Los rumores y filtraciones habían tomado, en las últimas horas, todos los medios de información sobre fotografía digital. Pero por fin, tal y como Olympus había anunciado, acaba de lanzar oficialmente su primera cámara con el sistema Micro Cuatro Tercios, la denominada Olympus E-P1. Una cámara que ofrece un nuevo concepto en el mercado, pero que recupera el espíritu de las clásicas cámaras Pen que la marca japonesa lanzó hace ahora, precisamente, cincuenta años con enorme éxito.
Pronto comprobaremos si el éxito se repite. De momento, la expectación es máxima y el aburrido y monótono mercado de la fotografía digital agradece el riesgo y el valor que ha tenido Olympus al presentar este nuevo concepto. Una cámara pequeña, manejable, a caballo entre una compacta y una réflex, pero sin el sistema de espejo de éstas y con un sensor y prestaciones más exigentes que aquéllas. Con la posibilidad de poder cambiar de objetivos, Olympus también ha lanzado nuevos objetivos, muy compactos, que son los llamados a acompañar su primera aventura en el sistema Micro Cuatro Tercios.
Aún es pronto para conocer el alcance y, sobre todo, los resultados técnicos de la Olympus E-P1, al menos conocemos con exactitud sus características, que son muy llamativas y estimulantes. Características que conforman una cámara de lo más interesante, más allá de su novedoso diseño, que será, sin duda, la seña de identidad de la máquina.
La E-P1, que prescinde de un visor y de flash integrado, alberga en su interior un sensor Live MOS de 12 megapíxeles, que se antojan más que suficientes (como se viene demostrando en los últimos tiempos). Asimismo, incorpora una pantalla de 3 pulgadas, sobre la que realizar el encuadre y realizar el enfoque por contraste. Aspecto éste, que a buen seguro Olympus habrá puesto todo su empeño, puesto que ante la ausencia de visor, se convierte en esencial para el manejo de la cámara.
Eso sí, la E-P1 viene acompañada de varios accesorios que la complementan, como, precisamente, un flash externo (FL-14) y un visor (V-F1).
El resto de características eran las conocidas por los rumores, antes comentados, que se acrecentaron en los últimos días. Así, incorpora un procesador TruePic V y una sensibilidad de hasta 6400 ISO, sin duda, toda una apuesta del sistema, puesto que siempre ha sido su punto más débil. Parece que Olympus ha desarrollado con especial énfasis en superar este hándicap del sistema y, según parece, puede haber encontrado la solución (a espensas de una prueba de campo que lo demuestre).
Por supuesto, y como Olympus siempre ha abanderado, la cámara incorpora estabilizador mecánico en el cuerpo y sistema de autolimpieza del sensor. También posee una velocidad de disparo de 3 fotogramas por segundo. Pero con la principal novedad, y a esto se suma la marca nipona a la tendencia impuesta en el mercado de los últimos meses, es que la E-P1 incorpora posibilidad de grabación de vídeo a 720p, sin duda, creo que un importante acierto, junto a la incorporación de conexión HDMI.
Otra novedad destacable es que admite las populares tarjetas de memoria SD y SDHC, dejando de lado las habituales xD-Picture de la marca. Otro acierto, que viene casi obligado por la extensión que este tipo de soporte tiene en la fotografía digital.
Por último, destacar que Olympus presenta la cámara con dos nuevos objetivos, los primeros del sistema Micro, como son el M.Zuiko Digital ED 14-42 mm f/3.5-5.6 y el M.Zuiko Digital 17 mm f/2.8, un “pancake” que le viene perfecto al concepto compacto y reducido de la E-P1. Aunque, para no limitarse en su arranque, también ha presentado un par de adaptadores para poder incorporar toda la galería de ópticas Cuatro Tercios existente.
Aplaudimos la novedad de Olympus y la recibimos con entusiasmo, a espera de probar y conocer sus resultados. Por cierto, llegará a las tiendas el próximo mes de julio en dos colores (plata y blanco) y varias combinaciones (también objetivos en plata y negro) con el objetivo 14-42 mm en un precio aproximado de 800 euros.
Vía | Olympus
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