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La belleza de las cámaras de edición limitada

La belleza de las cámaras de edición limitada
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A las principales casas fotográficas siempre les ha gustado marcar las fechas importantes de sus calendarios con cámaras de edición limitada. Unas máquinas normalmente con pequeños cambios estéticos respecto al modelo original, producidas en tiradas muy cortas y con un precio bastante elevado que, al menos antes de la llegada de la era digital, aumentaba exponencialmente con el paso de los años. Un Olimpo con grandes joyas olvidadas al que algún que otro objetivo de los que ha marcado historia, como el Noctilux de Leica, también se ha animado a entrar.

Aunque por motivos más funcionales que conmemorativos, la serie F de Nikon fue una de las que disfrutó en su día de <a href=http://www.mir.com.my/rb/photography/hardwares/classics/nikonf3ver2/variations/f3limited/index.htm">mayor número de ediciones limitadas. Un servidor aún sigue utilizando una Nikon F3P muy popular entre los fotoperiodistas de la época por sus características, similar al modelo estándar pero con el cambio de carrete más rápido y zapata de flash. Pero, pese a la cantidad de versiones que lanzó Nikon en su día, ninguna alcanza en grandilocuencia a la Nikon FM Gold lanzada por la marca nipona en 1977. Con un acabado en oro y un Nikkor 1.4/50mm en el paquete, como se puede apreciar en la imagen superior, las 300 unidades de esta máquina destinada a celebrar a la vez los 60 años de Nikon en Japón y el lanzamiento de la serie FM, nunca salieron oficialmente a la venta. Desde entonces, no se recuerda un modelo tan exclusivo y llamativo de la marca, aunque la Nikon FE de piel de lagarto que salió el año siguiente le fue a la zaga.

The Hasselblad Gold Supreme

Otra a la que le gusta el oro para sus ediciones limitadas es a Hasselblad. Para celebrar el 50 aniversario del lanzamiento de su primera cámara, la marca sueca lanzó en 1998 la Hasselblad Gold Supreme. Una revisión de la 530CW con bordes chapados en oro de 24 kilates, color borgoña y chapa conmemorativa con la firma de Victor Hasselblad. Por supuesto, las Hassel no destacan por ser piezas que se puedan permitir todos los bolsillos y como comentan en numero f, este modelo en especial se cotiza ahora mismo en Ebay sobre los 5.600 euros.

O.Product

Pero no todo son versiones doradas de los productos de cada casa. Entre las ediciones limitadas también ha habido mucho tiempo para experimentar nuevos conceptos. Uno de los ejemplos más curiosos es la O.Product de la que Olympus lanzó 20.000 unidades a finales de los 80. Una máquina con un forma muy peculiar y un enorme flash (se podía quitar fácilmente) que pese a su extraño concepto contó con todas las características de la época: motor interno, auto carga, auto exposición, enfoque automático y flash automático.

Sin embargo, la llegada de lo digital ha acabado en gran medida con estas curiosas y preciosas máquinas de artesanía sustituyendo la mera conmemoración por criterios más ligados a la mercadotecnia. Sólo hay que echar un vistazo a la colaboración de hace tres años entre Gwen Stefani y HP para sacar 3.000 unidades de Harajuku Lovers. Hasta el nombre habla por si sólo. Pero otras muchas son las que han caído en la tentación de dinero rápido. Por ejemplo, Olympus lanzó en su día la DIGITAL MODEL 2003/2004, unas compactas de color rojo, bastante más bonitas que la de Gwen, en una colaboración bastante exitosa con Ferrari.

The White Stripes Holga

Pero las colaboraciones publicitarias entre marcas fotográficas y estrellas no siempre dan malos frutos. De hecho, hay que decir que a los lomógrafos se les da bastante bien. Más aún cuando Jack, el cantante de The White Stripes, está ahí para hacerte una versión especial de tu Holga con toda la parafernalia que tanto le gusta al grupo.

Y aunque cada vez es más difícil ver cámaras fotográficas de edición limitada en un mundo en el que los modelos son efímeros, existe algún ejemplo de buen hacer y de exquisita elegancia como en el pasado. Si personalmente tuviese que elegir uno para representar los últimos años, me quedaría con la Pentax K10D Grand Prix.

Pentax K10D Grand Prix

Diseñada para celebrar la consecución de tan importante premio en 2007, los cambios con respecto a la K10D normal no son muchos, pero el color marrón oscuro del cuerpo y la correa de cuero con letras doradas la convierten en uno de los modelos más bellos de los últimos años. Además, su elegancia la convierten en una máquina bastante discreta comparada con otros modelos de los que acabamos de hablar.

Sólo salieron 5.000 ejemplares de este último modelo, pero a día de hoy no resulta excesivamente difícil poder hacerse con una a buen precio. Ese es el problema de las ediciones limitadas en la era de lo digital, cada vez nos fijamos más en el papel de las espicificaciones y menos en la cámara y las sensaciones que transmite. Esperemos que esto no nos prive de poder seguir contemplando otra maravillas durante los próximos años sin tener que recurrir al caché de los buscadores.

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