A finales del ya superado año conocimos el fallo del premio W. Eugene Smith Grant 2017 de fotografía humanística. Daniel Castro García, un fotógrafo británico de origen español, fue el ganador de este prestigioso galardón por su trabajo ‘Foreigner: I Peri N’Tera’, en el que documenta la inmigración en Sicilia, uno de los principales escenarios de la crisis de los refugiados que se vive en Europa.
Nosotros hemos tenido la oportunidad de entrevistarle para conocer un poco más cómo ha recibido el premio, cómo ha sido su trayectoria (en la que ya figuran otros prestigiosos galardones), cómo es el trabajo de un fotógrafo documental y cuáles son los principales inconvenientes que encuentra para realizar su duro trabajo.
Hola Daniel, muchas gracias por atendernos y felicidades por tu premio. Por curiosidad ¿nos puedes contar cuáles son tus orígenes españoles?
Nací en Oxford y soy hijo de padres gallegos que emigraron al Reino Unido en los años setenta. Cursé estudios superiores en el University College London donde estudié Literatura Española y Latinoamericana con asignaturas en Business y viví en Londres hasta este mismo año (2017). Ahora vivo en Sicilia.
Háblanos un poco de tu trayectoria ¿Cómo empezaste? ¿Qué es lo que te llevo a convertirte en fotógrafo?
Después de graduarme trabajé casi diez años en la industria cinematográfica del Reino Unido en largometrajes, anuncios y videoclips musicales ejerciendo de Primer Asistente del Director. Cuando era adolescente me interesaba muchísimo el cine y hubo épocas en las que veía cuatro o cinco películas al día de diversos géneros. Me apasionaba el cine español y me conmovió muchísimo el trabajo de directores como Víctor Erice, Carlos Saura y otros de esa época. Me interesaba la fuerza que tenía el cine español de ese tiempo, en el cual la metáfora era una forma de expresión esencial que provocaba una concentración y estimulación del público. Creo que el cine y mis años trabajando en rodajes ha marcado mi obra fotográfica más que nada.
La pasión por la fotografía me vino más tarde. Mi compañero de piso era fotógrafo y me prestaba libros de grandes maestros como Daido Moriyama y me enganche muy rápido. Me interesa mucho el lenguaje de la fotografía y, Moriyama por ejemplo, tenía una voz y un estilo muy marcado.
Empezaste con el género de la street photo pero luego te pasaste a la fotografía documental ¿Por qué? ¿Tenías claro que querías dedicarte a ello o fue algo casual?
Poco a poco mis imágenes se centraban cada vez más en comunidades marginadas y de diversas culturas étnicas
La street photography fue mi primera pasión, pero al poco tiempo me interesaron cada vez más los retratos, aunque con la foto callejera podía combinar ambas cosas. Lo que me inquietaba un poco del proceso fue que el trabajo era muy personal y abstracto, y aunque fue una parte esencial de mi desarrollo fotográfico, cada vez más me interesaban la personas y sus vidas. Poco a poco mis imágenes se centraban cada vez más en comunidades marginadas y de diversas culturas étnicas, lo que ha resultado con el proyecto que llevo haciendo ya casi tres años. Una obra más documental.
Acabas de ganar el premio W. Eugene Smith Grant 2017 por tu proyecto ‘Foreigner: I Peri N’Tera’ pero este no es el primero que recibes ¿Qué suponen los premios para ti? ¿Tienen mucha importancia para tu carrera (más allá del dinero)?
Bueno, no siento más que agradecimiento y humildad. Los premios y apoyo que he recibido los aprecio profundamente porque me han dado la oportunidad de continuar con un proyecto que pienso que es importantísimo. Cada premio ha traído sus propias metas y ha sido verdaderamente sensacional luchar para hacer que esto siga adelante. The British Journal of Photography International Photography Award fue increíble, porque es una revista de mucho prestigio y fue un sueño poder formar parte de esa familia. Me dieron la oportunidad de exhibir por primera vez y realizarme como artista y de presentar mis ideas a un público amplio.
El Magnum Foundation Fund también fue esencial en el desarrollo de mi trabajo en Sicilia, y Magnum significa muchísimo para mí. Gracias a esa financiación pude mudarme a Sicilia, y lo que yo pensaba que sería un trabajo de tres meses se ha convertido en mi vida. Llevo ocho meses viviendo ahí y si no tuviese esas nuevas imágenes tal vez no hubiera recibido el W. Eugene Smith Grant, que es sin duda el momento más emocionante de mi carrera. La lista de ganadores previos es una verdadera locura y me conmovió muchísimo recibir este honor. El dinero es para invertir en el trabajo y nada más. Esto me permite respirar y centrarme en la historia que quiero contar.
Los premios no me motivan… No me interesa que mi nombre salga por ahí, ni convertirme en un fotógrafo famoso
Los premios no me motivan… No me interesa que mi nombre salga por ahí, ni convertirme en un fotógrafo famoso. Aprecio mucho que se respete mi trabajo porque he trabajado de una forma exagerada sin parar. Lo que me interesa de verdad es que cada premio o revista que me publica, no es que me esté publicando a mí, sino que está publicando las historias de mis colaboradores y nuestras ideas sobre un tema que ha definido la cultura mediática y sociopolítica de medio mundo durante los últimos cinco años. Esto es lo importante, dejar nuestra huella en esta narrativa y luchar por una vida mejor y más digna.
