El que sea fotógrafo de naturaleza, será consciente de que lo más gratificante de esta disciplina es que no suele ser complicado pensar en el próximo motivo a plasmar, ya que las posibilidades del mundo natural son prácticamente infinitas.
Pero también es cierto que nadie en su sano juicio negaría el hecho de que un fotógrafo de naturaleza que se precie debería, al menos una vez en su vida, aventurarse en un safari fotográfico por África, una actividad cada vez más extendida y considerada por muchos como una modalidad deportiva que sustituye la escopeta por la cámara fotográfica.
Sin embargo, para aquellos que no conocen el Continente Africano pensar en la idea de organizar un safari fotográfico puede dar un poco de vértigo, aunque sea sólo a la hora de decidir el destino adecuado, la logística o la agencia. Por ello hemos recurrido a Antonio Liébana, un fotógrafo muy veterano en estas lides, que además suele dar a menudo conferencias sobre este tema dirigidas a aquellos fotógrafos que sientan curiosidad por aventurarse a uno. Y por si no podéis asistir a su próxima charla, hemos hablado con él para que nos acerque un poco más a esta actividad.
XATAKA FOTO: Hola Antonio, bienvenido. Cuando uno piensa en la palabra “Safari” le vienen a la cabeza esos viajes organizados por agencias dedicadas a la caza muy especializadas en salvar los inconvenientes legales y de logística que se pueden plantear. Salvando la obviedad de que ir a hacer fotos es una actividad completamente distinta ¿es necesario acudir a una agencia especializada en safaris fotográficos para hacer un viaje de este tipo?
ANTONIO LIÉBANA: Safari en suahili significa viaje, aunque es normal asociarlo a las cacerías africanas. Sí, es posible hacerte un viaje por tu cuenta, incluso alquilar solo un vehículo con conductor. Los problemas son los aspectos de planificación y no hacer un tour típico; conocer los funcionamientos y licencias de los parques pueden llevarnos meses de trabajo de documentación desde casa y no siempre se dispone de ese tiempo.
Además cuando planteamos los safaris fotográficos la actividad es constante y frenética. A las 5:00 de la mañana ya estamos de pie y a las 5:45 salimos a fotografiar del campamento para volver sobre las 18:30 / 19:00 horas. Apenas hay descanso para cenar, descargar el material, tomar una ducha, cargar baterías y planificar la ruta del día siguiente con los conductores. Si vas por tu cuenta, a ésto le tendrías que sumar hacerte tu mismo la cena, montar las tiendas, estar pendiente de las entradas y salidas de los parques… y nuestra producción fotográfica se vería mermada considerablemente. Al ir de viaje por cuenta propia, a buen seguro, perderíamos muchas situaciones simplemente por el desconocimiento de la zona en la que estamos y del tiempo que perderíamos en temas logísticos.
¿El safari fotográfico implica una dedicación exclusiva a la actividad fotográfica o queda tiempo para disfrutar de otros aspectos?
Qué duda cabe que intentamos exprimir el tiempo lo más posible en un viaje de estas características y que el máximo exponente es la rica fauna africana, pero en 12-15 días de viaje tenemos tiempo para fotografiar paisajes y poblados de diferentes tribus, de hecho en Tanzania se suele dejar un día para fotografiar a tribus fuera de las zonas turísticas, como los Hazabe, Datogas o Masais. Y siempre salen momentos de manera fortuita, no programados, como alguna visita a algún mercado local o conocer la situación de algunos poblados. Sería un error quedarnos con la idea de un país solo por sus parques nacionales.
¿Nos podías describir un equipo mínimo para desenvolverse con soltura en un safari fotográfico?
La fotografía de naturaleza aquí y en África no es una cuestión de milímetros si no de metros.
La parte más importante de nuestro equipo fotográfico es el conocimiento de la zona y saber interpretar las señales que nos deja la sabana. Eso hará en más de una ocasión que ni el mejor 500 iguale la sensación de trabajar con un león a apenas 3-4 metros con nuestro 18-200 y tener unos resultados bárbaros.
La distancia de trabajo puede variar entre los 15-20 metros en ciertas situaciones, a tener especies tan cerca que la distancia mínima de enfoque nos impide hacer la foto; para los fotógrafos nunca es suficientemente cerca.
Realmente, a partir de un 200 mm, como focal más larga, ya podrías empezar a fotografiar la fauna pero si dispones de un 300 mm es ideal, de hecho gran parte de mis fotografías de safaris están hechas con un 120-300 2.8
Una configuración básica podría ser la siguiente:
-
Dos cuerpos réflex (con baterías de recambio)
-
Un angular (17-40 mm o similar)
-
Un tele medio (70-200 mm)
-
Un 300 mm o superior (o en su defecto un multiplicador en nuestro 70-200 mm)
-
Un bean bag(un saco de judías para apoyarnos en el coche)
-
Tarjetas de memoria
-
Portátil para descargar las imágenes y un disco duro para hacer una copia de seguridad
¿Cuánto tiempo debería durar como mínimo un safari fotográfico?
