Lumix GX7

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Al amplio catálogo de Panasonic con el sistema Micro Cuatro Tercios se ha incorporado recientemente la Lumix GX7. Viene a ser la evolución de la GX1, aunque dando un paso más allá en diseño y prestaciones, para convertirse en una cámara que pretende dar respuesta a las bien valoradas Sony NEX-6 (y NEX-7), Olympus OM-D E-M1 y Fujifilm X-E1. Una cámara con diseño retro, pequeña, pero con prestaciones de altura para satisfacer a fotógrafos entusiastas y exigentes. Hay que colocarla algún que otro peldaño por encima de la también reciente Lumix GF6 y se puede considerar la CSC más elevada de Panasonic hasta el momento. Una apuesta ambiciosa en un año con mucha competencia, pero vamos a valorar en este análisis su comportamiento y resultado. Principales características Para situarnos, vamos a repasar las características y prestaciones que incorpora la Lumix GX7. Recordamos que incorpora un nuevo sensor Live MOS de 16 megapíxeles y el último procesador Venus Engine de Panasonic. Aunque lo más novedoso pasa por incorporar un visor electrónico integrado en el cuerpo que además es abatible hasta 90º (con una resolución de 2764k). Una novedad destacada y que le otorga más versatilidad en múltiples situaciones, sin olvidar que la pantalla de 3 pulgadas y táctil también es abatible (con una resolución de 1040k). El sistema de sensor y procesador está rediseñado, ahora con fotodiodos más grandes lo que mejora el rendimiento en valores ISO más altos, siendo capaz de trabajar desde 200 hasta 25.600 ISO. La tecnología de autofocus Light Speed también viene a mejorar el rendimiento en la velocidad de enfoque. Así, la GX7 es capaz de realizar una ráfaga de disparos a una velocidad de 5 fps a máxima resolución (16MP) y hasta un máximo de 40 fps con el obturador electrónico (una ventaja añadida a destacar), además, en cuanto a velocidad máxima de obturación alcanza 1/8000s. Tampoco podemos olvidar que el cuerpo posee estabilización, otra destacada prestación de esta GX7 que facilita el uso para objetivos no estabilizados y para disparar con velocidades lentas a pulso. Por supuesto, incorpora conectividad Wi-Fi que viene acompañada de tecnología NFC con la que se puede controlar remotamente desde un móvil o tablet con suma facilidad. Y no podemos olvidar sus potentes prestaciones en grabación de vídeo, permitiendo vídeo Full HD a 1920x1080, a 50p o 25p, con salida tanto AVCHD progresiva como MP4 y, por supuesto, sonido estéreo. Conectividad Wi-Fi y tecnología NFC Una de las características que más se está extendiendo, especialmente en el mundo de las CSC, es la conectividad. La GX7 posee Wi-Fi integrado. Funciona correctamente. Mucho mejor que en modelos anteriores. Con un botón de acceso directo y con una aplicación para smartphones mejorada, hace que la experiencia sea satisfactoria. Fácil de usar, rápido y con controles suficientes para sacarle todo el partido. Al incorporar tecnología NFC, la facilidad de conexión aumenta con dispositivos compatibles. Una vez superado un comienzo que requiere un poco de aprendizaje y un poco de práctica, el uso del Wi-Fi es una prestación muy útil y con la que pueden estar satisfechos los fotógrafos que quieran compartir al instante sus fotos o, creo que mucho más interesante, para quien quiera disparar la cámara a distancia, tomar multiexposiciones o realizar timelapses. Eso sí, a pesar del avance, aún queda margen de mejora, especialmente en la interfaz de la cámara y en la aplicación para smartphones. Ya no vale que sea funcional, tiene que ser más fácil de manejar y también mejor diseñada. Así sí conseguirán más adeptos a sacarle partido, sobre todo para que no queden como una prestación añadida sin más. Lumix GX7: diseño y construcción En este apartado encontramos algunas de sus novedades más llamativas. Como comentaba, viene a renovar el modelo GX1, aunque en realidad abre una nueva línea puesto que es más que una simple renovación dentro de la gama. Cambia el diseño, incorpora visor y parece que en Panasonic han querido poner la GX7 un buen paso por encima, para convertirse en una referencia en este tipo de cámaras, frente a rivales en la misma línea como las mencionadas Sony NEX-6 (con la que la comparamos en la imagen inferior), Olympus E-M5 o Fujifilm X-E1. Lumix GX7 vs Sony NEX-6 El diseño retro (o "neoretro" como lo definen en Panasonic) está muy presente por sus líneas clásicas, en las dos versiones disponibles, la negra y la negra y plata. Ese aire clásico se confirma con la cámara en las manos donde se aprecia un buen trabajo de construcción. Un cuerpo de aleación de magnesio que se muestra sólido pero sin perder cierta ligereza y un tamaño comedido. Nos encontramos