Seguro que estos días, confinados en casa, habréis visto muchas imágenes de ciudades vacías. Pero a veces, como en este otro caso, las fotos o vídeos no son de ahora sino que habían sido captadas mucho antes de la cuarentena provocada por la pandemia del COVID-19. Es el caso del cortometraje ‘Solo’, de Olmo Blanco, y cuyo adelanto (el primer minuto más un pequeño making off) os mostramos a continuación:
Como habéis visto, en él se ven ciudades como Madrid, Nueva York, Londres, Venecia o París casi completamente vacías, como una manera de reflejar “la soledad interior, ésa que algunos sentimos cuando estamos rodeados de gente”. Eso nos cuenta su autor Olmo Blanco, que es justo esa persona que se ve cruzando las calles solitarias y que está detrás de la idea, y su realización.
Se trata, tal y como él mismo nos ha contado, de un “artista multidisclipinar. Me quiero dedicar al canto lírico y me preparo para ello, pero todo lo visual es algo que siempre me ha atraído mucho”. Empezó el proyecto en enero de 2019 “sin pensarlo demasiado. La inspiración me vino durante un viaje que hice yo solo a París, donde ya grabé algunas de las escenas”.
“El tema de la soledad, más bien la interior, cuando estás rodeado de gente y te sientes solo, es algo que siempre he querido reflejar de forma artística, ya que me he sentido así la mayor parte de mi vida”. Por ello, ya en la adolescencia, donde sufrió el vacío por parte de sus compañeros de estudio que le consideraban ‘raro’, pensó en hacer “algún proyecto sobre este tema en el futuro para inspirar a otros que se puedan sentir igual, aunque el corto es más que eso y refiere a la soledad en un concepto más amplio”.
“En París —continúa— elaboré un guión, el que declamo en la voz en off, y pensé que tenía más sentido si grababa imágenes por todo el mundo en vez de en dos ciudades. Es por ello que hice viajes expresamente para filmar, como Venecia o Londres.”
Sobre la forma de realizarlo, Olmo nos cuenta que “anteriormente, ya había ‘vaciado’ ciudades en ‘Tiempo’, mi primer vídeo-poema” con lo que tenía ya cierta experiencia. Sin embargo llama mucho la atención saber que lo ha hecho él absolutamente todo: “No me gusta tener supervisores para nada y soy muy independiente de natura, por lo que hago todo el proceso sin requerir ayuda.”
Incluso, como viajó solo a las ciudades mencionadas, dejaba la cámara sola mientras él actuaba en el encuadre. “La técnica de vaciado vino a mi mente de forma autodidacta: hago un plano fijo y espero a que cada parte del encuadre se quede vacío por al menos un instante. Después, en edición, junto todos los espacios vacíos en un único fotograma añadiendo máscaras de todo lo que sí tiene movimiento y quiero que se vea (mi persona, rótulos luminosos, pájaros etc...)”.
Claro que Olmo no se conforma con vaciar las ciudades, “también he añadido otros elementos con modelado 3D para aportar riqueza visual. Por ejemplo, los pájaros que sobrevuelan en el cielo no estaban allí en realidad; lo grabé en otro lugar superpuse todo el cielo. Asimismo, he despejado aceras buscando no solo la soledad sino también la estética, eliminando contadores, papeleras, coches aparcado o andamios de edificios....”
Si os estáis preguntando a qué hora realizaba sus grabaciones, el artista nos cuenta que elegía “los domingos al amanecer, cuando hay poca gente por la calle”. Aún así, como os podéis imaginar, ha tenido que emplear muchas horas editando: “Edito los fotogramas fijos con Photoshop, el modelado 3D con Cinema 4D, color con Da Vinci Resolve, máscaras y montaje con FCPX y sonido con Logic Pro X”.
Seguramente también os interesará saber que las imágenes fueron capturadas con una Panasonic Lumix GH5 con un objetivo Vario Elmarit 12-60 mm. Pero lo que más os llamará la atención es conocer que Olmo es totalmente autodidacta: “nunca he recibido clases de nada relacionado con el mundo AV. Creo que las cuatro claves para lograr algo son inspiración, determinación, constancia y perfeccionismo”.
Sin duda un trabajo llamativo, digno de aplauso y que no podría estar más de actualidad en los momentos actuales, pero que a Olmo se le ocurrió mucho antes de que todo lo que está ocurriendo actualmente fuera más que un guión de una película catastrofista.
Por cierto que, como habéis visto, el trabajo aún no está acabado: “Aún me queda una escena por regrabar en Madrid ya que no me convence cómo ha quedado, por lo que la repetiré en cuanto pueda salir a la calle. Estrenaré el corto entre septiembre y noviembre. De la mitad de las escenas aún no he hecho el ‘vaciado’ […] es una tarea que requiere paciencia”.
Por último, Olmo se despide con un mensaje revelador: “el propósito del corto es aportar esperanza: uno no se puede quedar al margen del camino penando eternamente. Hay que moverse. Si hay esperanza, hay que andar, explorar y encontrarla”. Gracias por compartirlo con nosotros y esperaremos ansiosos ver el vídeo completo.
Olmo Blanco | Instagram | YouTube
Foto de portada | Puerta del Sol Madrid. Todas las fotografías de Olmo Blanco reproducidas con permiso del autor para este artículo
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