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Diez recomendaciones para elegir tu próximo objetivo

Diez recomendaciones para elegir tu próximo objetivo
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El objetivo es sin lugar a dudas uno de los elementos más importantes de nuestra cámara, si no el que más. Es el cristal a través del cual vemos el mundo que nos rodea y no solo influye dramáticamente en la calidad de nuestras fotografías sino también en el modo en que capturamos esa visión.

La oferta disponible es enorme, pero a continuación te daremos algunas claves para moverte entre tantos tecnicismos como un experto y sobre todo, determinar cuál es la lente que mejor se adapta al tipo de fotografía que quieres hacer.

1. Algunos conceptos básicos

Longitud focal

¿Quieres alcanzar algo que esté lejos? ¿Abarcar toda la extensión de un paisaje o capturar la personalidad de alguien en un retrato? El primer concepto que debes entender es el de la longitud focal. Como puedes ver en esta secuencia de fotografías, la diferencia entre un gran angular (esquina superior izquierda) a un teleobjetivo (inferior derecha) es notable, no solo reduciendo cada vez más el ángulo de visión sino comprimiendo la perspectiva haciendo que elementos que están lejos parezcan encontrarse mucho más cerca.

Sobra decir que las cuatro imágenes han sido realizadas por el fotógrafo alejándose cada vez más de la modelo. De otro modo, en la última quizás tan solo entraría una pequeña parte de la cabeza. Para que veáis la importancia de este número.

Otro parámetro fundamental de un objetivo es su apertura máxima, la cantidad de luz que será capaz de captar y por extensión, su habilidad para fotografiar escenas con una iluminación escasa. Cuanto más pequeño sea ese valor (por ejemplo f/2.8), más luminoso será.

2. Profundidad de campo

Con la longitud focal y la apertura ya claros, lo siguiente en la lista es la profundidad de campo, el área comprendida entre el punto más cercano y el más lejano que aparecerá enfocada en la fotografía. Reduciéndola podemos aislar a nuestro motivo del fondo difuminándolo mientras mantenemos el punto focal de la fotografía enfocado con nitidez.

El modo más sencillo para reducir la profundidad de campo es seleccionar una apertura amplia (un número f pequeño), aunque también podemos acentuarla utilizando un teleobjetivo y acercándonos todo lo que podamos al motivo separándolo a su vez todo lo posible del fondo. Igual que los grandes angulares tienden a mantener todo enfocado, los teleobjetivos reducen considerablemente la profundidad de campo que obtenemos de partida. Combina ambos elementos y el resultado será espectacular.

3. Para retratos, un objetivo medio

Los mejores objetivos para retratos son los que se aproximan más a nuestra propia visión, aquellos con una longitud focal comprendida entre los 50 y los 100 mm. Un gran angular acentuará los rasgos y un teleobjetivo achatará la cara haciéndola más bidimensional. ¿Lo ideal? Un objetivo como el EF 50mm f/1.4 USM o el EF 85mm f/1.8 USM con una gran apertura para desenfocar el fondo y las longitudes focales más favorecedoras.

Si tienes una cámara compacta de sistema EOS, el EF 40 mm f/2.8 STM es el objetivo que buscas.

4. Para paisajes, un gran angular

Si lo tuyo son los paisajes, nada como un objetivo gran angular con una longitud focal comprendida entre los 17 y los 24 mm. Con él podrás fotografiar escenas más amplias y resaltar la sensación de profundidad y distancia sin importar de si te mueves por montaña o ciudad.

La profundidad de campo o la luz no deberían ser un problema, así que tampoco te obsesiones con una gran apertura máxima. Lo más importante aquí es la nitidez de la óptica, y objetivos como el EF-S 10-22 mm f/3.5-4.5 USM para cámaras con sensor APS-C (que amplían la longitud focal 1.6x más), el magnífico EF 17-40 mm f/4 L USM o el EF-M 22 mm f/2 STM para compactas Canon EOS son lo que necesitas.

5. Para deporte y naturaleza, un teleobjetivo

Estas dos modalidades fotográficas tienen unos requisitos muy parecidos: alcance y velocidad de enfoque. Necesitas acercarte al animal o el deportista manteniendo las distancias sin moverte del sitio, y necesitas que la cámara y el objetivo estén listos para la acción.

