¿Qué hay que tener en cuenta para conseguir un enfoque perfecto con nuestra cámara?

¿Qué hay que tener en cuenta para conseguir un enfoque perfecto con nuestra cámara?
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Cuando empezamos a tomarnos la fotografía en serio, uno de los primeros aspectos en los que nos detenemos con más ahínco es en los fallos de foco que detectamos en nuestras imágenes y a qué se deben. Hay una cantidad enormes de factores que afectan a lo definido que está el foco en nuestra imagen que os vamos a explicar en este artículo.

Lo primero que tenemos que tener claro es que el enfoque es un factor más a tener en cuenta a la hora de evaluar qué buena o mala es nuestra imagen (dependiendo siempre de su uso), y que muchas fotos con buen enfoque no son muy interesantes, así como otras con un enfoque no demasiado claro pueden ser excelentes. Todo depende de qué busquemos.

A continuación podéis ver cuatro elementos qué afectan a nuestro enfoque:

Nosotros mismos y nuestro entorno

  • Empecemos por lo más obvio: somos seres humanos, estamos vivos y nos movemos, incluso cuando estamos quietos. Esto implica que si tenemos un mal pulso, cuando empezamos a disparar a velocidades lentas (1/60, 1/30...) nuestra imagen puede estar trepidada. Esto significa que está movida, perdiendo definición y dando muchos problemas a la hora de retocarla.

    ¿La solución? Conocer a partir de qué velocidad de disparo nuestro pulso nos juega malas pasadas, y si necesitamos más luz, subir el ISO. A muchos no nos gusta el grano, pero siempre es preferible algo de grano a tener una imagen trepidada o subexpuesta.

  • Si fotografiamos en la calle, cada día es una aventura, y es que la presencia de una simple nube nos cambia por completo la forma de enfocar de nuestra cámara. Como linea general, tendremos más problemas a la hora de enfocar correctamente en días de sol duro, aunque hoy día los sensores de las cámaras de última generación se comportan prácticamente genial en toda situación de luz que podamos encontrar haciendo foto callejera.

  • Ojo con los teleobjetivos, a mayor zoom mayor facilidad para que nuestra fotografía esté trepidada, por lo que habrá que subir la velocidad de disparo o hacer uso de tripode ya que los teleobjetivos son muy sensibles a cualquier movimiento. Y mucho cuidado si tenemos un objetivo de focal variable, ya que al cambiar por ejemplo de 24mm a 70mm y no cambiar la velocidad de disparo, es muy probable que perdamos algo de definición al disparar a pulso

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El objetivo

  • Más allá de que a más dinero invertido en un objetivo, mejor debería enfocar, en prácticamente todos los modelos vamos a encontrar una capacidad máxima de enfoque dos diafragmas por encima de su máxima apertura y 2-3 puntos por debajo de su diafragma más cerrado. De esta forma, si no nos encontramos fotografiando en situaciones lumínicas no muy malas, siempre es mejor disparar a F 2.2 que a 1.4 si nuestro objetivo nos lo permite.

  • Es importante saber donde enfocamos. Nuestro objetivo lo tiene mucho más fácil si enfocamos en lugares donde se produce contraste de luces o cambio de colores, que si disparamos sobre una superficie plana y lisa. Es por ello que tanto nos gusta enfocar a los ojos (más allá de que es lo lógico a la hora de hacer un retrato), ya que están húmedos (las superficies húmedas ayudan mucho a enfocar), y ofrecen muchos elementos de contraste como los colores, las pestañas...

    Por otro lado, si probamos a fotografiar una pared blanca sin texturas, nuestro objetivo lo va a pasar realmente mal. Por tanto, a más texturas, colores y contrastes, mayor facilidad para enfocar.

  • Además nuestro objetivo puede tener problemas de enfoque que vienen de fábrica, algo que podemos detectar y corregir con algunos cuerpos.

