Jeroen Oerlemans era un fotógrafo holandés independiente que cubrió varios conflictos: Afganistán, Haití, Pakistán y casi todos los países del Cercano Oriente, actualmente trabajaba en Libia para el semanario belga Knack.
Pese a que iba con chaleco los informes dicen que murió a consecuencia del disparo de un francotirador que le impactó en el pecho. Los restos del fotógrafo "se encuentran actualmente en el hospital" de Misrata, Libia.
Oerlemans no parecía ser de esas personas que se dejaban amedrentar por el miedo, en 2012 ya sabía había sido secuestrado por los yihadistas en Siria, en aquella ocasión tanto él como el fotógrafo británico John Cantlie, fueron liberados, aunque este último recibió un disparo cuando intentó escaparse.
Ruben Espinosa asesinado por el narco mexicano, David Gilkey asesinado junto con su intérprete en Afganistán, Leila Alaoui por Al Qaeda en Burkina Faso cuando hacía un reportaje sobre mujeres, Osama Jumaa que cayó en Aleppo o el vídeo que dio la vuelta al mundo con la ejecución de James Foley son algunos de los profesionales que en poco más de un año han engosado la lista de los fotoperiodistas muertos por ejercer su trabajo.
Fuente | Semanario Knack
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