La Canon EOS 70D ha llegado para renovar y mejorar a la 60D con algunas prestaciones destacadas: nuevo sensor de 20 megapíxeles, 19 puntos de AF, velocidad de ráfaga de hasta 7 fps y… el Dual Pixel CMOS AF. Una tecnología centrada en mejorar el enfoque en las grabaciones en vídeo y en el modo live view, como ya vimos en la primera toma de contacto.
Esta novedad generó notable interés, así como el resto de mejoras, por lo una prueba de campo era obligada para comprobar su efectividad y sus resultados. Así que nos hemos puesto a ello y comentamos nuestras impresiones a continuación.
Canon EOS 70D, una gama media muy esperada
Tres años después de presentar la 60D, se esperaba con cierto interés su renovación, sobre todo teniendo en cuenta que también se encuentra en el catálogo (y con notable éxito) la EOS 7D. ¿Podría situarse a su altura? ¿mejorarla incluso?
En Canon han apostado por una renovación en el corazón de esta gama media, incorporando su última tecnología en cuanto a sensor (un CMOS tamaño APS-C de 20,2 megapíxeles) e incrementando la velocidad de disparo en ráfaga hasta unos nada desdeñables 7 fps. Sin olvidarnos del procesador Digic V, con sensibilidades entre 100 y 12800 ISO (extensibles a 25600) o el incremento de puntos de enfoque (19 en cruz).
Teniendo en cuenta la fuerte apuesta por el vídeo en Canon, era de esperar que esa 70D pudiera llegar con prestaciones potentes. Así ha sido, siendo la primera EOS en estrenar su nuevo sistema de enfoque automático (híbrido), denominado Dual Pixel CMOS AF.
Como ya explicamos, supone duplicar los fotodiodos por cada píxel para dedicar un 80% de ellos exclusivamente al enfoque. Una mejora que para la velocidad del AF y, especialmente, para el AF de seguimiento tanto en vídeo como para la captura de imágenes fijas con modo de captura en directo a través de la pantalla (o Live View).
Del resto de prestaciones, también encontramos la presencia de conectividad Wi-Fi y una pantalla LCD de 3 pulgadas, articulada y táctil, con una resolución de 1.040.000 y un excelente rendimiento, como veremos.
Diseño y ergonomía
Pocos cambios encontramos aquí con respecto al modelo anterior (y con gran similitud con la 6D). Se incorporan nuevos botones en su parte trasera pero sobre todo mejoran su ubicación. Así, por ejemplo, nos encontramos el botón de borrado en la parte inferior, más a mano para cuando visualizamos las capturas con la rueda de control, justo encima. O la pequeña palanca de bloqueo, ahora más cómoda y segura para activar.
En el resto pocas diferencias apreciables. Casi idéntico tamaño y construcción. Sigue apostando por el policarbonato. Pero con todo, la 70D es cómoda en el agarre, también gracias a la textura de su revestimiento. Se siente sólida en las manos y, como digo, pocas sorpresas aquí.
Siguiendo la estela de modelos inferiores recientes como la Canon EOS 700D o la EOS 100D, la pantalla, además de articulada, tiene capacidad táctil. Y aquí hay que apreciar un excelente resultado, con muy buena sensibilidad y manejo. Realmente muy interesante para seleccionar la zona de enfoque con un toque para grabación de vídeo y el live view. Aunque también cómodo para acceder a todos los controles, siendo muy rápido y fácil acostumbrarse. Buen trabajo en este sentido, también en cuanto a su luminosidad y visibilidad en exteriores.
La buena pantalla y su capacidad táctil servirá para incrementar su uso en detrimento del habitual visor. Algo quizás poco frecuente en muchos usuarios de réflex, pero realmente cómodo. Por cierto, que el visor mejora con respecto a la 60D (con un 96% de campo de visión) aumentando a un 98%, pero consideramos que una cámara réflex de gama media como esta no debería prescindir del 100%, por lo que nos obliga a tener cuidado al componer escenas especialmente en los bordes del cuadro, para evitar alguna sorpresa. La alternativa siempre estará usando el modo Live View (con cobertura del 100%).
A través del visor óptico encontramos tres nuevos iconos que hacen referencia a la selección del punto de AF, aunque son algo confusos y cuesta acostumbrarse a estas indicaciones con claridad.
Conectividad Wi-Fi efectiva
Como ya adelantamos en la primera toma de contacto, la EOS 70D posee una excelente opción con su conectividad Wi-Fi y la aplicación EOS Remote. Por cierto, una de las mejores aplicaciones para control, disparo remoto e importación de imágenes que he probado. Ofrece suficientes controles, fácil de manejar y, lo más importante, es rápida.
Aunque esto siempre hay que puntualizarlo, puesto que existe un pequeño lag entre el disparo desde el teléfono móvil y la captura con la cámara. Con todo, las opciones de conexión, las posibilidades de la aplicación y su manejo se pueden valorar muy positivamente.
