Ricoh, que acaba de presentar en sociedad la nueva GRIII, ha enseñado hoy la nueva Theta Z1, una cámara con dos sensores CMOS retroiluminados que da una fotografía de 23 MP de 360º. Por sus características se convierte en el modelo estrella dentro de la gama.
Ricoh lanzó en 2013 la primera cámara 360º. Hasta entonces había que recurrir a diversos programas y técnicas para conseguir imágenes esféricas en las que el espectador pudiera elegir el punto de vista que quisiera con el programa adecuado. La nueva Z1 es la cabeza más visible de la gama Theta.
Las características de esta nueva cámara llaman la atención. Desde los dos sensores de 1" hasta la posibilidad de poder disparar en formato RAW para editar sin problemas la imagen en un programa compatible. Los fotógrafos y profesionales que se dedican al mundo de la realidad virtual, las redes sociales y el sector inmobiliario están de enhorabuena.
Principales características de la Ricoh Theta Z1
Lo más llamativo, dado su diseño, es que no tiene pantalla LCD. Solo cuenta con un pequeño monitor EL de apenas 0,93" donde podemos ver todo tipo de información habitual, desde número de fotografías que nos quedan hasta ajustes de exposición. Imaginamos que para ver el encuadre existe la posibilidad de conectarlo a un dispositivo móvil por si nos sentimos más seguros con la imagen en la pantalla del teléfono... aunque no se nos puede olvidar que estamos con una 360º.
El cuerpo pesa 182 gr. Tiene unas dimensiones de 48.3mm x 132.5mm x 29.7mm y tiene un objetivo de 14 elementos en 10 grupos con tres diafragmas: f2,1-3,5-5,6.
Para conseguir nuestro objetivo la cámara consta de los dos mencionados sensores CMOS de 1" que junto con los dos objetivos dan forma a la imagen esférica. Gracias a un nuevo algoritmo del procesador los archivos tienen mayor calidad. La sensibilidad llega en esta ocasión hasta los 6400 ISO, algo que puede parecer poco en los tiempos que corren pero más que suficiente para colocar la cámara en el trípode, el complemento ideal de esta cámara.
Por supuesto, como su antecesora, permite grabar vídeos de 360º en 4K a 30 fps y con la posibilidad de estabilizar la imagen gracias a un sistema de estabilización de 3 ejes. La batería interna permite hacer hasta 300 fotografías o 60 minutos de vídeo.
También cuenta con un micrófono de 4 canales para conseguir esa misma sensación envolvente. Y todo gracias al sistema operativo basado en Android y el procesador Qualcomm Snapdragon, que permiten actualizar rápidamente el firmware y trabajar con diversos plugins para facilitar el trabajo en un futuro.
El diseño de la cámara es tan especial que, aparte de no tener un monitor propio, incorpora una memoria interna de 19 GB (curiosa cifra) capaz de almacenar hasta 2400 fotografías en formato jpeg y 300 en formato RAW. La verdad es que es una cámara especial que estaríamos encantados de probar para conocer todas sus posibilidades.