Vamos a ampliar y completar el tema de la composición, que ya tratamos en la última entrega. Si recordamos, la popular regla de los tercios nos resulta de gran ayuda para componer nuestras fotografías en la mayor parte de las ocasiones. Con la práctica podemos ir acostumbrándonos a tener el gráfico de la cuadrícula en mente y ubicar los elementos que queremos destacar en esas intersecciones, que son los puntos fuertes.
Este es famoso gráfico que representa la ley de los tercios, destacando los puntos fuertes:
Otra opción complementaria para organizar el centro de interés es la simetría dinámica, que se basa en las proporciones de la sección áurea, pero utiliza las diagonales en vez de las cuadrículas. Diagonales que cruzan, imaginariamente, el encuadre de extremo a extremo.
Como podéis ver todo esto son sencillas reglas geométricas que, cuando uno está aprendiendo las tiene que tener en cuenta, pero a menudo que se va adquiriendo experiencia, uno llega a olvidarse, puesto que es un concepto que acaba asimilándose. Veamos ahora algunos sencillos consejos para aplicar la composición y lograr imágenes que funcionan.
- Simplificar. Es sin duda lo más importante. Hay que desechar aquellos elementos que distraen la atención del encuadre, eliminar lo que no contribuye a transmitir el mensaje de la imagen. Para lograr esta simplificación, lo mejor es encuadrar en el momento del disparo, aunque podemos apoyarnos para mejorarlo en el proceso digital posterior en el ordenador.
- Utilizar líneas. Podemos utilizar las líneas naturales que nos encontramos en cada escena: una carretera, una sombra proyectada, un edificio,... Ya sean horizontales, verticales, diagonales, curvas o rectas, con ellas se consigue transmitir fuerza, dinamismo y ayudan al ojo del espectador a recorrer la imagen, a modo de guía visual. Lo lógico es que se logre converger las imágenes en los puntos fuertes, que no se crucen y generen profundidad (como los puntos de fuga en pintura).
Usar formas básicas. A la hora de fotografiar nos encontramos formas y, a menudo, si nos fijamos bien, podemos apreciar que existen geometría en ellas, Por ello combinarlas y jugar con ellas ayuda a mejorar la composición. Por supuesto, hay que tener en cuenta la textura, la iluminación y el color que son elementos que complementan las formas, las generan y las destacan.
Primer plano, plano intermedio y fondo. Hay que cuidar especialmente la profundidad de campo. Para ello, además de utilizar la perspectiva, la iluminación y el encuadre, tenemos que prestar especial atención al enfoque. Un enfoque selectivo destacará el elemento en la composición, quedando desenfocado el resto, lograremos captar la atención sobre el motivo que queremos destacar.
Como podéis apreciar el tema de la composición se presta a profundizar en él y tratar todos sus aspectos con más detalles, incluso trasladar todas estas formas de aplicarlos a los distintos géneros (paisaje, bodegón, retrato,...). Pero, como siempre insistimos, es necesario hacer muchas fotografías para practicar y ver a los grandes fotógrafos para aprender y entrenar nuestro ojo. Os recomiendo visitar las galerías del portugués Tiago Estima, todo un maestro en la composición fotográfica.
Fotos | Galería de Tiago Estima en photo.net