Tino Soriano

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Hace solo unos días, nos hacíamos eco del nuevo libro de uno de los grandes fotógrafos que tenemos en nuestro país, Tino Soriano.

Hoy os traemos una nueva entrega de nuestra serie de entrevistas, y en esta ocasión precisamente con él, para que nos cuente de primera mano su planteamiento frente a la fotografía y su manera de trabajar, así como comentarnos las claves sobre su nuevo libro que ya salió la semana pasada.

Tino Soriano ha recibido toda clase de galardones como los de la Unesco, Organización Mundial de la Salud, World Press Photo o FotoPress, ha publicado incansable en medios del calibre de National Geographic – con quienes trabaja desde hace años -, París Match, Viajar y muchos más, ha escrito e ilustrado libros tan geniales como Banyoles o Fotografía de Viajes, así como diversas guías de viaje, ha protagonizado tres documentales y ha expuesto en un montón de prestigiosos sitios.

Aunque podríamos seguir y estaríamos así un buen rato, ya que su trayectoria es realmente impresionante. Así que mejor, vamos con la entrevista, que espero que encontréis interesante.

Podríamos decir que has conseguido todo lo que te has propuesto en el terreno fotográfico. Cuéntanos un poco más de tus inicios para animarnos – o desanimarnos – a los que te tenemos como referente y estamos empezando.

Todo fue muy sencillo, pero se tomó su tiempo. Yo preparaba reportajes, con texto y fotos, que se me ocurría que podían ser interesantes y se los presentaba a los directores de las revistas. En el AVUI me los compraron todos. Poco a poco fui probando con nuevas publicaciones… y así hasta ahora.

Viendo tu producción fotográfica hasta la fecha, cualquiera puede ver que se te da genial casi cualquier tipo de fotografía. ¿Cómo llega uno a dominar todos esos ámbitos diferentes? ¿Crees que es mejor la versatilidad o la especialización?

Existen dos caminos: especializarse o tocar varias teclas. El primero te permite acceder a la historia por que acabas siendo un referente pero, por mi manera de ser, elegí la segunda opción. En la variedad de situaciones encuentro una forma atractiva de abordar la vida profesional. Cada encargo es un reto y paso de una materia a otra según vienen los encargos, lo que enriquece mi trabajo. Buscando un símil con la Medicina, soy un “médico de familia” más que un “especialista”.

Y personalmente, ¿qué especialidad te entusiasma más (arquitectura, retrato en primer plano, capturar el momento,…)? ¿y cuáles son los temas que más te atraen?

Adoro la espontaneidad de la “street photography”, documentar los instantes sin manipular la situación, mostrar la vida tal como es. Para lo bueno y para lo malo. Este es mi trabajo: incidir en lo que podría mejorarse y dejar constancia de lo que está bien.

Muchas veces para simplificar, hablamos de fotógrafos “de cámara de placas” y fotógrafos “de cámara de 35” o de acción. ¿Te gusta planificar las cosas, incluso controlarlas, o prefieres abrir bien los ojos y esperar a que la foto aparezca tarde o temprano?

Me dejo llevar por el ritmo de la existencia. A menudo salgo con la mente en blanco a buscar algo que sé que, tarde o temprano, llegará; pero cuando trabajo en un encargo me ocupo de estar en el lugar adecuado, dispuesto a que sea la realidad la que me sorprenda, no a explicarla como ya he previsto que debería ser.

En tus reportajes sobre personas, siempre hay una fuerte carga emocional que está capturada en cada fotografía y se transmite al espectador. ¿Provocas a las personas para que se abran y se muestren tal como son o sencillamente buscas el momento en que eso ocurre espontáneamente?

Espero, como un pescador, a que las circunstancias confluyan por sí mismas. En la espontaneidad está la base de mi fotografía que, por otra parte, es muy sencilla. Una cámara y una lente fija.