En cuanto a la longitud focal, las cifras que buscas se mueven entre los 100 y los 300 mm (aquí sí, cuanto más, mejor). Y sobre la velocidad, busca las siglas USM (motor ultrasónico), un sistema de enfoque automático de alta velocidad y respuesta que como extra también es muy silencioso.

Algunos objetivos recomendables incluyen el EF-S 55-250 mm f/4-5.6 IS II para sensores APS-C, el EF 70-300 mm f/4-5.6 IS USM para cámaras con sensor de tamaño completo o el EF 70-300 mm f/4-5.6L IS USM para los profesionales que necesitan la calidad de construcción de la serie L de Canon.

6. Para los que lo quieren todo

¿Y qué pasa si hoy quieres fotografiar el partido de fútbol de tu hijo y mañana las impresionantes vistas desde un mirador? Si te gusta moverte con poco peso y prefieres no andar cambiando de objetivo para cada ocasión, también hay un objetivo para ti.

El EF-M 18-55 mm f/3.5-5.6 IS STM para compactas Canon EOS, el EF-S 18-55 mm f/3.5-5.6 IS STM para APS-C o el EF 24-105 mm f/4L IS USM cumplen a la perfección su propósito como objetivos de uso general con un gran rendimiento, pero si quieres algo con un zoom aún más flexible, échale un ojo al EF-S 18-200mm f/3.5-5.6 IS y el EF 24-105mm f/4L IS USM. Pasarás de un gran angular a un primer plano en un suspiro.

7. Focal fija, calidad extrema

Algunas de las focales fijas de Canon

En el extremo opuesto tenemos los objetivos de focal fija, el camino a seguir si aspiras a la máxima calidad y nitidez. Definitivamente son menos versátiles y con frecuencia suponen un desembolso mayor, pero quienes los prueban no vuelven. Son ligeros y luminosos, y aunque el único modo de influir en el tamaño de los motivos es haciendo uso de nuestros propios pies, también son un instrumento ideal para eliminar distracciones y centrarnos en la composición.

8. Macro, un mundo oculto

Macro

Si estás cansado de todo y quieres probar algo diferente, objetivos como el EF-S 60 mm f/2.8 Macro USM o el EF 100 mm f/2.8 Macro USM te abrirán las puertas de la fotografía macro, un mundo de texturas y detalles que transforma lo cotidiano en sorprendente y nos permite admirar con todo detalle insectos, flores o cualquier objeto que te inspire curiosidad.

Una longitud focal corta (de 50 o 60 mm) ofrecen un campo de visión y una profundidad de campo mayor mientras que los teleobjetivos de 100 o 180 mm cuentan con la ventaja de poder trabajar desde lejos sin molestar al sujeto o ahuyentarlo. Por último, si trabajar con trípode no va contigo, el estabilizador de imagen del EF 100 mm f/2.8L Macro IS USM podría marcar toda la diferencia así que tenlo muy en cuenta.

9. Estabilizador de imagen

Los objetivos con estabilizador de imagen (IS) compensan el movimiento para que podamos utilizar velocidades de obturación hasta cuatro veces inferiores a la normal sin que las fotografías nos salgan borrosas. Los objetivos con estabilizador son más costosos, pero nos ofrecen la oportunidad de conseguir fotos absolutamente nítidas en una gran variedad de condiciones de luz así que resultan una gran inversión.

10. Si haces grabación de vídeo con tu réflex, busca objetivos STM

STM

La grabación de vídeo está cobrando cada vez más protagonismo en las cámaras digitales pero también plantea sus propios retos. La EOS 650D introdujo el primer sensor AF Híbrido para permitir un enfoque continuo durante la grabación de vídeo y más recientemente, las cámaras Canon EOS 100D y Canon EOS 700D han refinado la apuesta de Canon por esta tecnología que viene reforzada por su propia serie de objetivos.

Las ópticas con tecnología de motor de paso STM permiten un enfoque fluido y silencioso para que nuestros vídeos tengan la máxima calidad y un enfoque perfectos utilizando el modo Servo AF. Así que lo dicho, si perteneces a la nueva generación de realizadores de vídeo con cámaras réflex, ya sabes qué buscar.

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