El formato TIFF a debate: ventajas e inconvenientes

El formato TIFF a debate: ventajas e inconvenientes
10 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Como sabéis, los archivos TIFF han perdido algo de «tirón», al menos en lo que concierne estrictamente a las cámaras fotográficas digitales. Hace unos cinco años buena parte de las cámaras réflex lo utilizaban para almacenar las instantáneas que tomábamos con ellas; sin embargo, actualmente prácticamente ninguna lo usa en favor del formato JPEG.

Los archivos TIFF (Tagged Image File Format) fueron diseñados a mediados de los años 80 por la compañía Aldus para almacenar imágenes de alta resolución utilizando etiquetas, aunque ahora pertenecen a Adobe, que se fusionó con Aldus en 1994. Pueden ser monocromáticos, en escala de grises o en color, utilizando en este último caso varias profundidades (8, 24, 32 bits, etc.). También pueden comprimirse empleando varios algoritmos distintos sin perder calidad, y son compatibles con varios espacios de color (Lab, CMYK, RGB, etc.).

Otra ventaja de este formato que, por su importancia, merece ser reseñada, es su implantación. Y es que los ficheros TIFF pueden ser manipulados por prácticamente cualquier aplicación de edición fotográfica o diseño del mercado. Y esto no es todo. Además, pueden almacenarse con capas y guardarse una y otra vez sin deteriorarse.

Una tecnología superada

A pesar de todo, la en su momento ingeniosa tecnología de Aldus ha sido batida. Actualmente tenemos a nuestra disposición otros formatos de imagen con características más atractivas que TIFF. Los ficheros almacenados en este último formato son pesados, sobre todo si contienen varias capas, y su compresión no es muy eficiente. Hay opciones, como PSD, por ejemplo, que ofrecen una calidad equivalente y una compresión mucho mayor que TIFF.

Además, las técnicas de compresión que se aplican actualmente a los archivos JPEG se han depurado mucho. De hecho, un JPEG puede ofrecer un acabado cercano al de un fichero comprimido sin pérdida de calidad, pero ofreciendo un «peso» mucho menor. Aunque, si guardamos muchas veces el mismo archivo, la pérdida de calidad será cada vez más perceptible.

¿Qué opináis vosotros? ¿Creéis que el formato TIFF está abocado a la extinción? ¿Lo seguís utilizando, u os habéis decantado por otras opciones, como JPEG, RAW, DNG o PSD, por ejemplo?

En Xataka Foto | Curso de Fotografía: 37. Tipos de archivos fotográficos

Comentarios cerrados
Inicio