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¿Cuándo es eficiente un flujo de trabajo?

¿Cuándo es eficiente un flujo de trabajo?
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Todavía no hemos hablado durante este primer año con la profundidad necesaria sobre un tema que sé que, al igual que me pasa a mi, a muchos y muchas de vosotros os apasiona: el workflow o flujo de trabajo. Simplemente os hemos dejado algún ejemplo como puede ser este caso.

Afortunadamente vamos a tratar de cubrir esta carencia, pero antes de ello quiero compartir con vosotros un post muy ligero que he encontrado, pero que para mi ha resultado fascinante por lo simple y revelador y que además nos servirá de perfecta introducción al tema.

Es normal estar optimizando contínuamente nuestro flujo de trabajo para que sea cada vez más eficiente. A medida que descubrimos nuevas funcionalidades del software que utilizamos (o cuando cambiamos a otro soft distinto) o cuando añadimos pasos nuevos para lograr objetivos distintos...

Pero lo que nunca debemos perder de vista son dos simples preguntas que a veces son complicadas de contestar: ¿Qué objetivos persigo con mi flujo de trabajo? y ¿en que medida satisface mi flujo de trabajo estos objetivos?

Lo más probable es que pienses que esto es algo evidente. Y estaré de acuerdo contigo. Pero creo que es muy, muy sencillo perderse entre la inmensidad de posibilidades que nos ofrece la fotografía digital y construir un flujo que pueda ser mejorado eficazmente.

Y yo mismo serviré de ejemplo. Mi caso particular puede que sirva para ilustrar de qué estamos hablando. Los objetivos que persigo con mis fotografías actualmente son:

  • Retratar parte de mi vida, lo que incluye múltiples eventos, reuniones, fiestas... repletas de gente.
  • Mostrar estas fotografías a mis contactos (mediante flickr, facebook, mandarlas por correo electrónico o lo que sea).
  • Eventualmente utilizar estas fotografías para realizar algún regalo.

Podría añadir alguna más pero con esto nos bastará. Empecemos por el primer punto. Hace algunos años que descubrí la posibilidad de etiquetar mis fotografías. Esta posibilidad se convirtió rápidamente en una necesidad, pues las múltiples búsquedas de personas en mis fotos e incluso combinaciones de éstas, se convirtió en una tarea sencilla y rápida mientras anteriormente era una tarea tediosa.

El ejemplo de las etiquetas, probablemente sea adecuado para la inmensa mayoría de flujos que tengamos todos nosotros, pero lo que quiero manifestar es que si no te sirve para alguno de tus objetivos, mejor no lo utilices.

Quizás lo veamos más claro en los siguientes puntos. Para mostrar las fotografías a mis amistades, sea por la vía que sea, a través de internet, necesito redimensionarlas y ajustar su resolución para que sea sencillo y rápido transmitirlas y recibirlas. ¿No te has acordado nunca de la familia de alguna amistad cuando te inunda el correo de fotos de más de 2Mb de peso? Además, si las voy a subir a flickr, pues casi que no sean de una alta calidad, no se vaya a aprovechar nadie...

En este caso lo más apropiado es disponer de algún proceso automático que me ahorre el tiempo necesario para prepar montones de fotografías para poder mostrarlas a mis contactos.

Y finalmente, lo que hizo que un día me diera con un canto en los dientes. El hecho de que eventualmente imprima las fotografías por el motivo que sea. Además de tener automatizado el proceso anterior, tenía (de hecho tengo) otro que preparaba unos perfectos TIFF a máxima calidad listos para llevar a imprimir y obtener fotografías con un acabado perfecto. Evidentemente no lo aplicaba a todas mis fotografías, pero sí a las que más me gustaban (quizás un 15% del total de fotos).

No os podéis imaginar lo estúpido que me sentí en su momento cuando repasé mentalmente las fotografías que había mandado imprimir en el último año (muy, muy pocas) y la cantidad de espacio que ocupaban esos TIFF en mi disco duro externo. ¿Resultado? No aplico ya más esa acción a menos que haya decido llevar una fotografía a imprimir. Y mucho menos la archivo a menos que le haga algún retoque posterior.

Repito, os puede parecer una tontería, pero almenos a mi, cuando descubro nuevas posibilidades con nuestras fotografías muchas veces las pruebo y las incorporo sin pensar muy bien si realmente las necesito. ¿A alguien más le ha pasado o soy un bicho raro?

Para finalizar el tema os dejo con un enlace a un flujo de trabajo de un fotógrafo de moda. El enlace está en inglés y se trata de un artículo extenso y completamente detallado. Para vouyers digitales que como yo, estoy seguro que sois.

Por cierto, un flujo de trabajo es eficiente cuando puedes responder que mucho o totalmente a la pregunta ¿en que medida satisface mi flujo de trabajo estos objetivos?

Fotografía | Owen's command center de Travis Isaacs Vía | Organizepictures

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