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Esto es lo que he aprendido tras tres años trabajando para Xataka Foto

Esto es lo que he aprendido tras tres años trabajando para Xataka Foto
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Acabo de cumplir tres años trabajando en Xataka Foto y, ante todo, tengo que decir que ha sido un placer. En mi carrera profesional he trabajado como periodista durante bastante años, casi siempre en el ámbito de las nuevas tecnologías, y estoy encantado de poder hacerlo de manera específica en este ámbito que desde siempre me ha fascinado.

Me formé en Imagen y Sonido en la Universidad Complutense en unos años en los que uno podía licenciarse sin haber tenido una cámara en la manos (espero que ya no sea así). Por eso, lo de comprarse una réflex y hacer fotos era la manera más directa de practicar algo que tuviera que ver con la imagen (menos con el sonido, claro). Desde niño siempre me llamó la atención el mundo del audiovisual, ya sabéis, el cine, la televisión, etc, pero la fotografía no tuvo un papel protagonista hasta un momento dado.

Xataka Foto Tres Anos 03
Compañeros periodistas probando una cámara en una toma de contacto. Foto de Óscar Condés

En concreto cuando elegí como opcional en el Bachillerato (cuando se llamaba BUP) la asignatura de Imagen y Sonido. En ella un profesor nos enseño a usar su vieja réflex, que a mí me pareció un dispositivo mágico. Con él también llegamos a revelar algún carrete y poco más, pero aquello tuvo un importante papel para que me decidiera a estudiar Imagen y Sonido. Años más tarde, ya estudiando la carrera, conseguí mi primera réflex y aquello se convirtió en mi principal afición que cultivé con gran pasión.

Pero bueno, dejo de contaros historias de abuelo cebolleta y vuelvo a lo que sugería el titular, lo que he aprendido en estos años trabajando para este medio. Primero, he tenido la oportunidad de refrescar mis conocimientos sobre historia de la fotografía que tenía muy oxidados de cuando estudié la carrera. En cuanto a la técnica, siempre he procurado estar al día leyendo todo lo que podía, pero no voy a negar que también he aprendido mucho.

Por supuesto he conocido muchos más fotógrafos, algunos de ellos personalmente (e incluso casi puedo decir que he hecho algunos amigos del gremio) y por fin puede conocer de primera mano la Photokina, de la que siempre hoy hablar pero nunca imaginé cubriría como periodista; Pero, sobre todo, he tenido la oportunidad de probar un montón de cámaras. Y cuando uno es un enamorado de estos objetos, que ya digo siempre me parecieron fascinantes, tener esta oportunidad no tiene precio.

No he contado las cámaras que he probado, pero entre análisis, tomas de contacto y ferias fotográficas han pasado por mis manos unas cuantas. ¿Y sabéis que pasa cuando pruebas muchas? Pues primero que te das cuenta de que es verdad eso que se dice mil veces de que la cámara no es lo más importante. Eso no quiere decir que no haya que tener cuidado al escogerla, pero sí que hay que darle menos importancia al tema. Al final es como los coches, puedes comprarlo más bonito para fardar, pero lo importante es tener uno que cubra tus necesidades.

Antes de trabajar aquí yo ya había probado cámaras para otros medios de comunicación y solía decir algo que, si sois seguidores, puede que hayáis leído cuando hablo de si una cámara es mejor que otra: “Con ninguna vas a poder hacer una foto que no puedas con la otra”. Me refiero, claro está, a modelos similares, pero sigo creyendo que es perfectamente válido, incluso a pesar de que las cámaras estén cambiando mucho en los últimos tiempos.

Por otro lado, siguiendo con el símil de los coches, me queda claro que el manejo de todas ellas también es similar, incluso entre distintas marcas. Igual que si conduces un coche que no es el tuyo te cuesta un poco pero lo pillas enseguida porque lo importante (volante, freno, acelerador, embrague...) está en todos los coches más o menos igual, pues cuando cojo una cámara me pasa algo similar.

Quizá tarde un poco en acostumbrarme a los controles pero enseguida uno ya está manejando lo fundamental (otra cosa es poder sacarle todo el partido, algo cada vez más complicado). A cambio, también os voy a decir, cuando cojo mi cámara (la que me compré con mi dinerito hace años) me cuesta encontrar los controles porque, con tanta prueba, uno al final ya no sabe qué cámara tiene en las manos.

También que, al conocer el mercado de una manera bastante profunda, ahora soy mucho más exigente y no acabo de encontrar el modelo que se convierta en mi nueva cámara (algo que llevo pensando hacer desde antes de trabajar en Xataka Foto). Puede que suene a contradictorio con lo de que la cámara no es lo más importante, pero como dije hace poco me gusta que me den lo máximo por mi dinero. Aunque, lo que pasa realmente, es que casi siempre tengo alguna cámara de prueba y digo... ¿Para qué?

Fotografías de Óscar Condés

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