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Los Embajadores de Canon y sus objetivos imprescindibles

Los Embajadores de Canon y sus objetivos imprescindibles
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Crédito: Alessandra Meniconzi

Todo fotógrafo tiene un objetivo imprescindible que siempre está en su bolsa. No importa que su trabajo documente la vida animal, escenas deportivas o retratos: la calidad y la fiabilidad del objetivo son elementos fundamentales para alcanzar el éxito.

Las condiciones sobre el terreno a veces son extremas, por lo que todo profesional necesita un objetivo de confianza que responda con velocidad, precisión de autofoco y sellado contra los elementos para marcar la diferencia entre una imagen emblemática y una ocasión perdida. Como consecuencia, fotógrafos profesionales de todos los ámbitos confían en la serie L de Canon debido a su excelente calidad y fiabilidad.

Nadie que conozca el proceso de fabricación de un objetivo se sorprenderá de ello. Robots extraídos de una película de ciencia ficción, ingenieros que escuchan los defectos de producción, calzado que repele la electricidad estática... La planta de fabricación de objetivos de Canon en Utsunomiya es un centro de innovación y precisión.

Los objetivos de la serie L de Canon son conocidos en todo el mundo por su calidad de construcción y los resultados óptimos que ofrecen. Sin embargo, para fabricar dispositivos tan punteros hace falta un gran nivel de destreza, atención al detalle y algunas prácticas sorprendentes, por ejemplo, comprobar y calibrar a mano cada objetivo 16-35 mm de la serie L, no solo las muestras, para garantizar que todos los ejemplares alcanzan los elevados estándares propios de una línea de productos profesional.

Fotógrafos de renombre en todo el mundo nos cuentan como los objetivos creados con estas técnicas de artesanía les ayudan a contar su historia.

Alessandra Meniconzi – Canon EF 100 mm f/2,8L Macro IS USM

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Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5D Mark IV y un objetivo Canon EF 100 mm f/2,8L Macro IS USM. La exposición fue de 1/60 s a f/6,3 en ISO 100. © Alessandra Meniconzi

 

Este impactante retrato de un cazador de águilas mongol fue realizado por la fotógrafa documental y Embajadora de Canon Alessandra Meniconzi. Alessandra llevaba 18 años queriendo inmortalizar a los cazadores de águilas tras haber quedado fascinada con sus técnicas de cetrería al conocer a algunos de ellos en Kazajistán a finales de la década de 1990. En octubre de 2017 viajó al macizo de Altái, en Mongolia, para hacer realidad su sueño.

«El objetivo Canon EF 100 mm f/2,8L Macro IS USM es una buena opción para capturar rasgos faciales y además su abertura de f/2,8 crea una excelente profundidad de campo», afirma. «Pesa muy poco y es discreto. Diría incluso que ha sido diseñado para capturar hasta los detalles más pequeños: ¡las imágenes que obtienes son increíblemente nítidas! Otra de sus grandes ventajas es que te permite acercarte más al modelo.»

David Noton – Canon EF 16-35 mm f/2,8L III USM

David Noton

Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5D Mark IV y un objetivo Canon EF 16-35 mm f/2,8L II USM. La exposición fue de 120 s a f/2,8 en ISO 12800. © David Noton


 El Embajador de Canon David Noton también ha sabido dar un uso excelente a los objetivos Canon, que le han ayudado a obtener esta instantánea de Durdle Door, Dorset, en Inglaterra, con el centro galáctico de la Vía Láctea (su parte más brillante) alzándose en el cielo.

«Para fotografiar el cielo nocturno hay que usar objetivos de buena calidad, cuanto más amplios y rápidos mejor, puesto que la mayor parte de la luz que emiten las estrellas debe capturarse con una exposición inferior a 20 segundos», nos cuenta David.

«Ya había probado el objetivo EF 16-35 mm f/2,8L III USM y había quedado impresionado por su resolución de esquina a esquina con una abertura máxima de f/2,8, incluso con su longitud focal más amplia, es decir, 16 mm. A día de hoy este objetivo de la serie L se encuentra de manera casi permanente en mi bolsa. Me rondaba por la cabeza una imagen que consiguiera equilibrar el arco de la Vía Láctea con las ondulaciones de la costa y Durdle Door extendiéndose en la mitad inferior de la fotografía. Realicé la composición con un objetivo de 16-35 mm con la abertura y el ángulo al máximo, enfoqué las luces que había al fondo ampliando la escena con el Modo de Imágenes en Directo para comprobar la precisión y bloqueé el enfoque cambiando a manual. Introduje la configuración, comprobé que todo estaba equilibrado, ajusté la composición y esperé a que llegara momento mágico.»