¿Cómo surgió la idea de ir a documentar los problemas de inmigración en el sur de Europa?
Me conmovían muchísimo las imágenes que venían del Mediterráneo. Las fotos de los barcos que salían del norte de África llenos de gente flotando sin rumbo en el mar me provocaban mucho malestar y preocupación. Ese trafico humano y falta de respeto a la vida de los demás.
Cuando en Abril de 2015 hubo dos naufragios en una semana y más de 750 personas se ahogaron, la prensa británica demostró una clarísima falta de comprensión y sensibilidad hacia la situación. Hubo artículos que usaron adjetivos como “cucarachas” para describir a los que iban a bordo y para mí esto era inaceptable. Aparte, las imágenes no ofrecían ningún tipo de respeto hacia las personas que se veían en esas situaciones tan extremas y no había una consideración por los individuos y sus experiencias. Para mí esto fue suficiente razón para comenzar.
¿Cuánto tiempo has estado sobre el terreno? ¿Qué destacarías sobre lo vivido en esa zona?
He visto a gente morir de frío. Niños jugando en campos llenos de basura, durmiendo en cajas de cartón sin mantas. Bebes recién nacidos en campos sin baños ni duchas…
En los últimos dos años y medio he pasado más de un año sobre el terreno. No solo he trabajado en Sicilia, sino también por la mayoría de las zonas relacionadas con las crisis de refugiados en toda Europa: Los Balcanes, las islas griegas, Alemania, Austria, Francia…
Lo que más me ha marcado es la destrucción de esa idea que tenía sobre Europa. Esa idea de un continente tolerante y avanzado se ha quedado arruinada. No existe. He visto a gente morir de frío. Niños jugando en campos llenos de basura, durmiendo en cajas de cartón sin mantas. Bebes recién nacidos en campos sin baños ni duchas… Guetos en Marsella y Sicilia que te dejan en estado de shock… En fin, un desastre.
¿Te parece el problema de la inmigración europea algo tan grave como las guerras que se libran en algunas partes del mundo?
Pues sí. Está todo relacionado de alguna manera. En el caso de la inmigración que vino por Turquía fue como resultado de lo ocurrido en Siria, Irak, Afganistán... No es tan difícil darse cuenta del porqué del movimiento de personas a otro continente. Ciudades enteras se convirtieron en cementerios y polvo.
A la vez diría que la situación vivida en Europa no tenía porqué ser un problema tan grande como se ha presentado al público. Un millón de personas llegando a un continente con una población de 500 millones no es tan exagerado. Más del 90% de refugiados que hay en el mundo están en países no desarrollados.
¿Que opinas sobre el estado actual del fotoperiodismo y el futuro a corto plazo? ¿Sabes los problemas que tienen tus colegas españoles para vivir de esta profesión? ¿Qué tal es la situación en Inglaterra? ¿Se respeta (y se paga) el trabajo de los fotógrafos?
No soy un experto en este tema porque personalmente no me considero un fotoperiodista, sino un fotógrafo que trabaja en el ámbito documental. El fotoperiodismo es un trabajo increíblemente duro y merece los más altos respetos.
Supongo que la situación en España será como en Inglaterra. Es muy difícil vivir de esto
En mi opinión, uno de los problemas de hoy en día es que la fotografía es muy accesible y por lo tanto es cada vez más fácil publicar tu trabajo online y generar narrativas que tal vez no tienen ni la profundidad o acierto necesario para informar al publico. Por lo tanto es cada vez más difícil conseguir encargos o que tus imágenes se paguen bien.
Supongo que la situación en España será como en Inglaterra. Es muy difícil vivir de esto. Yo solo puedo hablar desde mi experiencia… Invertí todo lo que tenia ahorrado en este proyecto y lo he pasado muy, pero muy mal en muchas ocasiones. Solo dos o tres revistas me han pagado por mis imágenes, por lo que he tenido que compaginar la fotografía y el cine para seguir, pero ha sido muy difícil. Pienso que requiere muchísima determinación y pasión. Como he dicho antes, lo que me ha interesado es que las imágenes y las historias que he hecho se vean, y si solo se puede publicar gratis, pues lo he tenido que hacer… Sacrificio.
¿Qué es lo más duro de la vida de un fotógrafo como tú? ¿Pasar tanto tiempo fuera de casa? ¿Las situaciones que te toca vivir?
Aparte de los aspectos económicos, hay una multitud de dificultades. Sin duda que estar fuera de casa y lejos de los tuyos es difícil pero lo que me apasiona y lo que quiero hacer no está en Londres, ni en Galicia. Vivo en Sicilia porque me apasiona mi trabajo y no quiero rendirme.