National Geographic es uno de los medios por excelencia a nivel mundial. ¿Cómo llega uno a trabajar para ellos? ¿Qué hace falta?

Quizás la virtud menos aireada del colectivo de fotógrafos que trabajamos para la Geográfica es que nos buscamos la vida bastante bien. En inglés se usa el término “smart” que se podría traducir como “espabilado”. Se trata de saber moverte por la vida, entenderla, poseer un altísimo nivel de empatía… y reflejar todo eso en tus imágenes. A viajar no te enseñan, aprendes ¿no?

Sé que podrías trabajar con cualquier tipo de equipo fotográfico, pero… ¿tienes especial devoción por la Leica o simplemente es otra herramienta más? ¿Qué nos recomiendas?

Suelo usar una cámara Leica M o una Nikon D 700 con un 35 mm o, eventualmente, un 28 mm. Claro que si, para alguna imagen en concreto, necesito otra óptica, no me corto. Pero miro de no acarrearlas en el maletín para no destrozarme las lumbares. Muchos fotógrafos padecen de fuertes dolores de espalda cuando se hacen mayores si no adoptan las precauciones necesarias.

Tienes un montón de libros publicados, como ya hemos comentado. ¿Qué nos podemos esperar encontrar en tu nuevo libro de FotoRuta?

Es un resumen de mi técnica y mi manera de entender la fotografía, con más de 250 fotos comentadas, tras 20 años de ejercer como profesional en activo.

Es un libro que pasa por la mayor parte de estilos fotográficos y que conforma en sí mismo un completísimo manual de fotografía para cualquiera que esté aprendiendo o desee ampliar sus conocimientos, pues desgrana “foto a foto” cada una de las imágenes que has incluido en él. ¿A qué público va dirigido este libro (el aficionado, el profesional, sectores,...)?

Creo que mi fotografía es “digerible” para todos los sectores. Es sencilla y apta para cualquiera que disfrute tomando imágenes. Quizás porque, en este libro, como en mi vida profesional, toco diferentes materias. De todo aprendemos. Por el precio y la calidad, es un excelente libro de regalo. Confío que tendrá un largo recorrido.

En cada capítulo tocas un tema y lo ilustras con tus fotografías, tanto de sitios remotos como de tu propio hogar. ¿Qué hay que tener presente para saber sacar buenas fotos no solo de lo exótico sino también de lo que tenemos día tras día delante de nuestras narices?

En tu entorno, con tu familia, aprendes a ser fotógrafo. Luego se trata de aplicar la técnica que has adquirido, tu estilo, en cualquier lugar del mundo. Yo no soy un fotógrafo viajero, soy un fotógrafo que viaja y busco una historia allí donde tenga lugar. Y eso puede suceder en el rellano de tu escalera o en la Gran Muralla China.

Y ya para terminar, uno se pregunta muchas veces qué hace un fotógrafo como Tino Soriano para conseguir esos “fotones”. Paco Elvira menciona en el prólogo la importancia del aprendizaje, del trabajo y esfuerzo del fotógrafo, pero sobre todo de ese don especial de los grandes. ¿En qué medida consideras importante el trabajo duro para que nuestras fotografías y reportajes den la talla o alcancemos los resultados que nosotros mismos nos propongamos al abordar un trabajo?

Es muy fácil. Todo se resume a trabajar el doble que los demás. Cuanto más fotos haces, más puedes prever lo que pasará, más recursos dispones, más situaciones te son familiares… no conozco otra fórmula. El talento surge de la práctica. Quizás hay un factor innato, una facilidad genética que influye en tu mirada, aunque, en todo caso, es un porcentaje relativamente pequeño. Sin sudor no hay buenos resultados por mucho talento o vocación que tengas.

Y hasta aquí llega la entrevista. Desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento a Tino Soriano y a JdeJ Editores, por su amabilidad y su colaboración al ofrecernos esta entrevista.

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