Todo dependerá de nuestro presupuesto pero aproximadamente entre 10 y 15 días son suficientes para disfrutar a tope de nuestra experiencia africana.
¿Nos puedes poner ejemplos de países, especies y temporadas del año preferidos por los fotógrafos para hacer uno de estos safaris?
Sería imposible hacer una lista de todos los atractivos que ofrecen los diferentes países africanos, en Kenia me quedaría con el cruce del rio Mara, en Tanzania con la enorme biomasa y las grandes posibilidades fotográficas que ofrece prácticamente todo el año, Sudáfrica es el paraíso del rinoceronte, Botsuana por el delta del Okavango en primavera, Ruanda por los gorilas, en Zimbawe las cataratas Victoria… uf no se, ¡cada país necesitaría muchos safaris!
Con el auge de la fotografía digital ¿cómo se resuelve el tema de tener una fuente de energía para recargar los dispositivos en sitios tan remotos? ¿Se ha impuesto el formato digital sobre el analógico en este tipo de fotografía?
Los vehículos suelen ir provistos de inversores de potencia que nos permiten la carga de nuestros equipos fotográficos, para mi es una prioridad y le doy mucha importancia.
Con respecto al tema digital, es algo que ya se ha impuesto hace tiempo en la fotografía de naturaleza y viajes, tanto por la inmediatez como por la cantidad de disparos que puedes hacer sin preocuparte del presupuesto que viene después, con una calidad ya incuestionable.
Una pregunta que muchos considerarán obvia, pero es necesario hacer: ¿es muy caro? ¿cuál es el coste?
Es muy habitual, y más en la situación actual que vivimos, que se mire mucho el precio y apenas 300 euros, en un viaje de 3500 euros + el vuelo (unos 800), sean los que nos hagan viajar con unos u otros operadores, pero los resultados cuando eliges un safari especifico de fotografía es la diferencia entre hacer un safari y HACER UN SAFARI. El trabajo que hay detrás; trabajar con espacio en los vehículos, para movernos y para nuestro equipo fotográfico; la dedicación, la experiencia, orientar bien a los asistentes y que un profesional se anticipe al movimiento de los animales para colocar el vehículo en una posición con buena luz, puede ser la diferencia entre unas fotos y otras, en definitiva, entre uno y otro safari.
Podemos encontrar safaris por poco más de 2000 euros en donde los fotógrafos se mezclan con turistas convencionales y, a la primera de cambio, cuando el animal empieza a tener actividad toca irse. En los auténticos safaris fotográficos eso no sucede, hemos llegado a estar más de 6 horas con un león, interactuando con la manada, y allí nadie se queja a pesar de no haber comido. La conclusión es que conviene pagar algo más y vivir la experiencia completa con gente que tenga las mismas inquietudes y de la mano de alguien que te oriente antes de salir y durante el viaje.
¿Qué especies son las más complicadas de fotografiar?
Se tiende a confundir África con un supermercado de fauna y realmente a los animales hay que buscarlos y mucho. Sucede una cosa muy curiosa, cuando viajas con asiduidad, prácticamente ves crecer los animales, recuerdo un grupo de cachorros de león que vi en el sur del Serengueti en septiembre del año pasado y este mes de febrero habían doblado su tamaño. Todos los depredadores son complicados de localizar pero si tuviera que quedarme con uno, sin duda para mi es el Leopardo, por su carácter solitario y su capacidad de mimetismo.
¿Notáis actualmente mucho la influencia negativa del hombre sobre el hábitat africano?
Actualmente la presión humana en los parques nacionales está bastante controlada, aunque es posible que encontremos superpoblación en algunos parques y en zonas muy concretas. Realmente la verdadera amenaza es la presión que ejercen las poblaciones locales cerca de ciertos parques. En los recorridos diseñados en nuestros safaris, intentamos trabajar en las zonas lo menos turísticas posibles para minimizar este impacto.
¿Algo que recomendar a quien haya leído esta entrevista y esté planteándose hacer un safari fotográfico?
Documentarse e informarse antes de la marcha elegir bien el operador y recordar que en muchas ocasiones en África, lo barato sale muy muy caro, hay que viajar con operadores con garantías, África es un continente con otro ritmo y siempre surgen imprevistos, viajar con gente que no da seguridad desde aquí puede convertir un safari soñado a una pesadilla de viaje.
Web | Antonio Liébana
Fotografías | Antonio Liébana
En Xataka Foto | Paco Nadal: La Fotografía como algo mejor que hacer en Botswana sin matar elefantes
Ver 8 comentarios