Guia Besana – Canon EF 40 mm f/2,8 STM

Guia Besana

Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5DS R y un objetivo Canon EF 40 mm f/2,8 STM. La exposición fue de 1/125 s a f/5,6 en ISO 800. © Guia Besana

  La Embajadora de Canon Guia Besana obtuvo esta fotografía en un viaje a Longyearbyen, Svalbard, en Noruega, el 15 de febrero de 2018. «Me dirigía al coche después de una caminata de cinco horas, cuando de repente me giré hacia al mar y vi a ese reno mirándome», afirma Guia. «Estaba rodeado por una delicada luz en medio de la nada. El objetivo Canon EF 40 mm f/2,8 STM resulta perfecto para esta clase de instantáneas porque es ligero, versátil y silencioso. Es uno de esos accesorios tan cómodos de transportar que no te obliga a guardar la cámara en la mochila y, por lo tanto, puedes aprovechar oportunidades como esta. También rinde muy bien en situaciones sin mucha luz.»

Christian Ziegler – Canon EF 100-400 mm f/4,5-5,6L IS II USM

Christian Ziegler

Imagen tomada con una cámara Canon EOS-1D X Mark II, un objetivo Canon EF 100-400 mm f/4,5-5,6L IS II USM y un teleconvertidor Canon Extender EF 1,4x III. La exposición fue de 1/160 s a f/8 en ISO 4000. © Christian Ziegler

Por su parte, el Embajador de Canon Christian Ziegler capturó esta imagen cuando se adentraba en la selva tropical que se extiende por el centro de Panamá y de repente se vio sorprendido por un grupo de monos carablanca (Cebus capucinus).

«Vi una madre con su cría al fondo y apenas tuve unos segundos para hacer la foto antes de que desaparecieran», dice Christian. «Llevaba conmigo el Canon EF 100-400 mm f/4,5-5,6L IS II USM, un objetivo ligero pero potente. Como fotógrafo de naturaleza suelo caminar mucho para conseguir imágenes. El calor de la selva tropical es muy húmedo, así que merece la pena no ir demasiado cargado.»

Audun Rikardsen – Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM

Diving Hupback Audun Rikardsen 70 200

Imagen tomada con una cámara Canon EOS 5D Mark III y un objetivo Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM. La exposición fue de 1/640 s a f/2,8 en ISO 1600. © Audun Rikardsen

El fotógrafo noruego y Embajador de Canon Audun Rikardsen afirma que los objetivos de la serie L de Canon le han ayudado a inmortalizar la majestuosidad de la naturaleza en sus fotografías de ballenas jorobadas tomadas durante la noche polar de Noruega. «En los últimos años cientos de ballenas jorobadas han llegado a Tromsø, Noruega del Norte, para alimentarse de los arenques que pasan aquí el invierno», afirma Audun.

«Vienen durante la noche polar, un período en el que el sol no asoma por encima del horizonte, lo que hace que las condiciones climatológicas y de luminosidad sean muy exigentes. El Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM es mi objetivo favorito para fotografiar a las ballenas en esta época del año porque es robusto, tiene una gran abertura y un enfoque preciso en condiciones de poca luz. Siempre responde bien, ¡incluso en las situaciones más exigentes!»

Clive Booth – Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM

Clive Booth

Imagen tomada con una cámara Canon EOS-1D X y un objetivo Canon EF 70-200 mm f/2,8L II USM. La exposición fue de 1/250 s a f/4 en ISO 32000. © Clive Booth

  El Embajador de Canon Clive Booth confiesa que la nitidez es uno de los principales beneficios que los objetivos de la serie L aportan a su trabajo.

«Estaba intentando fotografiar a una vaca de las tierras altas con un estilo que se saliera un poco de la norma. Volvíamos a casa después de pasar el día haciendo fotos en la isla de Islay, en las Hébridas Interiores, Escocia, cuando nos encontramos con este mocetón. Era una tarde de febrero, el sol ya estaba bajo y lo vimos a contraluz sobre un fondo neutro. Adoro los detalles de la imagen. La hice con una velocidad de obturación de f/4 en ISO 32000, así que pueden verse hasta los cabellos que hay pegados a los cuernos. Gracias a su precisión, al Estabilizador de Imagen y a la facilidad con la que se transporta, el Canon EF 70-200 mm f/2,8L IS II USM es un objetivo versátil que siempre está en mi bolsa. Con una amplia abertura, una óptica extraordinaria y un bokeh de lujo, es mi elección habitual para fotos con poca luz que requieren un alcance adicional. Incluso recortada, la imagen mantiene su definición de lado a lado.»

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