Fujinon XF 16-55 mm f/2.8 R LM WR

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A comienzos de año Fujifilm presentaba un nuevo objetivo zoom de su serie X, el Fujinon XF 16-55 f/1.8 R LM WR, que venía a completar la gama de objetivos zoom estándar como el XF 18-55 y el más sencillo XC 16-50. Este nuevo objetivo ofrece una mayor luminosidad (f/2.8 en todos los rangos focales) y con una construcción más sólida y resistente, ideal para combinar con la cámara más avanzada del fabricante, la popular X-T1. También por precio (1.099 euros) se sitúa por encima de los mencionados y quería comprobar cómo rinde y para ello lo hemos puesto a prueba. Un zoom todoterreno con una focal equivalente a 24 a 84 mm se postula como un objetivo muy apropiado para cualquier situación. Veamos las conclusiones de nuestra prueba. Fujinon XF 16-55 mm: características Hacemos un repaso por sus principales características. Montura Fujifilm X Distancia focal (equivalente en 35 mm) 16-55mm (24-84mm) Construcción 17 elementos en 12 grupos (incluídos 3 asféricos y 3 de extra baja dispersión) Ángulos 83.2°- 29° Nº de palas 9 redondeadas Apertura máxima f/2.8 Apertura mínima f/22 Rango de enfoque 0.6m – ∞ Peso 655g Dimensiones (diámetro por longitud) 83.3mm x 106.0mm (Wide) / 129.5mm (teleobjetivo) Tamaño de filtro 77 mm Diseño y construcción La primera impresión que se obtiene al tenerlo en la mano es que es muy sólido, de metal y con una construcción realmente excepcional. De nuevo aquí, gran trabajo de diseño e ingeniería para obtener una óptica zoom de gran calidad que sabrán apreciar los más exigentes. El hecho de que esté sellado contra polvo, salpicaduras y soporte temperaturas de hasta -10ºC es otro plus en un objetivo así. Una garantía cuando se quiere trabajar con situaciones adversas. En este sentido, cabe decir que es efectivo y tras una sesión en terreno adverso para cualquier objetivo ha salido indemne. Solo una limpieza detenida lo vuelve a dejar como nuevo y sin aparentes consecuencias. Buena construcción del anillo de enfoque, muy cómodo de utilizar, con la resistencia necesaria y que invita a su uso, a pesar de que cuenta con un sistema de autoenfoque rápido y eficaz. También es cómodo el anillo del zoom que hace desplegar el mismo unos cinco centímetros, que no es excesivo y ahí aparece la parte de plástico resistente que posee en su interior. Donde sí encontramos algo que objetar es en algo tan básico como su tamaño y peso. Es realmente grande para un zoom de estas características, especialmente cuando lo comparamos con el XF 18-55. Y esto es algo que lo hace combinar mucho peor con otros cuerpos de la serie X. Siendo la X-T1 su pareja de baile ideal. Con todo, es un objetivo voluminoso para la distancia focal que posee y en comparación con otros (y más si tenemos en cuenta que no posee sistema de estabilización). Mucha culpa tiene aquí la construcción esmerada y cuidada, el sellado y, por supuesto, su luminosidad con un f/2.8 constante. Y la cosa aumenta cuando se utiliza el parasol, que termina por convertirlo en un zoom más propio de una réflex full frame. El peso también es algo a destacar, con 655 gramos lo convierten en un zoom no demasiado pesado pero, insistimos, comparado con el XF 18-55 mm, se aprecia mucha la diferencia. Quizás excesiva. El argumento de poseer un tamaño reducido que tanto abanderan las cámaras CSC aquí, si lo combinamos con la X-T1 no se nota tanto y parece que llevemos una réflex de tamaño medio. Rendimiento de enfoque y calidad de imagen El sistema de enfoque automático es veloz, silencioso (muy silencioso, ideal para vídeos) y efectivo. Tan sólo hemos apreciado algún mayor lapso en escenas complicadas con escaso contraste, pero en general ofrece un gran rendimiento, incluso en escenas con poca luz. Muy en la línea de las mejores ópticas de Fujifilm. En cuanto a calidad de imagen el Fujinon XF 16-55 mm ofrece unos resultados esperados. Sobresaliente en reproducción de color, nitidez y, sobre todo, en el bokeh. Aquí no podemos poner muchas pegas, porque rinde con gran calidad. La nitidez es estupenda incluso en su máxima apertura, aunque a f/5.6 se aprecia aún mejor calidad. Y el bokeh es tan bueno que este objetivo no decepcionará al más exigente ni a ningún profesional, con unos resultados muy buenos. En cuanto a los niveles de aberración cromática y el viñeteo están muy controlados y, en este sentido, se vuelven a apreciar ligeras mejoras comparado con el 18-55 mm. La distorsión a 16 mm es apreciable, aunque aceptable (estamos hablando de 24 mm equivalentes). Conclusiones En conclusión podemos indicar que este zoom no sustituye al 18-55, de hecho éste es el objetivo de kit de varios modelos, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de valorarlo y compararlo. Sí es cierto que es más grande y pesado, pero a cambio ofrece una construcción mejor, resistente y mayor luminosidad. En rendimiento quizás encontremos menor diferencia (porque el 18-55 es un objetivo de kit de calidad elevada), pero en determinadas situaciones, las más extremas, ese mayor rango focal en su parte angular y la luminosidad a máxima focal son factores determinantes para fotógrafos más exigentes. Algo que compensará el peso y tamaño a quien realmente necesite ese extra. Es un zoom muy versátil, que responde muy bien, se echa un poco en falta la estabilización, que lo habría convertido en un zoom muy potente y más polivalente si cabe, pero con todo resulta ser un objetivo a la altura de lo que se espera de la serie X de Fujifilm. Eso sí, a la hora de buscar un cuerpo como pareja, no nos parece que pueda ser otra que la X-T1, no solo por la resistencia y sellado, sino también por compensar el tamaño del conjunto. El objetivo ha sido cedido para el análisis por parte de Fujifilm España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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