Hasta ahora, nadie había inventado una criatura como esta: la nueva Sony Cyber-shot DSC-RX1 es la primera cámara compacta que incorpora un sensor de tamaño completo (35mm). Esa cámara que mucha gente pedía pero nadie se ha atrevido a lanzar hasta hoy.
Y que nadie piense que por ser la primera se tratará de un producto en pañales. Para nada: Sony ha puesto a su servicio todos los hitos tecnológicos logrados con sus últimas réflex y sus CSC, para traernos un producto nuevo, que seguro va a crear la tendencia del mercado en el futuro. Hemos estado probando esta cámara durante un tiempo, y en este artículo os relataré las conclusiones que hemos sacado.
Sony RX1: diseño y ergonomía
Una cámara compacta, de gama alta, con una focal fija, va dirigida a un tipo de usuario muy concreto. O si no es así, al menos podemos afirmar con contundencia que no es una cámara compacta para cualquiera. Como otras cámaras de corte más elitista, la Sony RX1 sigue esa estela de productos con diseños que imitan las líneas clásicas pero que esconden una potente tecnología en su interior.
La cámara no es una EVIL de objetivos intercambiables. "Sólo" incorpora una óptica de 35mm f2 de Zeiss. Ojo, entrecomillo el "sólo" porque como veremos más adelante esta óptica es inigualable. No cuenta con visor óptico de serie, lo que puede limitar las sensaciones que se esperan de una cámara así. Pero al menos es posible adquirirlo por separado, eso sí, desembolsando nada menos que 600 euros (o 450 si se prefiere un visor electrónico).
Aún sin visor, se nota la experiencia de Sony en la gama NEX, que saca mucho partido de una pantalla de tres pulgadas que se ve realmente bien en condiciones de alta luminosidad. Su tecnología WhiteMagic así lo prometía y así lo cumple. Aunque por otra parte se supone que esta tecnología reduce el consumo de la pantalla; pero sinceramente, la duración de la batería me ha parecido tirando a mediocre (alrededor de 200 disparos). Claro que es previsible si os fijáis en el tamaño tan reducido que tiene.
Tiene algunos detalles curiosos en su diseño como la inclusión de la rosca en el disparador, que nos permitirá introducir uno de esos tornillos que se usan como botón de disparador remoto. Un detalle extraño es que no incluye un parasol original: nuevamente, este accesorio hay que comprarlo aparte. Este detalle, junto con el del visor, reconozco que me molesta. Una cámara como esta no debe escatimar en extras. Incluso habrá consumidores que se puedan sentir engañados porque dos o tres accesorios imprescindibles para sacarle partido a esta cámara encarecen el producto final bastante. Una cámara como esta debería incluir ya de serie todos esos accesorios, incluyendo una funda que le haga justicia.
Calidad de imagen
La espectacular calidad de imagen de esta cámara se basa en don grandes pilares: un sensor de formato completo (24MPX, 24x36mm Captor CMOS Exmor), similar al de la Sony A99, y una óptica fija Carl Zeiss 35mm f2.
Lo que realmente tiene mérito en esta cámara es haber sabido combinar una lente como esta con un sensor de ese tamaño en tan poco espacio. Y hacerlo creando un producto altamente solvente. Aunque el tamaño de la lente es evidentemente grande en comparación con la cámara, sigue siendo un tamaño muy pequeño en su conjunto. El objetivo Zeiss (no intercambiable) consiste en 7 grupos basados en 8 lentes. De todas ellas, los ingenieros de Sony consiguieron montar una lente asférica trasera extremadamente fina, que ha podido ser acoplada a menos de dos milímetros del sensor. Esto nos hace darnos una idea de lo tremendamente complejo que es diseñar un ingenio como este.
De este modo, el preciso funcionamiento de la combinación entre este sensor y esa lente, no sólo se basa en un calidad individual de cada componente, sino también en el cuidado que ha puesto el fabricante en acomplar ambos con precisión milimétrica, labor que requiere ensamblar y ajustar manual y concienzudamente cada uno de los modelos que salen de la fábrica.
La decisión de acoplar un aro manual me ha parecido acertadísima, pues proporciona mayor ergonomía al conjunto. Un diafragma central de 9 palas, que a grandes aperturas nos proporcionará un bokeh precioso, propio de las mejores lentes. Dos características que nos harán sentir que tenemos en las manos una de las mejores cámaras del mercado.
Obviamente, para conseguir una lente tan compacta se tienen que hacer algunas concesiones. Una de ellas es la creación de un aro para pasar el sistema de enfoque de la distancia de 35 cm a la mínima de 20 cm. Esto ahorra recorrido del aro de enfoque en el autofocus, que está basado en detección por contraste (con su consecuente pérdida en la velocidad del autoenfoque). El interruptor para cambiar esta opción está en la parte delantera, de modo que nos obliga a tener claro en cada momento en qué posicion está, o de lo contrario perderemos alguna que otra foto esperando sin éxito que el autofocus haga su trabajo.
Utilizar el enfoque manual es otra buena opción gracias al focus peaking. Además, cuando seleccionamos enfoque manual y movemos el anillo de enfoque, la pantalla hace un zoom sobre la imagen para afinar al máximo. Un buen detalle.
