Ampliar la visión creativa y técnica requiere de practicar y salir de nuestra zona de confort. Ya hemos pasado por varias propuestas de exploración, como la fotografía de producto para mejorar nuestro flujo de trabajo y la fotografía de aves para mejorar nuestra planificación. En esta ocasión os traemos nuestra experiencia en la fotografía de retrato de mascotas.
El azar
En el mundo de la fotografía se dice que lo más difícil es trabajar con niños y animales, debido a su impredecibilidad. En el pasado os hemos traído consejos de profesionales en este tipo de fotografía y consejos específicos para fotografiar gatos y perros, aunque lo más probable es que muchos nos enfocamos solo en ver las imágenes tiernas.
Durante esta exploración no solo tuvimos el tiempo de ser felices al interactuar con las mascotas, sino que además pudimos aprender de primera mano elementos encontrados en este tipo de fotografía.
Lo primero que se aprende al entrar en la fotografía de mascotas es que hay que establecer un método práctico que se pueda aplicar al comportamiento de los animales. Las primeras dos exploraciones realizadas fueron con gatos y su contraste no podía ser mayor. Estos dos sujetos fueron las pruebas para establecer el método.
Al principio, el acercamiento planteado era llevar un equipo básico a cada casa de quienes ofrecieron sus mascotas. Sin embargo esto formulaba un problema: si el espacio no era el suficiente, entonces tal vez la óptica planteada tampoco iba a funcionar. Quería realizar la serie con un 90mm. Tras experimentar en un departamento amplio y uno pequeño, logre establecer necesidades del espacio.
El siguiente paso era definir un estilo de luz. Me gusta trabajar principalmente con fuentes amplias y difusas, pero para optimizar el equipo no quería cargar algo que ocupara más de dos manos. Mi primer experimento no tuvo en cuenta establecer un fondo, por lo que es la exploración más alejada del proceso.Tras mi segundo sujeto, establecí un sistema. Este se compone de dos luces, donde mi luz de fondo funcionará como contra; mientras que la principal sería una lateral suavizada con una difusión.
Ahora, quedaba lidiar con lo más pesado: el carácter de los animales. El primer sujeto era muy calmado, mientras que el segundo era muy inquieto. Sabía que lo más recurrente en esta exploración iba a ser la segunda actitud. Debido a esto, fue necesario establecer un área de trabajo reducido. Una pequeña mesa que limitara el rango de acción del animal para poder tener control en foco y momento de toma. Momentos que además son muy fugaces salvo que sean mascotas ya entrenadas.
Esta exploración entonces lleva consigo un elemento clave para la fotografía en general: Creación de sistemas de series. El plantear cada elemento a través de ir explorando permitió plantear una pequeña serie que se podía aplicar a las distintas mascotas encontradas en el camino.
Además de que trabajar con mascotas es divertido y uno se muere de amor por los animales retratados, este trabajo de pensar sistemas para optimizar una serie ayuda a plantear sesiones más eficientes, facilitar el trabajo y dar una sensasión de seguridad ante los clientes. Es una exploración que no os podéis perder de experimentar si os gustan los animales y queréis pasar un tiempo retador y divertido.
Quienes practicáis este estilo fotográfico de manera profesional, ¿qué recomendaciones tenéis para la comunidad?
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