Después de cinco años exprimiendo a tope a mi querida 350D, me he decidido a dar un salto y comprar la nueva Canon 7D. Lo cierto es que si no he cambiado antes de cuerpo, ha sido porque no encontraba los suficientes argumentos para auto-convencerme, a excepción de las series 1 y 5 de Canon, claro, que convencen a cualquiera en prestaciones aunque no tanto en precio.
Creo que Canon ha dado un buen paso con esta 7D, ya que representa una gama nueva situada entre las 30-40-50D y la 5D, con prestaciones similares a unas y otras, conjuntadas en un nuevo cuerpo. Los primeros resultados obtenidos por los usuarios anuncian que será un éxito, ya veremos. De momento os dejo un pequeño análisis con mis primeras impresiones y las “excusas” que me han movido a dar este salto.
Sensaciones de novato
De novato sí, pasar de la 350D a la 7D te hace sentirte novato en todo. Sólo abrir la caja y verla ya resulta un cambio, no quiero decir nada cuando la empuñas y notas que, por fin, la mano está hecha a medida de la cámara y no sobran dedos, incluso no se me hace necesario el grip. El tacto es muy bueno y da sensación de robustez y buena construcción.
Al colocarle cualquier objetivo y mirar por el visor te viene el segundo subidón de la tarde, ¡pero si ahí dentro hay luz! No será igual que el visor de una FF, pero es grande y se ve el 100% del encuadre, no te dejas elementos extraños fuera.
La enciendo con cuidado y empiezo a jugar con ella, una leve presión en el disparador y al instante un pitido, enfoque rápido. Aprieto a fondo y ¡PLAKA! que distinto y bien suena el obturador. ¿A ver una ráfaga? ¡PLAKA-PLAKA-PLAKA-PLAKA...! esta sí que parece una ametralladora.
Luego ya viene la parte más aburrida, lectura de manual, visionar los diferentes menús y probar todas las opciones y por fin una primera foto en serio para probar nitidez y colores:
tomada con el Canon 100mm macro, sobre trípode en M-RAW a ISO:100 y f:14
A falta de poner los ajustes adecuados, creo que todavía me falta mucho para aprender a manejar esta cámara, parece que da una calidad de imagen bastante buena, bien de nitidez y colores. Además en principio no parece tener muchos problemas con la difracción y un diafragma cerrado, pero eso lo veremos con más detalle en otro post.
¿Por qué cambiar a la Canon 7D?
Ya se que las respuestas a esta pregunta pueden ser muy subjetivas y que cada uno de nosotros valoraríamos distintos aspectos a la hora de sopesar una inversión de esta categoría, pero puede que mis motivos ayuden a alguien a decidirse, tanto a favor como en contra.
Principalmente:
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Por cuerpo: tengo las manos grandes y la 7D tiene un buen tamaño y peso, su agarre es muy bueno y puedo manejarla con más comodidad.
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Por construcción: robusta y sellada anti inclemencias meteorológicas (los rayos y tornados creo que sí le afectan…).
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Por su buena respuesta a ISOs elevados: si te gusta hacer fotos de noche creo que es importante este aspecto.
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Por la incorporación del control inalámbrico de varios flashes.
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Posibilidad de elegir el tamaño del RAW: parece que en los modos pequeños se reduce mucho el ruido y pocas veces voy a necesitar 18 megapíxeles.
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Por la posibilidad de contar con 18 megapíxeles para cuando los necesite.
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Por el tamaño y claridad del visor, su 100% de área de visión y la cantidad de información que muestra.
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Porque me he acostumbrado al formato APS-C y me viene bien para el tipo de foto que hago.
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Por la grabación de vídeo HD: nunca es tarde para aprender cosas nuevas.
Otros puntos a favor, aunque todavía hay que probarlos a fondo y ver si son tan buenos como dicen:
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Rapidez y precisión de enfoque.
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Precisión en la medición de la luz.
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Velocidad de disparo en ráfaga.
Reticencias
Evidentemente también había algunas cosas que me echaban para atrás y que han sido motivo de duda hasta el último momento:
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El precio: no es barata precisamente y si hago una inversión de esta importancia tengo que estar muy seguro de que esta cámara es la que estaba esperando.
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Sus 18 megapíxeles en un formato APS-C: tanto píxel en tan poco espacio da un poco de miedo, es un imán para la difracción y el ruido, pero aparentemente los ingenieros de Canon han resuelto estos dos aspectos con bastante soltura.
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Un aspecto que no se valora mucho pero que resulta muy útil, sobre todo en fotografía nocturna, es la incorporación del intervalómetro. Pues bien, una vez más y al igual que ocurre con el resto de cámaras de Canon, la 7D no lleva intervalómetro. Señores de Canon, por favor, pongan un intervalómetro en sus cámaras, si no saben como hacerlo pregunten a otros fabricantes como Nikon o Pentax, ellos sí los ponen y no se les caen los anillos.
Ahora ya la tengo en mis manos y pretendo sacarle todo lo bueno que me pueda ofrecer, así que toca hacer cientos de pruebas hasta encontrarle el punto dulce en cada situación.
Mi intención es ir haciendo análisis a fondo de algunos aspectos concretos de la 7D, comparativas de ruido a diferentes ISOs, comparativas de calidad y ruido con diferentes modos de archivo, ¿difracción?... Iré publicándolos en los próximos días a medida que los vaya elaborando.
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