Inicio una serie de artículos en los que pretendo difundir cómo se podría trabajar en Linux, desde un punto de vista profesional, en el campo de la fotografía. Con ello no pretendo crear ninguna secta ni atraer adeptos a la plataforma en la que yo, personalmente, suelo trabajar, sino plantear una realidad que está ahí, y que más pronto o más tarde, deberá ser tenida en cuenta.
En cualquier disciplina, invertir en tecnología y bienes de equipo se hace indispensable para ser competitivo. La fotografía no es ajena a esta necesidad. De hecho, a menudo esta disciplina está asociada a la idea de carísimas licencias y potentes equipos que sean capaces de soportar las necesidades de procesamiento de una imagen digital de alta calidad. El fotógrafo debe emplear parte de sus recursos en tener buena tecnología a disposición de su trabajo, y la informática es una parte esencial.
¿Por qué Linux no se utiliza en fotografía profesional?
A menudo, tanto en mi contacto con otros fotógrafos como en mi asistencia a charlas o talleres fotográficos con grandes profesionales, me encuentro con gente técnicamente muy formada, pero también resistente al cambio.
Pocos fotógrafos se plantean alternativas a Photoshop, o a una plataforma Mac, o a cierta marca de monitor, porque sencillamente lo que tienen ya funciona. Sistemas que a lo largo de los años se han ido adaptando a los tiempos, incluyendo la transición de la fotografía de película al mundo digital. Transición que a veces se ha realizado a base de parches, y de algunas decisiones equivocadas, dicho sea de paso.
Pero ¿qué pasaría si empezáramos a crear todo tipo de software fotográfico empezando desde cero y quitándonos de encima algunos prejuicios?. Pues en el mundo GNU/Linux, eso está ocurriendo actualmente. El motivo: supervivencia. Porque Adobe se niega a publicar versiones de su software para Linux. Desde la comunidad de desarrolladores surgen proyectos para cubrir esas necesidades, y con ellos, nuevas ideas y software más depurado. El inconveniente de eso, es quizás la curva de aprendizaje, ya que utilizar otro software nos obliga a revisar lo que hacíamos hasta ahora.
Pero pocos fotógrafos se plantean que hay alternativas. Y mucho menos Linux como una de ellas. En general, esto se suele asociar al bajo coste y por ello esta filosofía tiene connotaciones negativas. Porque si es barato, es posible que también sea peor. Y por ello, se percibe que el software libre no tiene mucho que ver con el ámbito profesional.
Ya no se trata sólo de desconocimiento, sino que hay implantado un modelo comunicacional y cultural que nos convence de que sólo hay una serie de productos válidos. El modelo que nos incita a comprar ordenadores con una manzana porque parece que todos dicen que "son los mejores para el trabajo creativo" (¿?) o determinado software porque es el que utiliza Scott Kelby en sus libros.
Con este artículo pretendo dar algunas pinceladas sobre aquellos puntos que pueden constituir una ventaja para el mundo Linux sobre otras plataformas, sin pretender vendérselo a nadie, pero si con la esperanza de que haya gente por ahí con la suficiente curiosidad como para darle una oportunidad. Por supuesto también recalcaré sus carencias, que las hay. Y dejaremos de un lado el tema tan manido del precio, porque considero que el coste de una licencia no se asocia necesariamente al coste real de utilizar esa plataforma. Hay muchos otros factores, y además entiendo que esas diferencias de precio no son importantes para un profesional (aunque sí para un aficionado).
Pero ¿y si algún fabricante se animase a construir una estación de trabajo basada en software libre y especialmente diseñada para el trabajo fotográfico? Quizás os parezca descabellado, pero hay antecedentes en disciplinas muy semejantes. Es el caso del mundo del cine de animación o de la generación de FX por ordenador, en la que los clusters basados en Linux han resultado ser la mejor alternativa de todas las posibles. La mayoría de las grandes superproducciones que veis todos los dias en los cines, han utilizado Linux en sus efectos especiales. Y España, es uno de los grandes exportadores de este tipo de tecnología.
Una estación de trabajo Linux dirigida al trabajo profesional
Me gustaría comentar como debería ser una estación de trabajo con Linux dirigida al entorno profesional. Es similar a la que utilizo y en ella estarán basados los artículos que publicaré. Es un esquema que garantiza tres factores: seguridad, fiabilidad y eficiencia. Os describo las distintas partes:
El sistema operativo y el software fotográfico lo tenemos que alojar en un disco duro independiente (HD1). El motivo es que el sistema operativo permite aprovechar mejor la velocidad de transferencia a la hora de mover las fotografías y trabajar con ellas, sin que otros programas o el propio sistema operativo sean un "incordio".
Por seguridad, nuestro archivo fotográfico lo tendremos en dos discos (HD2 y HD3) montados en espejo (RAID1). Esto significa que lo que se escribe en uno de ellos, automáticamente es replicado en el otro. Una vez se configuran así, Linux se encarga de hacer ese trabajo sin que nos demos cuenta. Para nosotros será transparente. De este modo, no perderemos nunca nuestro archivo en el ordenador sólo por el contratiempo de que uno de los discos duros se estropee, porque nuestras fotos estarán replicadas en dos discos duros, y nuestro sistema podrá trabajar indistintamente con cualquiera de ellos.
Hay quien también monta el disco del sistema operativo en espejo con otro, y así evita que el ordenador deje de funcionar en caso de fallo de uno de los discos. En este esquema no está contemplado, pero es perfectamente posible.
Además de esos dos discos, suelo utilizar dos discos extraíbles que también alimento exactamente igual. Es un poco pesado descargar las fotos desde la tarjeta en dos discos, pero compensa. El motivo es que uno de ellos puede quedar en el estudio, para el caso de desastre, y otro os lo podéis llevar a vuestra casa por si el desastre es aún mayor (un incendio en vuestro lugar de trabajo, por ejemplo).
Rendimiento
Una vez montada la estación Linux, lo que más llama la atención es su rendimiento. No podría compararse fácilmente al de un Mac o un Windows, porque es difícil dar una medida exacta que permita comparar el rendimiento entre dos sistemas operativos. Pero la fluidez será palpable. En internet existen muchos benchmarks, con resultados muy diversos, y por qué no decirlo, a veces con ciertos intereses comerciales detrás. Pero no me equivocaré al decir que uno de los puntos fuertes de una estación Linux es el rendimiento.
Y cuando digo rendimiento, puedo asegurar que proporciona resultados especialmente positivos en aquellos aspectos que se consideran importantes en el trabajo fotográfico. Estos son:
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Velocidad de transferencia de archivos en el disco duro: la copia de ficheros al disco duro es realmente rápida.
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Optimización en el uso de procesador: para aplicar de forma eficiente los diferentes filtros en el retoque fotográfico.
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Capacidad gráfica: por razones obvias.
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Gestión de la memoria: importante para trabajar con grandes imágenes o con muchos archivos abiertos al mismo tiempo.
Hay dos factores que separan a Linux de otros sistemas operativos actuales: la compatibilidad con gran cantidad de hardware y la eficiencia con la que lo gestiona. Podéis montaros por no demasiada inversión un PC con 4 núcleos y 16Gb de RAM, e instalar un sistema operativo que le sacará el máximo partido a toda esa máquina. Y después empezar a instalar software fotográfico y contemplar la velocidad a la que mueve vuestras fotografías. A partir de aquí, os prometo que en siguientes artículos trataremos más procesado fotografico puro y duro.
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