A nadie escapa a estas alturas que Kodak lleva en caída libre desde hace ya algún tiempo. Tarde o temprano tenía que llegar el momento definitivo. Triste, pero que evidencia que uno de los iconos de la fotografía, una empresa que ha significado tanto a la lo largo de su dilatada historia que empezó en 1888, nada menos, no ha podido adaptarse al actual mundo digital a pesar de que fueron los pioneros, de la mano del ingeniero Steven J. Sasson.
El caso es que en un comunicado oficial, desde Kodak han hecho pública la presentación de concurso de acreedores. Es duro ver caer un gigante así, que llegó a tener más de 145.000 empleados en todo el mundo, pero que desde la llegada de la fotografía digital no ha hecho sino caer en picado. Por mucho que los entusiastas de la película fotográfica se han afanado en mantener vivo una parte tan importante de la historia, de la nostalgia, no es suficiente.
Con el rápido crecimiento de la tecnología dentro del campo de la tecnología, los gigantes como Kodak que han florecido gracias a la película fotográfica, necesitaban algo más que buenas intenciones para continuar existiendo y competir en un mercado cada vez más duro y acelerado. En Kodak no han sabido hacer una adaptación, o no han podido. Pero como bien indican en The Economist, nos podemos encontrar enfrente a su gran rival, a una empresa que sí lo ha conseguido.
Kodak y Fujifilm
La empresa japonesa Fujifilm era otra de las que han vivido épocas florecientes con los carretes de toda la vida. Llegó el digital y su futuro también se planteaba incierto. Hasta que una buena gestión para adaptarse, una radical transformación para reinventarse y ponerse en el mercado como una gran competidora. Tanto como que desde hace poco más de un año, en Fujifilm han sabido atraer las miradas con su tecnología digital.
Presentar un producto atractivo (Fujifilm X-100, X-10 y la reciente X-Pro1) no es obra de la casualidad o del acierto puntual de los ingenieros y gestores. Es una buena muestra de cómo plantearse metas, saber escuchar y conocer las necesidades del fotógrafo. En la casa japonesa recelaban de lo digital al principio, pero supieron diversificar sus líneas de negocio y han estado más preparados. Ahora su futuro es más estimulante.
Por contra, la reconversión en Kodak fue más lenta. Tanto como para que los intentos de reacción (y reanimación) no hayan llegado a tiempo ni con la contundencia necesaria. Además, tampoco la suerte les ha acompañado. El final definitivo de Kodak está cada vez más cerca. Tras casi 132 años, la película se aproxima a uno de sus finales.
Foto | Free texture – start of film roll, por Crafty Dogma
En Xataka Foto:
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