a que se nos caiga el horizonte o aparezca en nuestra imagen el mismo suelo debido a sus 12 milímetros de altura. Me gusta también el precio, unos 14,99 euros con el transporte incluido (viene de Italia) y que está disponible en dos tamaños y dos colores. Y me encanta poder llevármelo en el bolsillo o en la misma bolsa de la cámara.
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