Si esta realidad no se estudia y no hay ayuda suficiente y eficaz, el futuro será muy inseguro
En un principio tuve la actitud de que no me podía dejar afectar por lo que veía ni las historias que escuchaba. Pensaba que tenía que ser duro y mantenerme firme. Tenía demasiadas metas y responsabilidad para venirme abajo. Ahora, sin embargo, es un poco diferente. La verdad es que poco a poco todo te va afectando. Ahora vivo y trabajo con doce chicos subsaharianos en una comunidad con otros 200 niños y niñas que están solos y los conozco a todos. Sé sus historias y experiencias, me enseñan videos que se envían entre ellos de torturas en Libia, me cuentan sus experiencias de violencia, violaciones, etc. Estoy con ellos y veo el impacto físico y psicológico.
Europa no se da cuenta de que el trauma es real y el trauma es como una bomba. Si esta realidad no se estudia y no hay ayuda suficiente y eficaz, el futuro será muy inseguro. Para la población africana en Sicilia hay solo una opción: El gueto. Para las mujeres es incluso más peligroso porque corren el riesgo de secuestro y de formar parte de la redes de prostitución.
Cambiando de tercio ¿Qué equipo sueles utilizar? ¿Qué es lo que llevas en tu mochila?
Trabajo principalmente con cámaras analógicas de formato medio y a veces con 35 mm. Prefiero este proceso porque es más lento y pienso mucho más antes de sacar cada imagen. No tengo nada en contra de la fotografía digital y tiene sus virtudes, pero personalmente no me llena. Las imágenes que he hecho me resultan un poco frágiles y delgadas… No me gusta manipular las imágenes y en película las fotos se reducen más a un instante preciso y concreto.
He usado de todo: Rolleiflex, Mamiya, Hasselblad… Depende de lo que tenga disponible. Ahora estoy trabajando con una Hasselblad y me gusta mucho. Solo sacas doce fotos por carrete y por lo tanto cada imagen es importante. Para vídeo uso una Canon EOS 5D que me ha dado buenos resultados.
No tengo nada en contra de la fotografía digital y tiene sus virtudes, pero personalmente no me llena
Soy muy creyente en que la cámara es lo de menos y lo que importa es el contenido. El debate analógico vs. digital no me interesa demasiado. Cada uno puede hacer como le venga mejor.
¿Eres de lo que llevas siempre tu cámara a todos lados?
Antes sí que la llevaba a todas partes pero ahora no tanto. En ese sentido he cambiado bastante. No he perdido la pasión por hacer imágenes sino que cada vez más me centro en lo que tengo que hacer. En este momento de mi vida mi trabajo se centra en la migración y tengo la necesidad de hacer imágenes que cuentan una historia en particular.
Debo añadir que mi proceso va más allá de la fotografía, y lo que me importa más que nada son las relaciones que tengo con mis colaboradores. Hay momentos en los que me gustaría tener la cámara en mano y hacer un montón de fotos pero yo estoy muy metido en la historia y la estoy viviendo junto a ellos. Sufrimos juntos y nos reímos juntos. Somos familia. Somos un equipo. A veces hay que saber estar y absorber la información de otra manera.
¿Cuáles son tus referentes? ¿A qué fotógrafos admiras?
Muchos… ¡muchísimos! Me quedaría con Tim Hetherington. Sin duda es mi héroe fotográfico. Su ética y filosofía me ha marcado más que nadie y respeto profundamente su obra. también me apasionan Eve Arnold, Cristina García Rodero, Nan Goldin, Antoine D’Agata, Edmund Clark, Moisés Saman, Gervasio Sánchez… La lista es infinita la verdad.
¿Qué le dirías a un joven fotógrafo que empieza y no sabe si especializarse en un tipo de fotografía en concreto?
Lo importante es identificar y entender la necesidad y la intención de las fotos. El porqué de las imágenes
Que sea paciente. Lo importante es disfrutar del proceso y de la vida. Poco a poco uno se da cuenta de que está generando un archivo, con un estilo propio y una voz. Cuando esto ocurre pienso que se hace más fácil saber por dónde hay que seguir. Hacer fotos es fácil, como he dicho antes, es cada vez más accesible. Lo importante es identificar y entender la necesidad y la intención de las fotos. El porqué de las imágenes.
Cuando uno puede defender su obra y comunicar las ideas con los demás ya tendrá las respuestas que necesita para continuar. La fotografía, como cualquier otra practica, es un maratón y no un sprint. Las cosas surgen y llegan cuando tienen que llegar. No se puede forzar nada. Hay que disfrutar y vivir el momento.
¿Te gustaría contar algo más a los lectores de Xataka Foto?
Nada más que dar mis gracias por esta oportunidad de contaros sobre mi trabajo. Es un privilegio poder continuar a compartir estas fotos y gracias por el apoyo.
Muchas gracias a ti, suerte con tu labor y, una vez más, felicidades por el premio.
Daniel Castro García | Página web | Instagram
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Foto de portada: "Foreigner: I Peri N'Tera. Catania, Sicilia (Italia) Agosto 2017. Ibr. contempla el mar durante una mañana en la playa". Todas las fotografías de Daniel Castro García reproducidas con permiso del autor para este artículo
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