Pensar en el tipo de fotografía que vamos a realizar, así como las situaciones que nos podremos encontrar, es la mejor forma de decidir que objetivos usaremos o debemos llevar. Un tipo de evento al que creo que todos asistimos son las bodas. La fotografía de boda es muy particular y elegir el objetivo idóneo es esencial si no queremos perder la oportunidad de inmortalizar esos momentos mágicos.
Cuando vamos a realizar fotografías de bodas necesitamos un objetivo versátil, que nos ofrezca la posibilidad de captar una imagen con un ángulo de visión grande así como acercarnos para captar el detalle.
Si preguntáramos a la mayoría de profesionales que se dedican a la fotografía de boda, está claro que destacaría un objetivo entre todos, el Canon 24-70mm f/2,8L USM.
¿Por qué un zoom estándar?
Los objetivos tipo zoom estándar nos permiten tener un gran angular y un zoom medio en uno. Pero, ¿por qué optan por el Canon 24-70mm f/2,8L USM?
El objetivo Canon 24-70mm f/2,8L USM es una lente con un rendimiento impresionante ideal para prácticamente cualquier tipo de fotografía. Por eso es de los preferidos.
Es un objetivo de una construcción sólida, resistente y con un nivel de nitidez sorprendente. Tanto el centro de las imágenes, como las esquinas, mantiene una calidad alta gracias a su apertura f/2,8 en todo el rango focal. Si bien es cierto que a 24mm podemos notar un poco el viñeteado en las imágenes a la máxima apertura, esto mejora según cerramos el diafragma.
Por lo demás, la calidad de las lentes utilizadas hacen que el color, contraste y saturación sean excelentes. Además, el diafragma compuesto por ocho hojas hace que el desenfoque sea agradable. Por último, un punto que también destaca en este objetivo es el motor de enfoque tipo anillo USM, el sistema es silencioso, rápido y preciso.
¿Algo negativo? Posiblemente para muchos sea el peso. Sus 950 g. hacen que estar todo el día con él sea un verdadero ejercicio físico.
¿Por qué lo eligen los fotógrafos?
Principalmente por la versatilidad. En acontecimientos como las bodas podemos encontrarnos con una gran variedad de situaciones que pueden requerir desde un angular para realizar una foto de grupo o una imagen más cercana, tal vez un detalle de la ceremonia como la entrega de anillos o un primer plano de la novia.
Su luminosidad lo convierten en un objetivo que ofrece grandes resultados en la mayoría de condiciones lumínicas. Además el desenfoque que ofrece nos permite, si lo queremos, resaltar la expresividad de la pareja en un retrato o destacar un detalle evitando que el fondo nos distraiga.
¿Algún objetivo más?
Posiblemente dos, el Canon EF 70-200mm f/2,8L USM y el Canon EF 85mm f/1,2L II USM. El primero es un teleobjetivo ideal para distancias largas y evitar molestar. Además nos permite captar momentos más naturales al evitar que los novios estén pendientes de nosotros al notar nuestra presencia cercana.
Por otro lado el 85mm fijo es, como ya comentamos, el rey del retrato. Un objetivo luminosos que podremos usar sin flash y conseguir unos resultados espectaculares. Eso sí, tendremos que andar con cuidado si nuestra cámara tiene factor de multiplicación ya que se convertiría en un 136mm.
Evidentemente son objetivos de alto rendimiento. Si por cuestiones económicas no podemos optar a ellos la idea es conseguir las opciones más cercanas a lo que estos objetivos ofrecen: rango de distancia focal y luminosidad.
Un último detalle, si vamos como invitado y hay un profesional haciendo las fotografías a los novios esperad hasta que termine. No debemos molestar nunca a quien han contratado para realizar las fotos de ese día tan especial.
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