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Es mentira que los objetivos cambien la perspectiva

Es mentira que los objetivos cambien la perspectiva

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Es mentira que los objetivos cambien la perspectiva

Estamos ante una de las dudas más comunes cuando empezamos en el mundo de la fotografía. Un error que se ha ido pasando de generación en generación y que casi se ha convertido en una máxima. Los objetivos no tienen la propiedad de alterar la perspectiva. Todo depende del punto de vista, de la distancia de la cámara al objeto.

Es increíble la cantidad de literatura que podemos encontrar sobre este tema. Es algo que se afirma por defecto en muchos manuales, páginas web y cursos. Parece un eterno corta y pega cuando dicen que los teleobjetivos comprimen la perspectiva y los angulares la estiran.

Es una forma muy simplificada de afirmar algo. Y lleva a la confusión una y otra vez. Así parece que tienen propiedades para alterar el espacio, como si estuvieran diseñados por el profesor Xavier o por Tony Stark del universo Marvel.

Persix 300 mm

Lo mejor en estos casos, como siempre, será hacer pruebas para confirmar lo que estamos diciendo. Intentaremos ser lo más precisos posible pero igual nos dejamos algo en el tintero. Por lo tanto si alguien ha estudiado Óptica o tiene más experiencia será estupendo contar con sus correcciones y puntualizaciones para que a todos nos quede perfectamente claro. Y juntos rechazaremos por fin la falsa creencia sobre la perspectiva y los objetivos.

La realidad sobre la perspectiva y los objetivos

Ni los objetivos angulares separan los elementos ni los teleobjetivos los unen. Es una forma muy sencilla de explicar lo que vemos pero no se acerca a la realidad. Simplemente es mentira.

Persiii 24 mm

Elegir un objetivo de nuestro arsenal u otro es algo que siempre nos han dicho que es fundamental para hacer un paisaje o un retrato. Que los teleobjetivos comprimen las facciones y sacan a las personas más favorecidas.

O que gracias a un angular extremo los paisajes son más llamativos por el volumen que dan... Si pensamos así simplemente es algo que hemos entendido mal o que nos han explicado de forma errónea.

Persii 50 mm

La perspectiva solo depende de nuestra posición respecto al objeto. Nada que ver con una distancia focal u otra. Los objetivos solo abren o cierran el ángulo de visión. Lo único que hacen es recortar la imagen. No hacen otra cosa. La realidad es así de simple (o complicada).

Los objetivos solo recortan el ángulo de visión

Para demostrar lo que estamos contando hice hace muchos años las fotografías que ilustran este artículo. Coloqué la cámara en el trípode y empecé a fotografiar con un 24 mm y llegué hasta un 300 mm. Es lo único que cambié, la distancia focal. Y si os fijáis bien, la distancia entre los objetos no cambia. Siempre es la misma. Lo único que observamos es un recorte del ángulo de visión.

Persx 70 mm

La perspectiva solo cambia si nosotros cambiamos de posición. Es decir, si nosotros nos acercamos o nos alejamos de lo que estamos fotografiando. Pero nunca por el objetivo que tengamos montado en la cámara. Da igual que sea un angular o un teleobjetivo.

La perspectiva solo cambia si nosotros cambiamos de posición. Es decir, si nosotros nos acercamos o nos alejamos de lo que estamos fotografiando.

Si cambiamos nuestra posición cambia la relación entre los objetos que forman la imagen. Pero si seguimos en ese punto y cambiamos el objetivo de nuevo solo habría un recorte. Eso sí, no podemos evitar los efectos ópticos propios de cada diseño óptico, como la distorsión en acerico o en barrilete, por ejemplo. O el clásico aumento de los objetos más cercanos en relación con los lejanos cuando disparamos con un ultra angular.

Esto se conoce como distorsión de la perspectiva, más exagerado en un gran angular por su mayor ángulo de visión. Como dice Un angular ofrece además un mayor ángulo de visión y por eso parece que la distorsión es mayor, por la relación entre los diferentes elementos. Y como bien dice Guillermo Luijk:

Un objetivo angular, al proporcionar un mayor ángulo de visión hará que entre en el encuadre una mayor porción de escena, y será precisamente en los bordes añadidos donde más se notará la deformación causada por la perspectiva. Esta deformación aparente es consecuencia ineludible del hecho físico que tiene lugar cuando realizamos una fotografía: una escena tridimensional se proyecta de manera rectilínea sobre un plano (en este caso el plano del sensor). Los elementos que resulten más alejados del centro de la imagen aparecerán «estirados», y las líneas rectas convergerán de acuerdo a una perspectiva cónica.

Persvii 100 mm

Los más escépticos pueden hacer el experimento en su casa. Si colocamos una pelota en la mesa y nos acercamos o alejamos veremos cómo cambia (aparentemente) su tamaño en relación con lo demás. O trata de mirar esa pelota a través de un rollo de papel de cocina. Al perder la relación con lo que le rodea parece más grande.

¿Y ahora qué hacemos con nuestros objetivos?

La fotografía que abre el artículo solo ha colocado una fotografía hecha con un 200 mm sobre una hecha con un 50 mm. Las distancias coinciden. El teleobjetivo no comprime ni el angular separa. Todo está en su sitio, nada ha cambiado de lugar. Solo es un recorte.

Persi Una fotografía hecha con un 200 mm superpuesta sobre una hecha con un 50 mm

Si tenemos una cámara con millones de píxeles podríamos tener solo un buen objetivo de 24mm e ir recortando para conseguir el ángulo de visión que necesitemos sin problema alguno. Solo perderíamos la distorsión de perspectiva lo que en muchas ocasiones es incluso una buena noticia.

Algunos hemos vivido engañados tras años y años de escucharlo. Pero como podéis ver en los ejemplos los objetivos no tienen el poder que les habíamos otorgado. Todo depende de la distancia respecto al sujeto. Los objetivos solamente recortan. Y todos los problemas como distorsiones o aberraciones las podemos corregir en Adobe Camera RAW, por ejemplo.

Así que a partir de ahora la única forma de cambiar la perspectiva de las cosas es andando, cambiando nuestro punto de vista y listo. El buen fotógrafo es el que gasta suela.

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