Durante los últimos años, la fotografía de partos ha ido creciendo hasta convertirse en una modalidad fotográfica que requiere de la mayor de las delicadezas y un conocimiento de la técnica impecable para no fallar ni una fotografía. Hoy hablaremos un poco de ello y de cómo hay quien tacha de desagradable estas fotografías.
Un documento inmortal
Cualquier tipo de fotografía es un documento. Como documento, entendemos la intención de capturar algo en algún momento para recuperarlo en la posteridad. Esa es la intención del 90% de las fotografías que se realizan en el mundo durante una cena familiar, un evento o en el caso que nos ocupa, durante el propio parto de un bebé.
Fotografía de Fermont Fotografie
Hablamos de fotografías que captan los primeros segundos de uno de los mayores momentos de la naturaleza que es el nacimiento. Si el objetivo de la fotografía es documentar y preservar el momento, el nacimiento es uno de los momentos más oportunos para demostrarlo.
Sin embargo, hay quien piensa diferente. La matrona Emma Jean colgó la siguiente fotografía en su Facebook recibiendo hasta este momento más de 8.000 likes. Como en todo en este mundo, hay a quien le pareció que fotografiar a un niño recién nacido al lado de su placenta con el cordón umbilical describiendo 'love' le pareció grosero y desagradable.
Puede que en los tiempos en los que vivimos hay a quien no le parezca correcto captar cómo su hijo nace desde el vientre de su madre, pero no deja de ser uno de los momento más importantes para una familia. Cada uno elige qué fotos hacerse y cómo hacerlas.
Por otra parte, podríamos hablar sobre si está bien colgar estas fotografías en redes como Facebook. Las redes al fin y al cabo son espacios personales que a nadie se le obliga a mirar e incluso se disponen de herramientas para ocultar ciertas publicaciones. El debate está servido.
Fotografía de portada | Pixabay
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