Prueba extrema de la Canon 7D

Prueba extrema de la Canon 7D
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Los chicos de Canon Field Reviews se lo han querido poner muy difícil a la Canon EOS 7D. Canon anunciaba esta réflex como una cámara para aguantarlo todo, gracias a su cuerpo sellado.

Tras esta prueba comprobamos como esto no era “sólo publicidad” por parte de Canon. Y es que, la EOS 7D aguanta las condiciones climáticas más extremas.

El fotógrafo que comenta su experiencia, Ole Jorgen Liodden, cuenta que sus trabajos fotográficos se dan en los lugares más extremos del mundo, donde las bajas temperaturas, la nieve, lluvia, arena o un poco de agua salada están a la orden del día.


En su reciente expedición a la Antártida, se lleva a la 7D y la pone frente a frente con la 5D Mark II y la 1Ds Mark III (sus cámaras habituales).

Este viaje fue muy similar al del año pasado, una expedición de 3 semanas a la Antártida. En el anterior viaje se llevó una EOS 50D, una EOS 1Ds Mark III y una Canon HF10 (cámara de vídeo de HD). La cámara de vídeo murió el primer día en Georgia del Sur, y la 50D empezó a fallar después de haberse mojado.

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Otros fotógrafos trajeron consigo una EOS 30D y una EOS 40D, las cuales también murieron en el intento. La única que sobrevivió para contarlo fue la 1Ds Mark III, el buque insignia de Canon, que siguió funcionando perfectamente después de mojarse dos veces en las gélidas aguas polares.

Es por estas experiencias tan catastróficas por las que Ole no se fiaba de que la 7D y la 5D Mark II pudieran sobrevivir a la expedición de este año.

Cuando estoy haciendo fotos, me concentro en la composición de la foto y la técnica. Mi equipo fotográfico soporta las condiciones más duras que se le puedan dar a este tipo de cámaras. Además, cuando fotografío a los animales, lo hago casi siempre tirado en el suelo y con la cámara apoyada en el suelo también. Esto no es mayor problema para una cámara en condiciones normales. Pero en la Antártida, donde el suelo está siempre mojado o cubierto de nieve, las cámaras sufren mucho. Es más, hay ocasiones en las que nieva, y la nieve es húmeda, lo que es aún peor que la lluvia.


Ole
usó la 7D siempre con la empuñadura extra que vende Canon, ya que ésta le proporcionaba un mejor agarre de la cámara. Aunque algunos fotógrafos de la 5D Mark II se han quejado de que se filtra agua por la empuñadura, parece que Canon ha aprendido del error, y la empuñadura de la 7D está perfectamente sellada. También probó la 7D en días de lluvia intensos en Noruega, y no sufrió ningún problema de filtraciones.

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La 5D también aguantó perfectamente toda la expedición, con un aliciente, y es que no la usaron con empuñadura. Aunque no la sometieron a unas pruebas tan extremas como a la 7D, la 5D superó la prueba.

Aquí es cuando observamos para qué sirven esas carcasas selladas que llevan estas cámaras réflex de gama alta a las que nosotros no les vemos uso. Realmente hay gente que necesita este tipo de cámaras.

Y no es por entrar en polémica Canon/Nikon, pero por lo visto, para la fotografía extrema en la naturaleza Canon es la marca predominante. Parece ser que las cámaras Canon son más resistentes a condiciones extremas.

Vía | Canon Field Reviews | Twitt de Kotecinho

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