La relevancia de la fotografía química en nuestros días

Casi toda la gente de mi edad empezó a hacer fotografías con película de 35mm. Muchos hemos tenido la suerte de revelar en un laboratorio o hemos vivido los nervios de no saber cómo habían quedado las fotografías hasta varios días después de llevarlas a la tienda. Muchos otros lo conocen porque se han preocupado en saber lo que es la fotografía química y muchos otros sólo han disparado en digital. ¿Cómo influye una en la otra?.

¿Qué es la fotografía analógica?

Antes de continuar me gustaría defender el término fotografía como el correcto para referirnos a la fotografía tradicional. Apellidarla como "analógica" o "química" es, para mí, tan absurdo como hablar de "escritura manual o analógica" frente a la "escritura mecánica o digital". Yo prefiero utilizar el término "químico" en lugar del retrónimo "analógica", así que en este artículo emplearé ambos para referirme a la fotografía tradicional.

Capas de una película fotográfica en color. 1. Base de la película, 2. capa antihalo; 3. Capa subyacente antiabarquillado; 4. La capa sensible a la luz roja; 5. La capa sensible a la luz verde; 6. Filtro Amarillo; 7. Azul capa sensible a la luz; 8. Filtro UV; 9. La capa protectora; 10. La luz visible.

La fotografía química es mucho más exigente que la digital. Desde el proceso de captura hasta el almacenamiento de negativo e imágenes pasando por todos los procesos previos para conseguir la imagen.

Captura: Había que pensar mucho más la fotografía debido, sobretodo, al número tan reducido de exposiciones que permitía.

Revelado: Había que conocer la técnica pero también saber conjugarla con el proceso creativo, como una suerte de alquimista que dirige la luz que pasa a través de la lente, haciéndola interactuar con los productos químicos en el papel, y conseguir que aparezca la imagen final.

Hoy en día la captura pierde espontaneidad al poder disparar cientos de imágenes,visionarlas en la pantalla de la cámara y seleccionar la definitiva en el ordenador. El revelado ha perdido magia y el bombardeo constante de imágenes han minado nuestra capacidad de sorpresa

Instagram antes de la era digital

Ahora disfrutamos mucho con aplicaciones como Instagram que aplicando una serie de filtros nos permite modificar el color, tono, contraste y saturación de nuestras imágenes. Pero antes, cuando solo teníamos la fotografía química, también contábamos con técnicas que nos daban unos resultados distintos a los convencionales y que fueron tan populares como la famosa aplicación.

Polaroid: Se inventó en la segunda década del siglo pasado, pero no sería hasta 1947 cuando se empezó a comercializar. Los tonos y colores diferentes que imprimía a las imágenes y, sobre todo, la inmediatez casi instantánea hizo que gozara de muchísima popularidad.

LOMO LC-A: Desde hace unos años el término "Lomografía" no es muy habitual e incluso moderno, si bien el término comercial es bastante actual no lo es tanto el formato en el que se basa. Por los años 80 nació "Lomo Kompakt" en la URSS, se trataba de unas cámaras con una construcción de lente que intensifica mucho los colores sobretodo en el centro de la foto, además viñetea un poco oscureciendo el tono en las esquinas de la imagen.

Procesos cruzados: Aún recuerdo la cara del dependiente del laboratorio donde yo revelaba de pequeño cuando le llevé un carrete de diapositivas y le pedí que me lo revelara con "c41", no era una cara de sorpresa, sino de satisfacción, me avisó de que ese no era el proceso para revelar diapositivas y que saldrían colores extraños, precisamente eso es lo que quería conseguir y el resultado fue divertido.

Almacenamiento y conservación de los negativos

Aunque no lo parezca hay cosas que no han cambiado tanto a la hora de almacenar imágenes antes y ahora. Nos referimos al etiquetado. Como habréis visto en la foto de la Polaroid ya nuestros padres etiquetaban las fotos para la posteridad. A nivel doméstico los álbumes también se etiquetaban por fuera y, habitualmente, los negativos se guardaban en el mismo album dentro de los plastiquitos que nos daban en el laboratorio de revelado.

A nivel profesional hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de almacenar y conservar los negativos.

A la hora de almacenar es importante tanto el sistema que vamos a emplear (fundas, sobres o cajas) como el material que vamos a usar (papel, cartón o plástico); para ello tendremos que tener en cuenta el soporte en el que está el negativo (vidrio, nitrato de celulosa o acetato de celulosa)

A la hora de conservar tendremos que tener en cuenta las condiciones medioambientales tales como humedad relativa, temperatura, polución y luz.

En la fotografía digital el proceso es bastante más sencillo y lo más importante se reduce a hacer copias en varios discos duros por si se rompe alguno y en etiquetar bien las imágenes para poder buscarlas en el futuro.

Conclusión

Si preguntas a los profesionales es posible que casi todo el mundo asegure que la fotografía química es mejor que digital.

Quiero romper una lanza a favor de la facilidad que los procesos digitales ha traído a la fotografía, pero creo que la magia, la emoción y las sensaciones de la fotografía química aún no las emulan los procesos digitales.

Foto de inicio Cortesía de Nadia Johanne Kabalan