Era cuestión de tiempo pero todo apunta que, en breve, la organización de World Press Photo despoje al fotógrafo ganador de esta edición 2012, Paul Hansen, por manipular la fotografía ganadora. ¿Manipular? o ¿Mejorar? ¿Qué es aceptable en el ámbito de este concurso? Seamos un poco serios antes de opinar a favor o en contra del asunto. Y para reflexionar sobre el retoque en el fotoperiodismo os aportamos argumentos para este debate hace bien poco.
El asunto, estrictamente hablando, es si la fotografía ganadora de un premio de tanto prestigio como WPP, se ajustaba a las bases y cómo unos experimentados jurados no vieron que dicha fotografía se ajustaba a lo que expresaban esas bases. Pero es que además de todo esto, estos premios tienen como uno de sus objetivos mostrar la transparencia periodística a través de la Fotografía, lo cual todo este tipo de controversias no les favorece en absoluto. Pero no no es la primera vez.
Mala publicidad para la organización y el fotógrafo
Recordemos, por ejemplo, otros premios, los Pulitzer, con una categoría fotográfica muy potente, de mucho reconocimiento, y cuyo fundador en sus orígenes tuvo actitudes más que cuestionables como editor periodístico baste recordar como exponente máximo de esas actitudes, entre otras, la guerra hispano-estadounidense recordada como fruto de muchas fuentes fraudulentas, fotografías manipuladas y carentes de hechos concretos donde la ambición y egosimo de dos hombres (Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst) crearon una guerra con el solo objetivo de vender periódicos. Estas son las raíces de uno de los premios fotoperiodísticos más importantes.
En el caso de World Press Photo, el asunto es más liviano si atendemos a que, aunque un gran prestigio debería conllevar una gran responsabilidad, este asunto enturbia uno de los premios más importantes del panorama fotoperiodístico internacional y arroja la sombra de la duda sobre el mismo. Aunque, en defensa de la organización, diré que a todo el mundo alguien nos la cuela en algún momento, por muy experto que seas.
En este caso de presunta manipulación premeditada la manipulación no resulta por la organización sino por parte del concursante. Sea cual sea el resultado final de este asunto queda claro que un manto de mala publicidad se cierne para una organización que trata de defender unos valores periodísticos y fotográficos. Aún así, están a tiempo de resolver el asunto y rectificar.
La denuncia de Neal Krawetz
La foto muestra a dos de las víctimas de un ataque israelí, llevadas a su funeral por varios de sus familiares. Al parecer, el motivo, el evento en sí no es un fake puesto que hay un montón de fotografías similares que pueden encontrarse en internet que muestran a esos niños llevados en brazos por las calles de Gaza.
Según revela Neal Krawetz, analista de imagen forense, la fotografía es casi seguro una composición de tres fotografías diferentes, con varios miembros incorporados de cada una de las imágenes para su posterior fotomanipulación y así iluminar (mejor) los rostros de los personajes.
He visto variaciones de esta foto en FotoForensics desde febrero. En mi opinión, se ha alterado de manera significativa. Para el análisis, lo mejor es comenzar con la imagen de más alta calidad y lo más grande posible. FotoForensics tiene versiones que van desde 1600x1067 a 460x276. Lo primero que llama la atención es que ninguno de los tamaños son nativos de las cámaras digitales. Al mínimo, la imagen fue recortada de manera significativa y / o escalada. La mayor imagen en FotoForensics es también el único que contiene los metadatos útiles. - Neal Krawetz
El relato de Neal Kraetz resulta de mucho interés, parte de la imagen más grande y de más alta calidad proporcionada por la organización y que puede encontrarse en el prestigioso foro de análisis forense de fotografías Fotoforensics. en resumen, lo podéis leer con detalle en el enlace anterior, se demuestra analizando el bloque XMP, que la imagen procede de tres fuentes diferentes y que fue editada específicamente el 4 de enero de 2013.
En resumidas cuentas, parece según este análisis que ya conoce la organización de World Press Photo, Hansen tomó una serie de fotos y más tarde, al darse cuenta de que su foto más dramática era demasiado oscura y sombría, decidió montar varias imágenes y aplicar más brillo a las zonas de sombra algo que no permiten las bases del concurso.
Bases y ética fotoperiodística
Según el análisis de Neal Kraetz, la imagen de Hansen es una fotocomposición. No se trata de estar en contra de los fotomontajes, son parte de la historia de la Fotografía, sino de aceptar unas reglas de juego. El debate no es: retocar o no. El debate es si realizar retoques extremos es aceptable en el fotoperiodismo (y definir claramente el retoque y el ajuste aunque para ello existen algunas normas de estilo como las que aparecen al final de este artículo).
Ya en su día os dimos unas pistas sobre el tema cuando hablamos con Alfons Rodríguez y os comentamos, también, una interesante encuesta sobre ajuste y retoque que Eduardo Blanco Mendizabal, fotógrafo español especializado en naturaleza y viajes, hizo sobre este asunto y que nos contó nuestro compañero Sergio Perea.
El premio absoluto World Press Photo de este año recayó, entonces, en una presunta fotocomposición (lo cual no se permite en las bases del concurso y que parece, además, haber sido retocada en exceso, algo también limitado pero algo más subjetivo ateniéndose a las bases).
De acuerdo con el sitio del concurso, el World Press Photo organiza el concurso internacional líder en el periodismo visual. Sin embargo, las modificaciones realizadas por Hansen no se adhieren a los estándares de periodismo aceptables utilizados por Reuters, Associated Press, Getty Images, National Press Photographer's Association y otros medios de comunicación.
En Xataka Foto | ¿Ajustas o retocas? | El retoque en el fotoperiodismo: algunas opiniones
Más información | Análisis forense de Neal Krawetz | Fotoforensics
Ver 25 comentarios