El mundo 3D ya no es un mundo desconocido para nadie, pues dentro del cine y la fotografía han surgido muchos gadgets que han instalado esta función en ellos. El verdadero problema es que el 3D comercializado, hasta la fecha, no es el 3D como realmente se define teóricamente; ya que la profundidad de la tercera dimensión es simplemente un engaño visual.
En la empresa OMOTE 3D Shashin Kan, han querido llevar esa definición teórica, a la realidad visual. Para realizar esta "fotografía", que más bien es una escultura, usan un escanear que captura fotogramas cada vez que realiza pasadas sobre el sujeto para luego ir superponiendos y moldear la persona, esto podría ser algo muy parecido a la técnica que se suele usar en algunos videojuegos. Posteriormente a este escaneado el programa al que van procesadas estas imágenes, manda a una impresora/cortoneadora que realiza las figuras de las personas fotografiadas junto con su color, el cual queda impresionando mientras va moldeando.
No es una fotografía al uso, sino más bien una figura, pero el caso es que dicha escultura es realizada en un proceso basado en la toma de fotogramas de la realidad escaneada.
Lo que si es cierto, es que este proceso no es tan accesible como una propia fotografía de estudio, pues tener una figura en tres dimensiones de nosotros nos puede costar desde los 196€ (21.000 yenes) hasta los 392€, dependiendo del tamaño elegido. A pesar de todo, parece que en Japón está causando bastante sensación ya que la empresa ha agotado todas sus reservas previstas (es necesario reservar cita).
¿Capricho o evolución real? Lo cierto es que, aunque no sea nada barato ya está comercializándose y todo puede ser que sea el tiempo el que decida el futuro de está nueva tecnología.
Via | Pixel Análogo
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