Ya llevas un tiempo con tu cámara, estás muy contento con algunas de tus fotos, la gente las marca a menudo como favoritas en Flickr, y de repente un dia te hacen un comentario: “¿y por qué no haces una exposición?”. Si en algún momento te has hecho esa pregunta, aquí te damos algunos consejos para la primera vez.
Cuando preparas una exposición son muchos los detalles que hay que tener en cuenta, pero las preguntas básicas que tienes que hacerte son dos: qué vas a exponer, y dónde lo vas a exponer. Vamos a dedicar este primer artículo a la sala en el que estará la exposición. Entendiendo como “sala” cualquier espacio dispuesto a colgar tu obra en sus paredes.
La sala
Buscar un lugar donde exponer es más fácil de lo que parece. Obviamente si es tu primera exposición y no tienes un nombre hecho, lo tendrás difícil para acceder a sedes institucionales que programan exhibiciones de cierto nivel, pero hay muchas alternativas: agrupaciones fotográficas, asociaciones culturales o vecinales, incluso bares o restaurantes. Muchos de estos espacios programan regularmente exposiciones de fotografía o pintura, y posiblemente estarán encantados de tener tu obra en sus paredes.
El lugar en el que vas a exponer condiciona completamente todo el proyecto de la exposición. Por regla general, a no ser que tengas ya material preparado de concursos u otras exposiciones, debes conocer todos los detalles de la sala antes de empezar a preparar tu proyecto de exposición. El lugar puede ser tan variado como la sala de exposiciones de una casa de la cultura, una galería de arte, un bar o un restaurante, y cada uno de estos espacios tiene características muy distintas a las que deberás adaptarte para sacarles el máximo provecho. Algunos puntos que deberías tener en cuenta son los siguientes:
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Cantidad y formato. ¿Cuantas fotos “caben” en la sala? ¿A que tamaño?
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Soportes. ¿Cómo se van a colgar las fotos? ¿Una alcayata en la pared? ¿Un sistema de rieles? ¿rieles fijos o móviles? ¿Puedes colocar las fotos a diferentes alturas?
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Distribución. ¿Estarán todas las fotos en un mismo espacio o divididas en diferentes habitaciones? Si son varios espacios, deberás tenerlo en cuenta a la hora de decidir que foto vá en cada sitio. Fíjate también en donde está la entrada, y que recorrido hacen los visitantes: cual es la primera foto que ven al entrar, que secuencia van a seguir, si hay espacios como un piso superior o una habitación escondida que sería conveniente señalizar…
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Iluminación. ¿Hay una iluminación específica para la exposición o se usa la luz ambiente de la propia sala? En el primer caso, ¿es orientable o móvil, puede graduarse la intensidad? Si se usa la luz ambiente, por ejemplo en un bar, tendrás que tener un poco más de ciudado: si es muy tenue, pueden perderse pequeños detalles y matices, por lo que destacarán más las fotos con un contraste alto, muy luminosas y con una gama de tonos reducida. El color de la iluminación también puede afectar a cómo se ven las fotos: si no es luz blanca, puede ser aconsejable hacer un par de pruebas imprimiendo alguna foto y llevándola al sitio, para ver que tal queda.
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Condiciones ambientales. ¿Será un sitio con mucha humedad, o luz directa del sol? ¿Un bar donde se permite fumar, o en el que las fotos estarán a la misma altura que la gente con sus bebidas? El entorno de la sala puede determinar algunos aspectos del montaje, como el tener que usar marcos con cristal o limitar el tamaño de las imágenes. Ten en cuenta que el humo, el sol directo, o el contacto directo con las manos pueden dañar las fotografías. Por no hablar de si se derrama una copa encima. Un detalle en el que hay que fijarse: el color y textura de las paredes. Ten en cuenta que será el fondo sobre el que estarán tus fotos, y no es lo mismo una pared blanca que una oscura o pintada con colores muy brillantes.
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Materiales de apoyo. ¿Proporciona la sala materiales como los marcos, por ejemplo? Si te ofrecen los marcos, te ahorras una buena cantidad en el montaje, pero tendrás que adaptarte al número y tamaño de los mismos. Hay otros materiales que pueden ser interesantes, como un proyector o música ambiente, que te pueden ayudar a crear el entorno en el que quieres exponer.
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Fechas y horarios. ¿Que disponibilidad de fechas tiene la sala, y cuánto tiempo durará la exposición? ¿En que horario? La mayoría de las salas prepara su programación con meses de antelación, lo cual está muy bien porque una vez que reserves fechas tendrás tiempo de prepararlo todo con calma.
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Presencia. Tú como autor, ¿debes estar presente durante todo el tiempo de la exposición? ¿debe haber siempre alguna persona designada por tí, aunque no seas tú? ¿pondrán alguna persona los responsables de la sala?
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Promoción. Es importante conocer los medios de promoción que usa la sala para difundir sus actividades: boletín de noticias impreso, lista de correo electrónico, página en Facebook, publicaciones en prensa, cartelería, folletos… Con eso evitarás duplicar esfuerzos y puedes centrarte en la promoción por canales o a públicos que no cubra la publicidad habitual del lugar donde vayas a exponer.
Es muy recomendable visitar con anterioridad otras exposiciones en la misma sala. De esa manera podrás ver exactamente las posibilidades del espacio, cómo quedan las obras ya expuestas, e incluso puede darte algunas ideas para tu muestra.
Cuando tengas claros estos puntos y conozcas el lugar en el que vas a exponer, te será más fácil decidir que fotografías seleccionar, en qué formato montarlas, cómo distribuirlas, y los demás detalles accesorios, de los que hablaremos en próximos posts.
En Xataka Foto | Montando tu propia exposición
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