Una pequeña pega que he encontrado es la falta de un estabilizador en la cámara o la lente. Pero esto creo que es sólo achacable al hecho de que el conjunto ya es en sí bastante compacto e incluirlo podría complicar el invento. Realmente, la lente es de 35 mm, bastante angular, de modo que la estabilización tampoco es algo vital.
La calidad óptica también se manifiesta en el vídeo. Dispone de varios modos de grabación: 1920 x 1080 a 50p y 25p (hasta 28 Mbps, nada menos), y 24p en modo NTSC. A continuación os pongo un ejemplo de un vídeo grabado con esta cámara:
Sobre el papel suena bien, vamos a probarla
Como he comentado antes, la ergonomía es un aspecto al que Sony ha prestado especial atención. Y eso se nota nada más empezar a utilizar la cámara. Dos ruedas de dial para controlar apertura y tiempo de exposición respectivamente, una tercera rueda en la parte superior para controlar la compensación de exposición y un botón especial para seleccionar el ISO. Un flash (algo raquítico) integrado y que se libera con una simple palanquita a la izquierda y una zapata para acoplar un flash externo (a costa de renunciar a utilizar el visor). En general, la colocación de los mandos está muy influenciada por la gama NEX de Sony y por eso a los usuarios de estos modelos no nos cuesta demasiado hacernos con ella.
Los menús están en la línea de otras compactas de la misma marca. Eso sí, con un listado interminable de opciones. Algunas para mi gusto, sobran. No entiendo muy bien para que necesitamos cosas como la "detección de sonrisas" en una cámara que parece haber sido concebida para trabajar en modos manuales. Para mí ésta cámara está dirigida a un usuario avanzado que no dispara en modo automático. Cuestión de opiniones.
La cámara tiene una gran apertura máxima de diafragma. Sin embargo, me he encontrado con algún problema para utilizarlo con exceso de luz. A diafragmas muy abiertos, el tiempo de exposición no se reduce más de 1/2000 y puede ser necesario tener que incorporarle un filtro ND (no incluido como opción en la cámara). Quizás es una de las razones por las que Sony ha posibilitado la opción de disparar a 50ISO.
El sensor rinde excepcionalmente, y eso se nota al trabajar a ISOS altas. Cualquiera que haya probado una Sony A99 sabrá de lo que hablo. Sencillamente espectacular su rango dinámico (14,3 EV) y su rendimiento a ISOS altos (con valores situados entre 50 y 102.400), Hasta 3200 ISO podemos utilizar la cámara sin notar un nivel de ruido demasiado molesto.
Como he dicho antes, este resultado se ha conseguido gracias a dos pilares: uno de los mejores sensores del mercado y una lente excepcional. Si observáis estas curvas MTF, veréis lo que la práctica nos ha confirmado: que el objetivo rinde perfectamente bien a máxima apertura y que no es hasta f8 o f11 cuando empieza a aparecer atisbo alguno de difracción. A partir de f11 este fenómeno empezará a aparecer en mayor medida, pero no hay problema: los ingenieros de Sony han sido previsores y han dotado a la cámara de la posibilidad de elegir ISO 50 y evitarnos muchas situaciones en las que tengamos que utilizar diafragmas tan cerrados. Yo personalmente, y dejando la teoría aparte, no he sido capaz de encontrar ninguna pega a este objetivo. Pero evidentemente, y como he indicado, es en grandes aperturas cuando pone sobre la mesa todo su potencial.
Conclusiones
A prueba de crisis, desde hace tiempo asistimos al nacimiento de ese nuevo segmento de cámaras compactas orientadas sólo a bolsillos exigentes. Seguramente para muchos españoles sea casi un insulto que hablemos de una cámara compacta que supera los 3.000 euros. Pero la crisis no afecta a todos por igual, y Sony ha debido estimar que un producto de primera calidad fabricado sin escatimar en óptica y tecnología puede venderse bien a nivel mundial. Ahí tenéis a Leica, cada vez más orientada a mercados emergentes que comienzan a demandar este tipo de productos. Como veréis a lo largo de este artículo, esta cámara defiende su precio con contundentes especificaciones técnicas. Pronto sabremos si la idea funciona en las tiendas.
No me duelen prendas en deshacerme en elogios ante esta gran cámara. Con ella, Sony revoluciona el mercado, porque abre una nueva vía: la de las cámaras compactas con sensor de tamaño completo. Estamos seguros de que no sólo es la primera sino que además no será la última. Pero también es cierto que crear una cámara tan compacta con un sensor de 35mm se torna suficientemente complejo como para que nadie hasta ahora se haya atrevido a abordarlo. Pero abierta la veda, veremos si los demás fabricantes se lanzan a competir.
Como punto más negativo, destacaría la falta de versatilidad que implica llevar obligadamente una sóla focal fija. Esta cámara podrá utilizarse para fines muy concretos, por ejemplo, la fotografía callejera. Pero antes de meteros en una inversión como esta os recomiendo tener claro que la cámara cumplirá vuestras espectativas.
Más fotos | Flickr de Xataka Foto
La cámara ha sido cedida para el análisis por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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