No, Erwin Olaf (2 de junio de 1959, Holanda) no está loco en el sentido médico ni mucho menos pero es un loco genial. Uno de esos genios excéntricos que nos regala la humanidad de vez en cuando y que ha dedicado su vida a cambiar la fotografía, concretamente, la fotografía comercial.
La fotografía de Erwin Olaf podría considerarse una mezcla explosiva entre el fotoperiodismo y la fotografía en estudio, algo que combina maravillosamente y que impacta para bien o para mal. No deja indiferente a nadie. Su despegue internacional sucedió en 1988 a raiz de su serie “Chessmen” por la que fue galardonado con el primer premio en el concurso para jóvenes talentos “Young European Photographer Competition”. Tras este premio le siguió una exposición en el Museo Ludwig de Colonia, Alemania que, definitivamente, le lanzó a la fama.
Erwin Olaf, el genio de la fantasía
Si hay algo que domina en toda la fotografía de este holandés, es la fantasía. Fantasía entendida no como mundo irreales dalinianos sino en el sentido de que pretende a través de sus imágenes sugerentes que nosotros fantaseemos e incluso tengamos pesadillas, a veces.
Una de sus grandísimas virtudes es que siempre nos muestra el momento antes o después de suceda algo. Ofreciéndonos completar la imagen en nuestro cerebro o pretendiendo que averiguemos lo que ha ocurrido antes. De esta forma construye una auténtica narrativa visual, a veces, a partir de imágenes únicas y no series de fotografías como suele ser más habitual en otros fotógrafos.
Erwin Olaf y sus preocupaciones personales
Otra cosa que trata a lo largo de sus fotografías son sus preocupaciones personales, algo que puede entenderse si vemos su evolución desde que tenía 20 años y comenzó a darse a conocer.
Sin embargo parece que el viaje, la soledad, la espera y el deseo se convierten en los temas centrales que caracterizan el trabajo de Olaff, al menos según van pasando los años.
En mi trabajo personal quiero que la gente piensa en el texto de la fotografía. Creo en un aspecto muy estilizado en la fotografía, que se basa en el espectador ... y en que se vean atrapados en la "belleza", para a continuación, enviarles el segundo mensaje o concepto
Fashion Victims, una serie que le dio fama mundial
Si hay un trabajo que le dio reconocimiento internacional, incluso a nivel popular, sin duda es el de "Fasion Victims", termino que utilizaba el conocido modisto Oscar de la Renta para identificar a personas que eran incapaces de conocer los límites de la moda.
Se aplica a personas que se dejan llevar fácilmente por los caprichos y el materialismo, y que son dados a los excesos en el campo de la moda. Gente a merced del dictado absoluto de la moda.
Con esta idea y hasta el extremo, Erwin Olaff explora a través de un estilo erótico y sadomasoquista los extremos de las marcas y la moda mezclándolo con sexo.
Sus trabajos comerciales, una combinación algo diferente
Pero sin duda, me apasionan sus trabajos comerciales. Trabajos en los que se ve a un fotógrafo menos íntimo y más exigente combinando muchos mensajes subliminales y perfectamente estudiados.
Mensajes que, por otra parte, encajan perfectamente con lo que le exige el cliente. Pero sin embargo, según el propio Olaf, su trabajo personal es lo más importante ahora mismo habiendo llegado a un punto en el que, afortunadamente para él, no necesita de tantos trabajos comerciales como en el pasado y puede elegir perfectamente qué trabajos realizar y cuáles no.
Un faceta comercial ésta que, lejos de pensar lo contrario, le apasiona puesto que, según comenta, el tener un reto o desafío externo siempre es algo estimulante para una mente creativa como la suya.
Erwin Olaf y su receta: fotoperiodismo y estudio
Durante su trayectoria artística ha explorado en los campos del cine y el vídeo. Su ópera prima como co-director junto al pintor F.Franciscus fue la película ‘Tadzio’ en 1991. Luego de esta experiencia en el mundo cinematográfico, continuó desarrollando comics para niños en televisión, cortometrajes, videoclips y colaboraciones para el Ballet Nacional Holandés.
En 1999, fue merecedor del ‘León de Plata’ en Festival de Publicidad de Cannes gracias a sus fotografías para la campaña mundial de la marce de ropa Diesel.
En el 2003, creó el vídeo ‘Separación, lluvia y duelo’. Dado el carácter de sus películas, sería válido afirmar que estas son una forma de evocar sus fotografías a través de historias similares, a lo que plasma en cada una de sus series o muestras artísticas.
La mezcla de fotoperiodismo y estudio en toda la variedad de imágenes que ha capturado durante su vida como fotógrafo le han permitido dar ese toque único en sus trabajos de publicidad realizados para marcas populares como Lavazza, BMW, Microsoft y Nintendo, entre otras. De igual forma, actualmente trabaja para las revistas ‘The New York Times Magazine’, ‘The Sunday’ ‘Elle’ y ‘Citizen K’, principalmente.
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