Leica M-A: la nueva telemétrica de película de la firma alemana promete «excelencia mecánica»

Todos sabemos que Leica «hace la guerra por su cuenta». La veterana empresa alemana suele mantenerse al margen de modas y tendencias, algo que no tiene por qué estar mal en absoluto. De hecho, esta filosofía ha sido la que, en cierto modo, le ha permitido ganarse esa aureola de exclusividad que tantos aficionados admiran. Bueno, esto y los precios de sus cámaras. Sin embargo, en esta edición de Photokina nos ha deparado una sorpresa más, al margen de su también impactante M Edition 60: una nueva cámara telemétrica de película y 100% mecánica.

La Leica M-A, que es la designación de esta cámara «a la última», ofrece, según sus creadores, lo más avanzado en mecánica y una ingeniería de precisión. Si lo dijese otra empresa probablemente solo pensaría que es un eslogan publicitario, pero, honestamente, conozco la construcción y el acabado de las cámaras de Leica (aunque confieso que nunca he tenido una), así que me lo creo. Sobre el papel, esta M-A tiene buena pinta. Eso sí, para los fotógrafos a los que aún les atrae la fotografía química.

Leica M-A, principales especificaciones

Tipo	Telemétrica de 35 mm con obturador mecánico
Montura	Leica M
Objetivos	Leica M, de 16 a 135 mm
Control de la exposición	Manual (obturación y abertura)
Visor	Óptico directo con compensación automática del paralaje
Corrección de dioptrías	De -3 a +3 (ajustada a -0,5)
Magnificación	0,72x (para todos los objetivos)
Velocidad de obturación	De 1 a 1/1.000 s
Carga de la película	Mediante compuerta manual
Cuerpo de la cámara	Metálico, de una sola pieza
Acabado	Negro y plateado
Trípode	A 1/4, DIN 4503 (1/4")
Dimensiones	138 x 38 x 77 mm
Peso	578 g

Mecánica al 100%

Al parecer, el manejo de esta cámara es totalmente convencional, lo que revela que en Leica han preferido respetar la tradición y fabricar una cámara a la antigua usanza, pero con los recursos y la tecnología actuales. Obviamente, carece de monitor LCD TFT, por lo que es necesario leer todos los parámetros (velocidad de obturación, abertura, sensibilidad, etc.) directamente observando el cuerpo de la cámara.

Fieles a su fama de maniáticos de los detalles, sus diseñadores incluso han decidido omitir el punto rojo característico del logotipo de la marca para reforzar la exclusividad de la M-A y su carácter clásico. Desde luego, es evidente que no es una cámara para todos los públicos. Y su precio, como de costumbre, será muy alto: 4.750 dólares (cerca de 3.700 euros). Llegará en octubre en dos colores, plateado y negro, y en el paquete vendrá incluida la venerada película Tri-X 400 de Kodak.