Nos deja Saul Leiter, el fotógrafo más colorido de la Escuela de Nueva York

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Fotógrafo. Pintor. El fantasma de Hopper vagando por las fotografías de Saul Leiter. Encuadres que delimitaban escenas. Colores que abren nuestros párpados. Elegancia. La calle. Los autobuses. Las miradas a través de ventanas. El espejo donde nos miramos cada día cuando buscamos estampas que él ya había atrapado hace tiempo. Un autor que sólo puede gustar. Nos deja. Pero no para siempre.

Ayer falleció uno de los fotógrafos más admirados por quienes viven apasionadamente la fotografía callejera. Su exposición "Una búsqueda de la belleza", ya el título prometía, visitó Valladolid hace más de un año, fue una ocasión excepcional para conocer 89 de sus imágenes a caballo entre la pintura y la fotografía. Hoy su obra seguramente sea más comentada que nunca. Y su documental, ese del que os hablamos que se estaba financiando por crowdfunding, estará siendo también más solicitado que nunca.

Una vida de fotografía en color

Habiendo comenzado con 12 años a fotografiar con una Detrola, a los 23 marchó a Nueva York interesado por la pintura abstracta y convencido de que quería ser artista, dejando así un futuro como rabino marcado por su familia. Allí, influenciado por W. Eugene Smith, comenzó con la fotografía en blanco y negro gracias a una Leica de 35mm para más tarde, en 1948, empezar con sus primeras instantáneas en color.

Me han descrito como un pionero. ¿Soy un pionero? No sé si lo soy. Quizá lo sea. Quizá no. No importa si lo soy o no.

La fama no era algo que le interesase demasiado, lo deja claro con estas palabras. Pero quisiera o no, fue pionero en el uso del color por encima de Eggleston y Stephen Shore puesto que comenzó a utilizarlo a finales de los años 40. Toda esa fascinación por el color le venía de su faceta como pintor. Incluso adquiría material caducado para experimentar con los tonos que surgían del paso del tiempo.

La abstracción fue otra constante en su obra. También muy propia de la pintura que le hizo destacar sobre sus contemporáneos ofreciendo un halo de modernidad que ha traspasado hasta nuestros tiempos. ¿Quién diría que sus creaciones son de mediados del siglo XX?

Un fotógrafo cuya obra ha cubierto las paredes de los grandes museos, que fotografiaba sus calles más cercanas por puro placer mientras se ganaba la vida como fotógrafo de moda, un visionario por su manera de ver en el color algo más que un tratamiento para encargos comerciales, dando así la espalda al blanco y negro canónico y haciéndonos comprender la belleza con imágenes más allá de las palabras.

Si tuviera dinero cubriría las paredes de mi salón con imágenes de Leiter, ahora lo voy a tener más dificil porque los costes se habrán elevado, me queda la imaginación y su recuerdo, construiré hologramas en su honor y dejaré caducar los carretes en mi vieja Rollei, quizá entre algún negativo resurja un leve suspiro que me recuerde al fotógrafo americano. Hasta el momento, esperaré que sus fotografías puedan verse de nuevo por estos lares. Me quedo buscando el documental sobre sus lecciones de vida. Descansa en paz, mago.

Fotógrafo Saul Leiter

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