Dicen las estadísticas que el 24% de los usuarios de smartphone fotografían la comida que le sirven en la mesa de un restaurante. El 19% lo comparte en facebook y el 18% realiza check-in del restaurante. Este es uno de esos comportamientos que se han convertido ya en un estereotipo de la fotografía móvil. Pero hay más.
Hipsters mostrando al mundo todos los Gin Tonics que se beben, geeks que fotografían tecnología, aspirantes a modelos que repiten las mismas poses hasta la saciedad frente al espejo de su baño, son patrones que se repiten una y otra vez en redes sociales como Instagram. Pero por si os quedaba alguna duda de que esto pudiera ser sólo un fenómeno de nuestro país, aquí tenéis el siguiente vídeo japonés que se dedica a repasar todos esos estereotipos, con cierto toque de humor. Y muestra como ciertos fenómenos pueden llegar a convertirse directamente en una parodia de sí mismos. Pero algo más curioso aún: en las redes sociales, somos tan previsibles aquí como al otro lado del mundo.
Es evidente que la red tiene un poder inmenso. Nos permite estar informados y actualizados continuamente las 24 horas al día, a una velocidad que ni siquiera podemos digerir porque está en continua producción y actualización. Los sociólogos estudian constantemente y sin llegar a una conclusión clara el nuevo tipo de relaciones que estamos construyendo a través de las redes sociales. Algunos psicólogos afirman que a través de esa falsa vida que nos fabricamos mostramos (sin ser conscientes de ello) auténticos rasgos de nuestra personalidad, lo que implica que en el fondo nos ponemos en evidencia más de lo que creemos.
Queda por tanto pendiente descifrar si estos nuevos patrones de comportamiento van más allá del simple ridículo y pueden llegar a ser perjudiciales. Si realmente hemos perdido el rumbo y con él la oportunidad de utilizar la red para algo más útil que vender una imagen de nosotros mismos. Quizás sólo sea una moda y la gente comience un dia a desengañarse de esa quimera que nos han vendido los marketing influencers. Pero me temo que eso sólo el tiempo nos lo dirá.
Foto de portada | Flickr de Alexa Clark