Ricoh GR

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Lanzada oficialmente hace un año, la Ricoh GR es una compacta avanzada que merece la pena tener en cuenta entre la abundante y dura competencia del mercado actual en esta gama de cámaras. Fiel a su historia y tradición, este modelo de compacta sobria por fuera pero potente en prestaciones para los más exigentes no es una cámara superventas en el mercado europeo, pero no hemos querido olvidarnos de ella y hemos analizado sus bondades y comportamiento. Se trata de una compacta diferente. Tiene personalidad. En las manos no llama la atención, pero precisamente esa es una de las cualidades que valoran sus habituales compradores (ideal para la fotografía de calle y reportaje). Una compacta de bolsillo con una óptica fija y un resultado de garantías. Una cámara que "esconde" sus virtudes y no decepciona, aunque no se trata de una cámara muy polivalente ni para cualquier tipo de aficionado. Vamos a analizar sus características y resultados. Ricoh GR, fiel a la saga GR Antes de nada tenemos que recordar que la Ricoh GR sustituye a la anterior Ricoh GR Digital IV. Ahora se ha acortado su nombre en un claro homenaje a una saga clásica que tan bien ha sido valorada a lo largo de años (antes con película y ahora en digital). También demuestra que es una cámara diferente, que se sale de lo común. Mientras otros apuestan por denominaciones extensas, llenas de letras y números. Ricoh ha decidido reducirlo con esta quinta generación de esta compacta avanzada. En esencia sigue pareciéndose a las anteriores, que es una de sus principales características, pero por dentro nos sorprende por su apuesta con un sensor tamaño APS-C y ausencia de filtro de paso bajo, en aras de la nitidez y calidad de imagen con un cuerpo pequeño y aspecto discreto. Ricoh GR, características técnicas Sensor CMOS APS-C de 16,2 megapíxeles sin filtro de paso bajo Objetivo Focal fija de 18.5mm (28mm equivalente) y apertura máxima de f/2.8 Sensibilidad ISO 100 a 25.600 Pantalla LCD LCD de 3 pulgadas y resolución de 1.230.000 píxels Velocidad Ráfaga hasta 4fps Archivos RAW de 12-bit en formato DNG Vídeo Grabación a 1080p y 24, 25 o 30fps Dimensiones 117 x 61 x 34,7 mm Peso 245 g (con batería y tarjeta) Precio 699 euros Diseño sobrio en un tamaño compacto Su aspecto no es precisamente lo más llamativo. O si. Mantiene un tamaño muy comedido, con un cuerpo delgado y una construcción sólida pero sin renunciar a su ligereza. Posee todos los controles que uno puede esperar de una compacta avanzada. Con botones personalizables, hasta el punto que incluso se puede desactivar la iluminación de su botón de encendido (para potenciar su total discreción).

Gracias a su alto nivel de personalización, se puede incluso desactivar la iluminación del botón de encendido para aumentar su discreción

Su cuerpo completamente negro no posee ornamentos ni filigranas de diseño. Su apuesta es mantener la línea de la saga, máxima funcionalidad y un aspecto serio y con una ergonomía cómoda y completa. Eso sí, a pesar de mantener un diseño tan similar al modelo anterior, recordemos que en su interior aloja ahora un sensor mucho más grande, por lo que el trabajo de ingeniería y diseño ha ido encaminado en incluir un captor APS-C sin tener que aumentar las dimensiones. Esto se agradece. Tenemos posibilidad de configurar algunos controles, todos accesibles con una mano. Aquí quizás no estaría de más añadir alguna opción más como un anillo (como en modelos de la competencia) en la base del objetivo (renunciando al aro desmontable que permite incorporar una lente de conversión opcional), que sería la solución ideal para el manejo del enfoque manual (del que hablaremos después). Destacar que esta compacta posee dos diales de control, el habitual de los modos y una rueda de control bien integrada en el pequeño grip, perfecta para un control cómodo de los parámetros y que cualquier usuario avanzado (o habituado a réflex) agradece. En el lateral izquierdo encontramos un diminuto botón para manejar filtros. Un acceso directo que queda casi en el olvido para los que no gusten de estas opciones. En cuanto a la interfaz es tan completo como una cámara profesional. Tiene menús extensos y detallados que permiten un altísimo grado de pesonalización de todos los parámetros. Requiere aprendizaje y tiempo, pero merece la pena y se agradece para sacar todo el partido a sus potentes prestaciones. Aquí de nuevo, destacamos que estamos ante una cámara muy bien estudiada, consolidada y que justifica su valor. Un objetivo de 28 mm con filtro ND El objetivo GR de 28 mm y f/2.8 es otro de sus puntos fuertes. Ricoh sigue manteniendo su apuesta por un objetivo de focal fija que es la que le otorga su particular personalidad a la cámara. Se aleja aquí de la apuesta más polivalente de la competencia que ofrece zooms luminosos y de calidad.

