Conjuntamente con la nueva Canon EOS R, la primera sin espejo con sensor full frame de la casa, y los cuatro primeros objetivos del nuevo sistema, la firma nipona también ha presentado tres nuevas ópticas para cámaras DSLR y CSC. En concreto se trata de dos superteleobjetivos para cámaras DSLR con montura EF, los Canon EF 400 mm f/2,8L IS III USM y EF 600 mm f/4L IS III USM y otro de focal estándar luminoso para sin espejo con montura M, el EF-M 32 mm f/1,4 STM.
Con estos objetivos afirman abrir “nuevas fronteras en el diseño de objetivos” y establecer “una nueva marca en lo que a calidad de imagen óptica se refiere”. Y todo eso gracias a los “súper teleobjetivos profesionales más ligeros del mundo, en su categoría” (se refieren claro está al 400 y 600 mm), y a un “objetivo pionero” (refiriéndose al 32 mm), todos ello, como era de esperar, compatibles con el nuevo sistema EOS R gracias a los adaptadores.
EF 400 mm f/2,8L IS III USM y EF 600 mm f/4L IS III USM
Los dos nuevos superteleobjetivos son la renovación de ópticas ya conocidas del catálogo de Canon destinadas a los fotógrafos profesionales de deportes, naturaleza y acción. Estos objetivos se han sometido a una proceso de “adelgazamiento” (seguramente como respuesta a esta óptica de Sony) gracias a una “combinación muy avanzada de fórmulas ópticas”, para convertirse en los más ligeros de su categoría (siempre según la firma) y mejorar en usabilidad.
En concreto, por lo que se refiere al peso, el EF 400 mm f/2,8L IS III USM ha bajado de 3,850 a 2.840 gramos (poco más de un kilo), mientras que el EF 600 mm f/4L IS III USM se ha reducido en casi 900 gramos (de 3.920 a 3.050). Datos que llevan a Canon, como ya hemos comentado, a decir que son “los objetivos de 400 mm f/2,8i y 600 mm f/4i más ligeros del mundo.”
Así, este “bajo peso y diseño portátil”, más la tecnología de estabilización de cinco pasos con que ambos cuentan, les hacen aptos para disparar a pulso. Por supuesto ambos cuentan con el ya familiar acabado en color blanco de los teleobjetivos Canon Serie L pero este ahora actúa como revestimiento de aislamiento térmico, lo que garantiza que estos objetivos se puedan utilizar a todas las temperaturas. Además están sellados contra el polvo y la humedad y cuentan con el ya tradicional revestimiento de flúor.
Sus lentes de fluorita “eliminan prácticamente las aberraciones cromáticas, mejorando la resolución y el contraste […] y el Revestimiento de Estructura de Sublongitud de Onda (Subwavelength Structure Coating) reduce drásticamente el velo óptico y las luces parásitas, lo que garantiza siempre una gran calidad”. Ambos tienen también un diafragma con nueve palas, motor USM de tipo anillo para el enfoque automático, CPU de alta velocidad para un enfoque rápido y silencioso (siempre según Canon), controles de enfoque motorizados y preajustes del enfoque.
Además, para facilitar su transporte, los nuevos EF 400 mm f/2,8L y EF 600 mm f/4L IS III USM vendrán con una nueva funda pensada para para garantizar un transporte fácil y cómodo. También estarán disponibles como accesorios opcionales estuches rígidos y un nuevo parasol corto.
EF-M 32 mm f/1,4 STM
Por su parte, el Canon EF-M 32 mm f/1,4 STM parece ser una respuesta a quien se pueda preguntar si con la presentación del nuevo sistema R se iba a dejar de lado la montura M de cámaras sin espejo con sensor recortado. Así, el nuevo producto se presenta como un objetivo “de alto nivel diseñado para conseguir un detalle y claridad excepcionales de forma rápida y discreta”. Así, lo recomiendan para “captar retratos elegantes, fotografías improvisadas y composiciones de aspecto natural.”
Sea como fuere, su longitud focal es equivalente a 51 mm, lo que hace que proporcione una perspectiva y un ángulo de visión similar al de nuestra vista. Esto se combina con una interesante apertura ƒ1,4 (la mayor en una lente para una Canon mirrorless APS-C) que permite “captar imágenes de gran calidad, con un control excelente de la profundidad de campo, así como hacer fotos en condiciones de luz difíciles y realizar retratos creativos.”. Además, su diafragma con apertura circular de siete hojas promete un atractivo efecto bokeh.
En su construcción, realizada con 14 elementos en 8 grupos, se destaca la incorporación de una lente asférica de vidrio moldeada de calidad excepcional, pensada (cómo no) para ofrecer “un nivel de detalle de la imagen superior y gran calidad de borde a borde.” Además, cuenta con un revestimiento Súper Spectra que “posibilita conseguir una claridad espectacular, ya que previene los fenómenos fotográficos que arruinan muchas imágenes, tales como las luces parásitas y el velo óptico”.
Su distancia mínima de enfoque es de solo 23 cm, lo que permite acercarse mucho para captar los detalles, y cuenta con un sistema AF “silencioso y de funcionamiento suave, que permite captar las imágenes discretamente, así como grabar vídeos espectaculares.” En cuanto a sus dimenniones, el EF-M 32 mm f/1,4 STM tiene un diámetro similar al de los objetivos de la serie EF-M, pensados para ofrecer ligereza y comodidad, con un peso de tan sólo 235 gramos y unas dimensiones de 60,9 x 56,5 mm, lo que “permite llevarlo a cualquier parte para captar cada momento con toda espontaneidad.”
Precio y disponibilidad
El EF-M 32 mm f/1,4 STM se pondrá a la venta a primeros del mes de octubre con un precio recomendado de 539,99 euros. Por su parte, para los nuevos superteleobjetivos EF 400 mm f/2,8L y EF 600 mm f/4L IS III USM habrá que esperar hasta el mes de diciembre y pagar por ellos 13.219,99 y 14.239,99 euros (respectivamente).
Más información | Canon
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