El futuro de la iluminación va cambiando: los flashes, las luces de estudio y otros accesorios cada vez están mejor integrados con nuestras cámaras pero también poco a poco se va innovando en otros métodos de iluminación. Uno de los que ha adquirido mucho auge en los últimos años ha sido el de la iluminación LED. Un tipo de iluminación que, aunque utilizado principalmente para vídeo, ha adquirido gran importancia por sus bajos costes así como sus posibilidades de que cualquiera con unos mínimos conocimientos de electrónica pueda exprimentar con ello.
En este contexto aparece Raglite. Una solución basada en LEDs y con un diseño flexible, ligero y portátil que puede utilizarse tanto para fotografía y vídeo como para otras cosas. De hecho, de entre las tres versiones existentes hay una específicica para vídeo y fotografía.
Desarrollado por Chad Soderholm y diseñado por Sin Cohen, es un sistema a prueba de agua, de iluminación flexible y que posibilita diversas posibilidades de montaje.
En cuanto a la solución específica para fotografía y vídeo se presentan dos posibilidas de uso luz tungsteno (3200K) o luz de día (5600K). Los modelos de producción final contará con una batería recargable, además. El usar LED en lugar de la luz continua tradicional nos aporta una luz equilibrada portátil que está libre de parpadeo y regulable, que no se calienta con el tiempo y se mantiene constante durante largos periodos de tiempo cuando está enchufada además de ser ligera y, en este caso concreto, flexible y plegable. En cuanto a precios, hay diferentes opciones de apoyar el proyecto, aunque en nuestra opinión se antoja una solución cara de mantener los mismos precios que para la financiación.
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