El objetivo nos permite trabajar un modo simulado de 35 mm, recortando resolución

Pero sigue siendo fiel a su filosofía y para compensar esa posible limitación, permite jugar con un simulador de 35 mm que conlleva un recorte a 10 megapíxeles. Es fácil de utilizar e incrementa sus posiblidades, pero, particularmente, seguimos pensando que el 28 mm le sienta muy bien y que es una focal perfecta para la que está concebida. Además, este objetivo 28 mm ha visto reducida su máxima luminosidad frente al modelo anterior (recordemos: f/1.9) por la sencilla razón del incremento de tamaño del captor. Con todo, sigue siendo un objetivo luminoso y de un rendimiento estupendo, muy superior a los de la competencia en la misma focal. El tamaño además es muy compacto, con único segmento, incluso cuando activamos la cámara y se despliega. También, conviene recordar que posee un filtro de densidad neutra que podemos activar y desactivar según queramos. Un punto positivo aquí que, de nuevo, lo diferencia de otros modelos de compactas avanzadas. El enfoque Con Ricoh GR a 1/180s, f/8, ISO 320 La Ricoh GR posee un enfoque automático rápido. Funciona bien en buenas situaciones de luz y con algo más de retardo con escenas poco contrastadas o con menos luminosidad. Aquí, sí encontramos que anda un paso por debajo de otras cámaras compactas, incluso algunas más sencillas. Hay margen de mejora, aunque como indicamos, el resultado no está nada mal en la mayoría de situaciones. Otro punto diferente son sus opciones. Se enriquece con un botón incorporado y dedicado al activar el enfoque continuo o como asistente para el enfoque manual. Precisamente su punto más débil. Para situaciones en las que queramos un enfoque preciso o por que resulte complicado lograr un enfoque automático de garantías podemos optar por el enfoque manual.

El enfoque manual, a pesar de las opciones, no es muy manejable para un uso frecuente

Y ciertamente encontramos muy engorrosas sus opciones. No hay una rueda ni anillo intuitivo donde activarlo con comodidad. Nos tenemos que conformar con utilizar la rueda de control y revisar con detalle el parámetro en la pantalla para apreciar la exactitud de este enfoque. En resumen, el enfoque manual es muy engorroso y complicado de utilizar con frecuencia. No obstante, este objetivo se maneja bien en modo macro y permite un enfoque a sólo 10 cm. Ricoh GR: rendimiento Con Ricoh GR a 1/60s, f/10, ISO 3.200 La llegada de un captor APS-C hacía presagiar que podíamos encontrar aún mejores resultados con respecto al consagrado sensor de los modelos anteriores, que aun siendo más pequeños ofrecían una calidad sobresaliente. Y lo cierto es que mantiene el nivel muy alto. El rango dinámico es notable, con archivos RAW (en DNG recordemos, algo que nos gusta) y también con JPEG, donde además podemos optar por aplicar diferentes valores de reducción de ruido. Con esto conseguimos archivos finales muy valiosos sin necesidad de tener que recurrir al post-procesado. Aunque esto pueda parecer impropio para un fotógrafo que se precie, lo cierto es que quien busque en esta cámara una garantía, sencillez y un flujo de trabajo inmediato se antoja como una solución muy válida. En cuanto a la señal de ruido a altas sensibilidades, comentar que aunque con las especificaciones se atreve con valores ISO de 12.800 y hasta 25.600, la realidad es que podemos obtener un resultado bueno hasta 3.200 ISO e incluso aceptable hasta ISO 6.400 en algunos casos. Eso sí, donde encontramos un punto muy favorable es en la nitidez. La ausencia del filtro de paso bajo ayuda a lograr imágenes de gran nitidez, con un resultado sobresaliente. Así que ha supuesto un gran acierto la apuesta por este tipo de sensor. [[gallery: ricoh-gr]] Ricoh GR, la opinión de Xataka Foto La llegada de la quinta generación digital de una compacta mítica ha supuesto un paso adelante con una fuerte apuesta por un sensor más grande que la hace más competitiva en el mercado. Aunque sigue manteniendo su esencia, fiel a así misma y con un marcado carácter que la diferencia del resto. Un objetivo de focal fija, un diseño sobrio, muy fácil de utilizar y gran posibilidad de personalización. Con todo hay que destacar que ha sabido mantener sus principales virtudes, convirtiéndose en una compacta avanzada a tener muy en cuenta. Eso sí, es una compacta diferente, quizás no muy versátil para cualquier tipo de usuario. Pero ideal para el más exigente, para el que no le importa la ausencia de un zoom y valore un objetivo de magnífica calidad y un diseño y tamaños perfecto para la fotografía de calle o la de reportaje. Pequeña, discreta pero de resultados magníficos. Tiene enfrente a modelos que le hacen sombra, recordemos: Nikon Coolpix A, Fujifilm X100S, Sigma DP1 Merrill o la Leica X2, sin olvidarnos de la reciente Sony RX100 III. Se diferencia de todas ellas con suficiente personalidad, con una trayectoria consolidada por Ricoh y, también, por un precio competitivo. En resumen, una compacta avanzada, diferente y que con la que se pueden lograr grandes resultados, sin olvidar que se trata de un juguete tremendamente estimulante por diseño y calidad. La nota de la Ricoh GR en Xataka Foto

8.3

Características8.5 Diseño y ergonomía 9 Controles e interfaz8 Rendimiento7.5 Calidad de imagen8.5 A favor Alta capacidad de personalización Interfaz muy completa, de cámara profesional Excelente calidad de imagen y nitidez Buena construcción y diseño discreto Sensor APS-C y buen control del ruido En contra Difícil manejo del enfoque manual Falta de conectividad Wi-Fi No tiene opciones manuales en grabación de vídeo La batería no supera los 300 disparos y la carga se hace por USB Algo lento el buffer con ráfagas La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Ricoh Imaging España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

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