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¿Mantienes limpia tu cámara? Establece el ritual

¿Mantienes limpia tu cámara? Establece el ritual
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La limpieza de la cámara es de una de mis asignaturas pendientes. Es el procedimiento más farragoso y que mayor pereza me provoca. A pesar de intentar ser ordenado, algo que la fotografía digital casi te obliga, mantener limpia la cámara y los objetivos es algo que me cuesta mucho llevar a cabo. Por lo general, suelo tener bastante cuidado de exponer la cámara a lugares y situaciones en las que puedan sufrir polvo, salpicaduras o humedad, pero es inevitable que se vaya acumulando suciedad.

Y claro, en algún momento hay que plantearse la limpieza. Aunque, sinceramente, lo ideal debería ser convertirlo en un ritual. Marcarnos una rutina periódica, para así mantener nuestra máquina en buenas condiciones y no sólo acordarnos cuando la suciedad es demasiado evidente y puede afectar a la toma de fotografías.


Ya tengas una compacta o una réflex con varios objetivos, es importante que tengamos algunos accesorios mínimos para limpiarla (independientemente de que la cámara incorpore el sistema de autolimpieza del sensor). Sea para mantenerla, o bien porque algún accidente nos obliga a una actuación de urgencia. Por lo que no está demás, que los incluyamos en nuestra bolsa de transporte.

Existen en el mercado varios kits de limpieza, pero nos podemos hacer con una simple gamuza o paño de microfibra, especial para limpiar monitores y pantallas LCD, que suele ser antiestático, para que atrape el polvo. También existen unas toallitas húmedas especiales, muy baratas y que cumplen la misma función. Algún bastoncillo, o incluso un palillo en el que envolveremos la gamuza o la toalla para alcanzar los pequeños orificios y ranuras junto a los botones. Y si queremos, tenemos la opción de un spray antiestático, como complemento.

giottos

Pero, quizás lo más útil sea un pequeño soplador, que elimina el polvo incrustado en los rincones más inaccesibles de la cámara, tales como las ranuras, el compartimento de las tarjetas y de la batería. También sirve como alternativa un pequeño pincel, de los que se utilizan para maquillar. Suelen ser suaves y cumplen bien la misma función.

Lo importante es hacerlo periódicamente, pero si eres como yo y te cuesta ponerte, se puede establecer una rutina de prevención. Por ejemplo:

  • Intenta mantener limpia la bolsa o funda de transporte, no la dejes en cualquier sitio abierta y descuidada.

  • Mantén siempre los objetivos con sus tapas y cuando los cambies en el cuerpo, coloca éste bocabajo, para que no entren motas al sensor.

  • Cambia de objetivo rápidamente y guárdalo en la bolsa o a buen recaudo.

  • Si llevas la cámara en la mano o colgada y no la va a usar durante un tiempo, colócale su tapa.

  • En situaciones de mucho viento protege la cámara con una bolsa y, por supuesto, si está lloviendo o te encuentras muy cerca de lugares con agua (fuentes, piscinas,...), nunca se sabe cuando puede llegar una fatal salpicadura.

  • Extrema el cuidado cuando hay niños cerca, les encantan poner sus dedos sobre los cristales. Si llevas filtros de protección, será más fácil y menos arriesgado eliminar las huellas.

  • Cuando llegues a casa después de un viaje o un “safari” fotográfico, revisa todo el equipo.

  • Guarda siempre en lugar seguro y cerrado tanto el cuerpo, los objetivos, como la batería, tarjetas, etc. Intenta que estén libres de humedad y del polvo. Yo los guardo en cajas herméticas y con bolsas gel de sílice (absorben el exceso de humedad).

Seguramente tenéis más consejos, así que animaros a contarlos en los comentarios, porque así nos servirá a todos. Y no paséis por alto el tema de la limpieza, debe ser algo habitual si apreciamos nuestro equipo y queremos que nos dure.

Aquí os dejo un vídeo (en inglés) con un sencillo procedimiento de limpieza, ideal para hacerse una buena idea:

Fotos | Dominik-Bamberger
Más información | Cleaning digital cameras
Soplador | Giottos Rocket Air Blower en The Digital Picture
Vídeo | Mahalo

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