9 trucos básicos para conservar tu equipo fotográfico como el primer día

9 trucos básicos para conservar tu equipo fotográfico como el primer día

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9 trucos básicos para conservar tu equipo fotográfico como el primer día

Hay gente que cuida su material fotográfico y lo tiene como el primer día, pero el secreto es la constancia. Constancia en seguir o tener unos hábitos de limpieza que debes tener con respecto al material fotográfico.

Así, que si te cuesta un poco por pereza y no quieres llegar a ese punto de no retorno en que piensas que tienes la cámara con un capa de suciedad importante, echa un ojo a los siguientes consejos.



#1 Usa una buena bolsa o mochila para evitar accidentes

Obvio, sí. Pero pongo el acento en lo de "buena". Una buena bolsa o mochila es algo totalmente necesario y más cuando tu equipo va aumentando y quieres llevar algún flash, un par de objetivos y el trípode. Asegúrate de que la mochila presenta un buen acolchado, buenas cremalleras y cierres seguros en las correas. Tal vez la mochila acabe un día en el suelo pero si las sujecciones son buenas y los cierres, idem, evitaremos accidentes.

#2 Pero también puedes usar trolleys u otros sistemas de almacenamiento

Si guardáis parte de vuestro material fotográfico que utilizáis de vez en cuando, es recomendable entonces utilizar un almacenamiento más permanente del tipo maleta. Además si tenemos que mover el material de una localización a otra, será más cómodo. Incluso muchas admiten un trolley o lo llevan incorporado. Es una buena idea para proteger frente a la humedad o los golpes cuando nos desplazamos además de ayudar a tener el equipo organizado y recogido.

#3 Una bayeta de microfibra, el mejor amigo para la limpieza rápida

Disponibles en los supermercados o en las ópticas aunque prefiero las de las ópticas, tal vez por aquello de que están hechas para limpiar cristales. Puedes usar una pequeña de estas bayetas para mantener siempre a punto en cualquier bolsillo de la mochila la pantalla de la cámara, las ópticas que estés usando y en general cualquiera de los elementos de tu mochila. Eso sí, no la guardes en cualquier sitio, como el bolso del pantalón.

#4 Alcohol isopropílico la base de todos los productos para limpieza de dispositivos electrónicos.

En algunas farmacias puedes pedir este alcohol isopropílico que es la base de cualquier producto de limpieza de dispositivos ópticos y electrónicos. No solo para tu cámara o para el objetivo. Mezcla al 50% agua destilada con el alcohol. Poquita cantidad, no hace falta mucho y aplícalo sobre la superficie a limpiar usando una de las bayetas de microfibra que comentábamos.

#5 Protege la antorcha de tus flashes

Uno de los lugares más delicados en un flash suele ser la parte superior de la antorcha del flash. Si no usáis difusores podéis usar algún material un poco acolchado y envolverlo con cinta aislante negra (los flashes son negros, ¿verdad?). Unas vueltas bastarán. El caso es poner un poco de protección. Si por ejemplo, usáis softbox como yo, al poner y sacar el flash no es raro rozarlo y la cinta negra protegerá un poco.

#6 Cuando hayas acabado, guarda tu equipo en un lugar seco

En algunas zonas de costa el salitre y la humedad son dos de los peores enemigos de los fotógrafos así que si vas a guardar tu equipo en un sistema de almacenamiento tipo maleta, asegúrate de que sea hermética y proteja frente a la humedad. Lo mismo para una mochila o bolsa. Es recomendable que uses bolsitas antihumedad que puedes encontrar en cualquier supermercado.

#7 Acostúmbrate a limpiar tu equipo después de una sesión

Procura limpiar tu equipo después de una sesión. Una costumbre que me pegó un amigo hace tiempo, y cuánta razón. Si no inmediatamente, como mucho al día siguiente. Salvo en aquellos casos como, por ejemplo, después haber mojado la cámara con la lluvia, donde si no disponemos de objetivos y cuerpo sellados, es recomendable secar la cámara inmediatamente

#8 Protégete frente a los elementos.

Precisamente hablábamos de lluvia. Recuerda que hay fundas muy cómodas para poder trabajar bajo la lluvia y que, además, últimamente no suelen ser muy caras. En cuanto al frío y la condensación, os recomiendo repasar los consejos que hace poco os dábamos al respecto.

#9 Una limpieza del sensor, de vez en cuando no viene mal

Uno de los puntos que más miedo o pereza nos da a todos. Pero que hay que afrontar de vez en cuando por mucho que nuestra cámara tenga el conocido método de autolimpieza del sensor. Para más detalles echad un vistazo a estos artículos en el que os dábamos todos los detalles.

Conclusiones

Un equipo en mal estado termina dando problemas con gran seguridad. Cuidar bien nuestro equipo nos permitirá sacar el 100% siempre y además, quién sabe, si necesitamos venderlo el día de mañana tendrá más valor y dará más confianza ver un equipo u objetivo limpio en condición de seminuevo que otro igual lleno de arañazos ¿verdad?

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