Hace sólo unos días hablábamos por estas latitudes de Airsick, un corto hecho con 20.000 fotos. Como recordaréis, la técnica que se empleaba en su elaboración era el stop-motion.
Personalmente cada vez me interesan más estos proyectos, pues llevan la fotografía a un punto más lejano y la convierten en imagen en movimiento sin ser vídeo. Y aunque sé que la técnica es más vieja que el picor, no dejo de encontrar en ella un espacio diferente, una forma de expresión muy interesante a medio camino entre la foto y el vídeo, con sus ventajas y sus inconvenientes.
Uno de los ejemplos más populares de la red es la compilación de seis años de autorretratos diarios que publicó el fotógrafo neoyorkino Noah Kalina. Muy llamativo, aunque es sólo una de las posibilidades de la técnica.
Seguiremos investigando y escribiendo sobre ello. Mientras, aquí os dejo una pequeña selección de los vídeos más espectaculares que nos ofrecen desde Fogonazos, que nos han servido para pensar y escribir acerca de esto hoy:
Excusa | Fogonazos
Ver 2 comentarios