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Cómo hacer fotos fantasmagóricas para Halloween

Cómo hacer fotos fantasmagóricas para Halloween

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Cómo hacer fotos fantasmagóricas para Halloween

Ahora que se acerca el día de los muertos, la fiesta de Halloween o Todos los santos empiezan a surgir mil y un artículos que enseñan o muestran supuestas fotografías auténticas de fantasmas... Y os puedo asegurar que no hay nada más fácil de hacer con diferentes técnicas. Todos podemos tener a nuestra propia fotografía fantasmal solo con la ayuda de nuestra cámara o con pequeños trucos de Adobe Photoshop.

Somos libres de creer lo que queramos. Seguramente hay algo que no llegamos a comprender fuera de nuestro mundo real. Pero la verdad es que pocas veces se ven fotografías realmente convincentes que muestren la presencia de un fantasma. La mayoría de las veces son simples montajes muy fáciles de hacer pero camuflados con cierto aire amateur para justificar la poca calidad de los resultados.

Cambiaría mucho mi forma de ver las cosas si alguna vez descubro fotos auténticas de fenómenos de esta índole, pero las imágenes que he visto hasta ahora (y he visto muchas) son puros y duros montajes fotográficos: dobles exposiciones, tiempos largos de obturación, reflejos en cristales y espejos y un largo etcétera... En los tiempos de George Melies ya lo hacían para alegrar o atemorizar al público.

Pero siempre lo desconocido nos llama la atención. Incluso nos gustaría creer en algo que escapa de nuestro alcance. Pero para muchos no es más que un juego que hoy vamos a descubrir cómo se hace con la ayuda de nuestra cámara digital y con unas sencillas técnicas de Adobe Photoshop. Y si alguien tiene una fotografía de verdad, me encantaría verla.

Larga exposición

Cuando vemos una fotografía en la que algo se adivina, algo parecido a una forma humana muy difusa, casi etérea, es que estamos ante un típico ejemplo de larga exposición. En los tiempos químicos podía tener alguna que otra complicación, porque no sabías cómo iba a quedar hasta el revelado. Pero con la fotografía digital no hay nada más sencillo.

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Una sombra acecha

Solo hay que jugar con los tiempos de obturación hasta conseguir ese aire fantasmagórico que buscamos. Para conseguir el mejor resultado posible no nos queda más remedio que dejar fija la cámara en un trípode, un diafragma cerrado y hacer tantas pruebas como tiempo tengamos hasta conseguir nuestra primera fotografía del otro mundo. El sujeto, un supuesto fantasma, solo tiene que moverse durante ese tiempo hasta conseguir el resultado apetecido. Para conseguir un buen resultado sería indispensable enfocar al modelo, pero si no lo hacemos puede resultar hasta más creíble.

La fotografía que ilustra este ejemplo se ha conseguido con la cámara colocada en un trípode con un segundo de exposición y un diafragma f11. Y os puedo asegurar que muchas risas hasta conseguir el efecto buscado.

Larga exposición con ayuda de un golpe de flash

En esta ocasión podemos conseguir un resultado mucho más convincente pues la figura fantasmal se observará completa y transparente. como se supone que deberían ser los fantasmas. Es posible, según dicen, ver a través de ellos, como si realmente no estuvieran ahí. Como siempre ocurre en estos casos si las cosas nos salen mal puede quedar hasta más creíble cara al público profano.

El montaje es exactamente igual que en el caso anterior. Cámara sobre trípode (aunque en este caso no sea estrictamente necesario) y una velocidad de obturación lenta, unos cinco segundos o más incluso. Por lo tanto es importante trabajar en zonas con poca luz y con diafragmas cerrados (f11-22) para evitar una temida sobrexposición.

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Un auténtico fantasma

Durante la exposición hay que disparar un flash al temido fantasma para que quede registrada su estela en la fotografía, como una figura venida de otra dimensión. Después del fogonazo, el modelo puede desaparecer tranquilamente que quedará registrado para la posteridad en le archivo.

Doble exposición

Personalmente, esta es mi técnica favorita y más perfecta para hacer un fantasma. Puede parecer complicada pero si tenemos el más mínimo dominio de Adobe Photoshop, no tiene ningún problema. Para que quede bien solo hay que tener la precaución de hacer dos fotos idénticas. Por este motivo es muy recomendable trabajar con trípode.

El primer paso es encontrar una localización lo suficientemente tenebrosa. O mejor aún, una en la que no te esperas encontrar un fantasma. Hacemos un primer disparo con el modelo elegido. Y luego otro, con la cámara exactamente en el mismo lugar, con los mismos valores de exposición, sin el sujeto fantasmal. Ahora le toca el turno a los programas de Adobe.

Fantasmas I
¿Dónde estará Ruperta?
  1. Abrimos ambas fotografías en el módulo Revelar de Lightroom Classic. Las revelamos con los mismos ajustes.
  2. Seleccionamos ambos archivos y los abrimos como capas en Adobe Photoshop: Fotografía>Editar en>Abrir como capas en Photoshop.
  3. Y ahora solo tenemos que bajar la Opacidad de la capa superior en la ventana Capas para lograr esa imagen propia de un cuento de fantasmas en el que nosotros seamos los protagonistas.
  4. No podemos olvidar ir luego a Capa>Acoplar imagen para poder guardar la foto en un buen jpeg para asustar en las redes sociales.
  5. Y por supuesto yo la pasaría a blanco y negro para dar más ambiente a la fotografía.

Estas tres técnicas son sumamente sencillas, al alcance de todo el mundo. De nuestro ingenio y pericia depende que den más o menos miedo. Pero al fin y al cabo de lo que se trata es de pasarlo bien en compañía de la familia y nuestros amigos. Espero que paséis una buena noche de terror.

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