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Nuestra cámara

  • A veces nuestro cuerpo (modelos profesionales y algunos semi profesionales) nos permite corregir problemas de foco que se deben a nuestro objetivo o al propio cuerpo. Por norma general, no es bueno obsesionarse con esto si no detectamos con nuestros propios ojos que hay un problema evidente de foco (la excepción sería si hacemos trabajos donde el foco tiene que estar clavado al milímetro como en fotografía de pinturas).

    Si enfocamos correctamente pero el enfoque está por detrás de lo que enfocamos (problema de back focus) o por delante de lo que enfocamos (problema de front focus) nuestra cámara nos permite corregir mediante microajustes el propio cuerpo o la relación del objetivo con la cámara si fuera un problema de la lente.

    Para asegurarnos de que hay un problema de foco, podemos descargarnos algunos de las hojas de ajuste de foco que hay disponibles en Internet, o utilizar un metro pegado a una pared (un método poco ortodoxo pero que nos viene bien para hacer un primer análisis). Mediante una fotografía complétamente frontal a la hoja de ajustes, podremos comprobar si aparece enfocado en nuestra imagen aquello que indicamos a la cámara que queremos enfocar o si por el contrario, tenemos que arreglar el foco.

    Si este es el caso y tienes la cámara u objetivo que da problemas en garantía, cámbialo, es siempre mejor.

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Uso de software

  • Lo último que podemos hacer para darle más presencia al foco de una fotografía, es hacer uso de software para reforzarlo. Obviamente esto es lo último que hacemos, pero además debe ser el último paso que demos cuando editemos nuestra fotografía, ya que afecta profundamente a todos sus píxeles y nos darán problemas si tras aplicarles una capa de enfoque nos enfrascamos en retoque. Siempre será el último paso que demos. Os dejamos dos formas muy populares de enfoque mediante el software Adobe Photoshop:
  • Máscara de enfoque. El enfoque más popular por su facilidad de uso y por dar unos resultados pasables para la mayoría de fotografías a las que queramos darle un puntito extra de enfoque sin perder mucho tiempo. Para utilizarlo, duplicamos la fotografía que queramos enfocar, (que será la imagen a la que le aplicaremos el filtro). El filtro lo encontramos en la sección filtros / enfoque / máscara de enfoque. Por norma general suelo trabajar con los valores cantidad 90%, radio 2 píxeles y umbral 30 niveles. Estos valores son algo fuertes, pero vienen bien para saber donde está el foco en la fotografía.

    Posteriormente, jugamos con la opacidad del enfoque disminuyéndolo hasta que no sea muy marcado (si es muy fuerte, la fotografía queda con una textura que la hace parecer de plástico). Os dejamos un ejemplo, a la izquierda imagen limpia, a la derecha imagen enfocada, donde podemos apreciar que el foco se encuentra en el árbol y no en el sujeto retratado, probablemente debido a un problema de foco en el objetivo.

Foco 1
  • Filtro de paso alto. Otro de los métodos de enfoque más populares y que ofrece algo más de calidad. Nos permite rescatar foco de texturas en situaciones como fotografías a contraluz y no afea tanto la imagen si lo utilizamos de forma exagerada, aunque no es recomendable.

    Para hacer uso de este filtro, duplicamos la imagen que queremos editar y la desaturamos en el menú Imagen / ajustes / desaturar. Posteriormente vamos al menú Filtros / otro / paso alto, y lo aplicamos a un 10% a nuestra imagen (veremos en esta versión nuestra foto en blanco y negro así como dónde se encuentra el foco en la imagen). Posteriormente unimos esta nueva capa enfocada a la fotografía original mediante el comando sobreponer y le vamos bajando opacidad hasta que no sea demasiado marcado el efecto.

    En el siguiente díptico podéis ver el efecto de este filtro aplicado con mesura en la imagen izquierda y con demasiada intensidad en la imagen de la derecha.

Foco 3

Foto de portada | Edward Simpson

Fotos de apoyo | The Pinch, Bruce Turner y Adrian V Floyd

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