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Aprendiendo con Adobe Lightroom 4: Optimizando Lightroom (Capítulo 2, primera parte)

Aprendiendo con Adobe Lightroom 4: Optimizando Lightroom (Capítulo 2, primera parte)
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Antes de empezar cualquier proyecto es conveniente planificar bien y ponerlo todo a punto. Si en el capítulo anterior de Aprendiendo con Adobe Lightroom 4, dábamos un vistazo general a lo que es la aplicación y a lo que es el catálogo, hoy entraremos más en profundidad. Uno de los defectos que tenemos muchos es no leernos los manuales ni de los programas ni de nuestras propias cámaras, menos mal que el de las medicinas sí. Y es que los manuales y la documentación son herramientas imprescindibles. Cierto es que su lenguaje a veces es muy enrevesado y no ayuda para una lectura comprensiva de los mismos pero son necesarios.

Hace poco que comentamos cómo podíamos mejorar el rendimiento en Adobe Photoshop. Veremos que gran parte de lo comentado ahí tiene validez aunque en Lightroom tenemos la funcionalidad del catálogo que, si jugamos bien, nuestras bazas, nos ayudará a acelerar bastante nuestro flujo de trabajo en cuanto a revelado raw.


Pasos previos

Lo primero que nos encontramos es que Lightroom (como Photoshop) es un programa que necesita unos requerimientos mínimos bastante superiores a la media. Gran parte del problema a veces es que queremos ejecutar aplicaciones (y me incluyo) en equipos cuyas prestaciones no son las más adecuadas para ello. A modo de resumen la recomendación en este sentido, por parte del fabricante Adobe, es la de tener bastante memoria ram, una tarjeta gráfica adecuada y un disco duro rápido.

También por otro lado nos recomienda ejecutar Lightroom en un sistema operativo de 64 bits. Una cuestión importante también es que haya espacio disponible suficiente en el disco duro (aquí más que suficiente recomendaría abundante, pues un disco duro muy lleno se suele volver lento, ya sabéis). Estas cuestiones son importantes, al menos, para darle un uso avanzado al programa pues repercutirán seriamente en nuestro flujo de trabajo con el mismo.

Empezando a mejorar el rendimiento

Y digo empezando. Pues como en cualquier aplicación el rendimiento no solamente depende muchas veces de lo que configuramos para esa aplicación, sino también de cómo sobrecarguemos o no el sistema operativo con otros procesos o tareas. Una de las cuestiones, una vez que tenemos nuestro hardware a punto es considerar el tipo de ficheros de imagen sobre los que vamos a trabajar con Lightroom (normalmente ficheros RAW), sus tamaños, el número de imágenes por catálogo, el número de ajustes locales que hagamos así como las opciones que podemos tocar para mejorar el rendimiento.

Aprendiendo con Adobe Lightroom 4

Pensemos en dos de los factores comentados. El número de imágenes por catálogo influye muchísimo en Lightroom. No tenemos más que darnos cuenta que un catálogo de los dos últimos años, por ejemplo, con miles de imágenes, tardará, mucho más en cargar e influirá negativamente mucho más en la fluidez del programa que si hacemos un catálogo por cada sesión. Tampoco hay que exagerar y debemos buscar en cada caso nuestro punto medio de la virtud. Dependiendo del número de fotografías que hagas al mes estaría bien realizar catálogos por meses, por ejemplo. Así en cada catálogo tendremos unas cuantas sesiones y será bastante manejable con un equipo decente. Pero esto dependerá de cada uno, habrá alguno que prefiera realizar un catálogo por trimestre, semestre o año dependiendo del número de fotografía.

El tamaño (del catálogo) sí que importa

Tened en cuenta que cuanto más grande sea nuestro catálogo más ocupará en memoria, pues no es extraño que el proceso “lightroom” ocupe más de un Giga de nuestra memoria ram. La cuestión es que si en nuestro flujo habitual cambiamos mucho de sesión fotográfica tal vez el andar cambiando de catálogo nos resulte un poco pesado. Pero creo que es la opción más razonable. A la hora de crear los catálogos os recomendaría que siguieseis algún tipo norma como puede ser “2012_01.lrcat”, “2012_02.lrcat” … si por ejemplo guardamos un catálogo por cada mes. También Lightroom intenta hacer sus deberes y de vez en cuando nos preguntará si deseamos optimizar el catálogo (si estáis familiarizados con la defragmentación de archivos o la indexación de tablas en bases de datos tendréis idea del tipo de proceso, en caso contrario quedaos con que es una reordenación del catálogo para encontrar mejor los datos, diciéndolo de forma sencilla).