con un grip cómodo, no demasiado pronunciado pero suficiente para que el agarre pueda ser firme. También incluye la zapata para conexiones y el flash retráctil junto a la principal novedad: un visor electrónico integrado y abatible hasta 90º. Todo un acierto en este sentido y prestación que cada vez se exige más en este tipo de cámaras con altas miras. Del resto de la construcción encontramos el dial de modos muy accesible con un botón de obturación que incorpora una de las ruedas de control, el botón de grabación directa de vídeo situado junto a él (menos accesible pero más seguro para no activarlo equivocadamente) y el resto de controles bien situados, cómodos y, sobre todo, con buenas opciones de personalización (se agradece que no se hayan prescindido al poseer pantalla táctil). Algo más oculto y poco accesible resulta un pequeño botón (también personalizable) que viene por defecto para desactivar la pantalla y trabajar con el visor o viceversa. El compartimento para la batería y tarjeta de memoria tiene un acceso en oblicuo, aprovechando el espacio del grip. Y también resulta algo complicado el acceso a la tapa (en el lateral izquierdo) donde se ocultan los puertos de conexión HDMI, control remoto y salida de vídeo. Para ello hay que desplazar ligeramente la pantalla, aunque tampoco es mayor problema ya que no son conexiones que usaremos demasiado a menudo. A pesar de los abundantes controles y mantener un tamaño compacto, el trabajo de diseño es sobresaliente, porque no queda esa sensación abrumadora de exceso de botones. Visor y pantalla abatibles El visor sobresale del cuerpo en su posición horizontal desiquilibrando algo el conjunto, aunque queda compensado con la posibilidad de abatirlo hasta 90º para trabajar en posiciones difíciles. Gran acierto aquí de Panasonic. Este visor posee una resolución notable, es de una gran calidad y llama la atención su formato panorámico (16:9). Recordar que posee un aumento aproximadamente de 1.39x y un 100% de área de visión. Y destacar dos detalles que no se pueden pasar por alto: una reproducción del color de aproximadamente el 100% (basado en comparación con el espacio Adobe RGB) por lo que la fidelidad de colores es notable, además de que posee un sensor que activa el AF nada más detectar la presencia del ojo, para mejorar la velocidad del enfoque automático. Con todo, el principal pero es que su formato panorámico requiere de cierto acoplamiento. Cuesta acostumbrarse y la primera impresión es que resulta algo pequeño. Aquí, por cuestión personal, hubiera preferido un formato 4:3 con más espacio y comodidad. Sobre todo se aprecia cuando se trabaja mucho tiempo con él. Otro gran punto a favor es su magnífica pantalla capacitiva de 3 pulgadas. La resolución y calidad de imagen es sorprendente (de las mejores que he probado en lo que va de año). Funciona muy bien incluso a pleno sol, con una notable reproducción de colores (que se agradece especialmente en la grabación de vídeo). Y aunque permite opciones táctiles que realmente funcionan para quien guste (unido a su calidad de reproducción), al menos no han reducido los controles para poder tener un acceso a todo sin tocar la pantalla. Y, por otra parte, las funcionalidades táctiles son intuitivas y fáciles de usar, lo que ayuda a tener una mejor experiencia y potenciar su utilización. Aunque, particularmente, me cuesta mucho adaptarme a esto, lo cierto es que para seleccionar el punto de enfoque en determinadas situaciones es muy eficaz y de gran ayuda. Enfoque y manejabilidad Con Lumix GX7 y Lumix G 20mm a f/1.8, 1/2000s y 200 ISO El sistema de autofocus de Panasonic en la GX7 es muy notable. Funciona por contraste y responde a una gran velocidad (especialmente cuando se usa con el modo AF de 23 zonas). Aquí se ha logrado un gran avance con los últimos modelos y se nota cada vez más y mejor enfoque automático. La cámara ofrece tres modos de enfoque automático (sencillo, flexible y continuo). El modo AF flexible es un modo interesante, ya que permite bloquear el enfoque cuando disparamos el obturador hasta la mitad pero si se mueve el sujeto, el AF hace el seguimiento automático. Con Lumix GX7 y Lumix G 20mm a f/1.7, 1/1000s y 200 ISO Panasonic anuncia sus potentes prestaciones de autofocus incluso en situaciones de baja luz y lo cierto es que realmente funciona. Aún con margen de mejora, eso sí (no olvidemos que estamos hablando de un sistema de enfoque por contraste). Lo he podido comprobar con el pequeño zoom 14-42 mm II y con el Lumix 20 mm y se nota algo más veloz con el zoom. Con todo, se agradece el botón de bloqueo del enfoque muy a mano así como el anillo para seleccionar el modo de enfoque manual, que invita a animarse a usarlo con frecuencia. Sobre