El mundo retro se mueve entre la nueva generación de fotógrafos de manera muy curiosa. Cuando la curiosidad de experimentar surge, algunas tecnologías de antaño tienen un renacer fotográfico. En esta ocasión, parece que las cámaras desechables son el nuevo foco de atención entre nosotros los millenials y los jóvenes de la generación Z.
Como reporta el LA Times, los fotógrafos de ambas generaciones están siguiendo una tendencia que arrancó con algunas celebridades que han sido vistas capturando imágenes con cámaras desechables, como Gigi Hadid y su Kodak FunSaver o David Dobrik quien abrió un instagram dedicado a realizar fotografías en cámaras Fuji QuickSnap. Esto se replica entre los millones de seguidores de estas celebridades, quienes por curiosidad comienzan a investigar y a pedir el regreso (y el desentierro) de las viejas cámaras.
La tendencia se está moviendo principalmente entre los jóvenes de la generación Z, quienes han encontrado diversión en esta tecnología analógica. En el artículo del LA times, se ven entrevistas donde los jóvenes hablan de cómo “las imágenes se ven más auténticas” y “cómo permiten capturar lo imperfecto de una manera casi perfecta en tan solo un disparo”. Definitivamente el look de estas cámaras tiene un gran valor de enganche.
Entre los que somos generación millenial, tal vez el enganche no va tanto hacia el look, sino hacia la expectativa de la toma. Tenemos alrededor de 27 exposiciones, que tomamos de un rollo vencido y que debemos esperar a revelar. Muchos de los millennials adoptando esta tendencia de cámaras desechables deben venir de la misma camada que practica con cámaras Lomo, que experimenta con rollos vencidos y que simplemente encuentra ese amor en los límites del fílmico que el digital no puede reemplazar.
En los noventa, las cámaras eran una herramienta que no podía faltar en las familias. Sin embargo, no todo el mundo tenía la posibilidad de acceder a estas. Fue cuando compañías como Kodak y Fuji comenzaron a ofrecer un servicio de cámaras desechables. Por un precio muy bajo, los usuarios podían comprar cámaras plásticas que estaban precargadas con un rollo fotográfico. Al gastar el rollo, llevarían la cámara a un centro de revelado oficial, donde podrían comprar una cámara nueva y obtener el revelado gratis o, simplemente, pagar el revelado e irse.
En promedio, Kodak precargaría las cámaras con una película de 800 ISO para poder cubrir todo tipo de escenas. Las cámaras de Fuji eran precargadas con película ISO 400. Al ser cámaras principalmente usadas en situaciones de vacaciones o familiares, cuentan con un color más saturado, contraste alto, pero con tonos de piel muy naturales. Los rollos viejos deben generar alguna pérdida de color, pero aquellas cámaras que se han mantenido en condiciones óptimas deberían producir resultados muy fieles a lo original.
Como toda tendencia de moda, el precio de las cámaras desechables subirán. En Amazon España se pueden conseguir algunas entre lo 13 y los 20 €.
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