Aprendiendo con Adobe Lightroom 4

Llegados a este punto la recomendación es que los catálogos, los ficheros de imagen así como las vistas previas no se almacenen en el disco principal pero sí que lo hagamos en algún sistema externo (disco externo o NAS) sobre todo en el caso que trabajemos con los mismos catálogos desde distintas ubicaciones de la red. En este caso la red o el almacenamiento externo puede afectar negativamente al rendimiento dependiendo de su velocidad. En el caso de discos externos recomiendan usar USB 3.0 / Firewire o eSATA. Esta cuestión es por motivos de seguridad.

El número de ajustes locales influye también

Aprendiendo con Adobe Lightroom 4

El otro factor que influye dependerá de nuestro “estilo” de revelado. Si por ejemplo realizamos muchísimos ajustes locales en Lightroom, este factor influye en el rendimiento pues son más datos los que se guardan junto con la imagen. Salvo para determianados aspectos los ajustes locales, aún con la nueva versión, prefiero realizarlos sobre Photoshop.

Usando discos SSD, HDD y otros

Según nos cuenta Ian Lyons de Computer Darkroom, la respuesta es compleja. ¿Merece la pena, pues, comprar un disco SSD para usar con Lightroom? Podéis acceder al resto de tablas con sus resultados en el enlace anterior.

Discos SSD vs HDD

Lo que nos viene a decir Ian Lyons en su extenso artículo es que tampoco es la panacea absoluta el usar discos SSD en el caso de Lightroom (siempre en relación en sus pruebas). En unos casos los discos SSD se comportaron más rápido y en otros los discos duros de 7200 lo hicieron. Cuestión que se repitió en las pruebas usando discos con puerto Firewire. El comportamiento a la hora de cargar las vistas previas, importar fotografías o cargar los catálogos fueron similares. Tan solo existe unas mejoras “marginales”, según sus palabras, en cuanto a los módulos de Librería (carga de vistas previas) y de Desarrollo (tiempo de carga de la foto) pero no lo suficientemente superiores como para justificar la compra de discos SSD, al menos por el momento. Un resultado que difiere de la recomendación de Adobe para el trabajo con Photoshop como ya vimos en su día, pues en ese caso Adobe sí existe una mejora al usar un disco SSD como disco de caché (scrath disk) para Photoshop.

Configuración Óptima Recomendada

Adobe también nos recomienda como configuración recomendada para un rendimiento adecuado de Lightroom acudir al artículo de Martin Evening.

Resumiendo sus recomendaciones serían éstas:

  1. Usar siempre que sea posible Lightroom en modo 64 bits, sobre todo para no estar limitados a un máximo de memoria ram de 4GB.

  2. Que la tarjeta gráfica no es tan importante como lo es en caso de Photoshop. Teniendo una cantidad adecuada de memora ram (aquí cuanta más, mejor), la cantidad de memoria que se dedica a la representación de las imágenes que gestiona Lightroom no necesariamente limita la velocidad de la propia aplicación. Eso sí, se recomienda, como siempre, tener los drivers de la tarjeta gráfica debidamente actualizados.

  3. En cuanto discos, ya hemos mencionado algo, pero propone como solución ideal la posibilidad de un array de discos. Esta solución siempre es la mejor por motivos de seguridad, principalmente, no solamente para el caso de Lightroom.

  1. Desde Adobe recomiendan un procesador multinúcleo (de los de última generación). Es más, para un rendimiento óptimo piden 6 núcleos pero hasta la fecha vengo trabajando con 4 núcleos sin ningún problema, eso sí tengo 8GB de memoria ram en mi portátil.

Consideraciones finales

En la segunda parte de este capítulo 2, avanzaremos algo más pero ya en concreto sobre la configuración interna del propio Lightroom y qué podemos hacer desde ahí para tener un comportamiento óptimo de la aplicación. Por avanzar algunas cuestiones entraremos a ver los valores adecuados de la caché, el modo más adecuado de renderizar las imágenes o porqué mantener el catálogo y las vistas previas en la mismca carpeta. Os recuerdo que para el capítulo 3 tengáis preparadas las palabras clave que indicábamos en el capítulo 1. Y recordad siempre que el don está en la mirada del fotógrafo.

Más información | Adobe

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