Enfoque y el Dual Pixel CMOS AF
Antes de entrar en detalles, no podemos pasar por alto que el sistema de AF con sus 19 puntos (todos en cruz) cuando usamos el visor es rápido, preciso, sensible y sencillamente efectivo. Aquí si Canon ofrece un notable paso con respecto al modelo anterior. Y encontramos en la 70D un sistema de AF destacado para una cámara réflex de gama media. Era obligado porque en el mercado encontramos, por ejemplo, la Nikon D7100 con 51 puntos de AF (eso sí, solo 15 en cruz).
La principal novedad y la más llamativa de la Canon EOS 70D es la incorporación de la tecnología Dual Pixel CMOS AF. Ya hemos comentado en qué consiste, pero lo realmente importante es saber si funciona o no. A grandes rasgos hay que confirmar que es efectivo.
El modo Live View en una cámara DSLR da un paso adelante considerable. Ya no se trata de una opción poco manejable y algo engorrosa y lenta. El modo de visión en directo cobra más sentido. Es ágil, efectivo y ello invita a frecuentar su uso. Sobre todo unido a las posibilidades que permite la pantalla articulada. Con las pruebas realizadas el comportamiento del AF es muy positivo.
Con todo, hay que puntualizar que el sistema sigue un paso por debajo de lo que ofrecen en este sentido las cámaras sin espejo de objetivos intercambiables de última generación. El enfoque automático por detección de fase en estas cámaras se aprecia más veloz, pero no desmerece el trabajo de Canon, porque esta tecnología del Dual Pixel encuentra su mejor baza en la grabación de vídeo. Aquí el sistema de AF híbrido es de una gran ayuda, no en vano para determinadas situaciones el enfoque es el punto más crítico.
Como adelantamos, el sistema de AF (con Dual Pixel) es muy fácil de utilizar con la pantalla táctil. Tan sólo hay que seleccionar el área que queremos enfocar y con una transición suave y relativamente rápida, se logra un resultado preciso. Cuando encontramos una mayor distancia entre dos puntos, por ejemplo entre un elemento en el fondo de la composición y otro en primer término, es decir, con una amplia profundidad de campo, encontramos sus ventajas. Hay que constatar que esta situación es crítica y todo un reto para cualquier cámara (y objetivo), así que lo hemos puesto a prueba como se aprecia en el vídeo.
Las muestras están tomadas con el habitual objetivo del kit de la EOS 70D, es decir, el el Canon EF-S 18-135 mm STM y siempre con la mayor abertura posible.
Calidad de imagen y resultados
El ligero incremento de la resolución del sensor, aunque por debajo de lo que están ofreciendo otros modelos de la competencia, deja claro que Canon no quiere entrar en esta gama en la batalla por el número de megapíxeles. Prefiere apostar por un valor seguro, por su experiencia en este segmento. Encontramos que este sensor cumple con lo esperado, aunque había que valorar en detalle si el sistema de Dual Pixel y, por tanto, la duplicidad de fotodiodos, afectaba de algún modo a la resolución y calidad de imagen.
En términos generales no parece que así sea. Las pruebas demuestran que el rango dinámico en JPEG está mejorado con el modelo anterior, y más aún si trabajamos con archivos RAW. En este sentido poco que objetar. El resultado es bueno, propio de una cámara réflex de su categoría.
En cuanto a la señal de ruido se han encontrado más dudas. A pesar de que esta batalla está logrando muchas mejoras en otros sensores y fabricantes, en este caso a partir de 6.400 ISO el ruido es muy evidente, haciendo que la opción de 12.800 ISO sea poco práctica. Hasta 800 ISO el resultado es realmente bueno, incluso hasta 3.200 ISO podemos encontrar un buen control. Pero en situaciones de luminosidad no demasiado críticas, el uso de 6.400 ISO ya ofrece una señal de ruido muy perceptible desde la propia pantalla LCD.
Los ejemplos se pueden ver a toda resolución en nuestra galería en Flickr.
Conclusiones y valoración
Esta renovación, si somos minuciosos en los resultados, no ofrece un salto cualitativo excesivamente elevado con respecto a la EOS 60D. Al menos, tanto como parecía en un primer momento atendiendo a las especificaciones. Es cierto que el sensor mejora, que su velocidad de ráfaga es mayor, pero en cuanto a calidad de imagen y control del ruido no es tanta la diferencia.
Ahora bien, también dependerá del usuario y del uso principal que vaya a realizar. Para los que quieran sacar todo el partido a la conectividad Wi-Fi, su pantalla articulada, el uso del modo Live View y, sobre todo, para los más aficionados al vídeo, sí encontrarán argumentos de peso y diferenciales con respecto a la 60D, en incluso con la 7D. Y es que estos detalles sí consiguen que la Canon EOS 70D cobre mayor relevancia. El sistema de Dual Pixel funciona bien y es de suponer que en breve acabe llegando al resto de las gamas.
Eso sí, hay que comentar que aunque la opción más asequible es con el objetivo del kit (el mencionado 18-135 mm), es recomendable invertir en alguna opción de óptica de mayor calidad. De hecho este objetivo no consigue sacar todo el partido posible a la calidad de imagen que puede ofrecer la 70D.
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Flickr | Galería de muestras a resolución completa de la Canon EOS 70D
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