todo al incorporar muy buenas opciones de ayuda (aumentando la imagen en pantalla o en el visor cuando se acciona el anillo del objetivo) y el conocido focus peaking, ayuda primordial para sacarle partido a objetivos manuales, por ejemplo. Rendimiento y calidad de imagen Con Lumix GX7 y Lumix G VARIO 14-42 mm a f/4, 1/60s y 1000 ISO Una cámara de estas prestaciones y tan ambiciosa no deja mucho margen de sorpresa en cuanto a su rendimiento. Ofrece una calidad de imagen que compite directamente con sus rivales como la Sony NEX-6 o la Fujifilm X-E1, y eso si tenemos en cuenta que el sensor es algo más pequeño (Micro Cuatro Tercios). Probada en distintas situaciones de luz, responde con estupendos resultados, aunque tienda ligeramente a la subexposición (al menos con el Lumix 20 mm). El ruido está realmente muy bien controlado. Es el caballo de batalla de este sistema y hay que decir que los pasos que se están dando con cada nuevo sensor y cámara son muy apreciables. Con Lumix GX7 a 400 ISO La Lumix GX7 nos permite usar valores de hasta 25.600 ISO. En la práctica no resultan muy valiosos, pero sí es cierto que responde muy bien hasta 1.600 ISO e incluso 3.200 ISO (a partir de 6.400 ISO la señal de ruido y pérdida de calidad es ya fácilmente apreciable sin ampliar la imagen). En las muestras se puede apreciar su respuesta sin usar el modo de reducción de ruido activado. El procesado en JPEG de Panasonic siendo siendo un poco intenso. Cuestión de gustos personales, pero no por ello se puede menospreciar la calidad de imagen obtenida. Colores muy precisos, un rango dinámico magnífico y en vídeo, los resultados son realmente destacables. Con Lumix GX7 a 200 ISO Con Lumix GX7 a 1.600 ISO Con Lumix GX7 a 6.400 ISO Con Lumix GX7 a 25.600 ISO Grabación de vídeo En cuanto a la grabación de vídeo, la Lumix GX7 permite Full HD 1920x1080 a 50p, tanto en formato AVCHD progresivo como MP4, ambos con sonido estéreo. Encontramos una función de filtro de viento que ayuda a reducir ese molesto ruido de fondo cuando grabamos en exteriores. Además de poseer un modo en el dial correspondiente, también encontramos un botón directo, muy cómodo. Si nos apoyamos en la excelente pantalla táctil (como antes adelantaba), la experiencia en la grabación de vídeo se ve mejorada. Ya que nos permite establecer el punto de enfoque con un toque y además, el AF nos asegura el seguimiento del sujeto si se desplaza. Valoración y conclusiones Como he ido desgranando, nos encontramos con una apuesta muy ambiciosa de Panasonic. La Lumix GX7 está llamada a liderar una gama de cámaras CSC que son (más) atractivas, con su diseño serio y retro a fotógrafos con mayores aspiraciones. Puede competir e incluso ganar el pulso en algunas situaciones a sus rivales mencionados y establece un paso adelante a tener en cuenta. La Lumix GX7 tiene un tamaño comedido y especialmente cuando se utiliza con el pancake Lumix 20 mm f/1.7 II, una delicia de objetivo (40 mm equivalentes), con una gran luminosidad, brillante nitidez y un bokeh que es el acompañante perfecto para esta cámara (y debería ser el kit más habitual). De hecho, aunque se comercializa un kit con el Lumix 14-42 mm II muy pequeño, ligero y compacto, uno puede obtener resultados mucho más sorprendentes con el pancake. Por cierto, se antoja una cámara muy recomendable para la fotografía de calle, ya que además de su diseño discreto (sobre todo el modelo negro que hemos probado), junto con el compacto Lumix 20 mm y la opción de usar el obturador electrónico (un gran acierto que Panasonic ya ha venido incorporando a sus últimos modelos) y el modo silencioso, forma un conjunto muy práctico. Una cámara veloz en el manejo, con curioso visor y excelente pantalla, muy buen enfoque y excelentes resultados en la grabación de vídeo. Todo ello sin renunciar a la cada vez más extendida conectividad Wi-Fi. ¿Qué le puede faltar? quizás que incorporara GPS como valor extra sería realmente de agradecer, sobre todo por ese precio de 1.099 euros (con el kit del 14-42 mm) y quizás mejorar la estabilización en la grabación en vídeo. En conclusión la Lumix GX7 es más que un paso lógico tras la GX1, cuenta con un diseño sólido que debe ser la puerta de entrada para fotógrafos más exigentes que luego encontrarán una cámara realmente notable, que cumple en casi todas las situaciones, con un autofocus veloz y una calidad de imagen brillante. Con la Lumix GX7, Panasonic plantea una potente opción en la competida batalla por liderar el mercado de las cámaras compactas sin espejo de objetivos intercambiables. La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Panasonic España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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