La Sala Canal de Santa Engracia en Madrid vuelve a apostar por la fotografía trayendo a sus instalaciones la obra de Aitor Ortiz. Como sucede en la muestra de Ballester en La Tabacalera, aquí las imágenes del autor vasco parecen haber encontrado su espacio ideal para ser expuestas.
El antiguo depósito se convierte así en el marco ideal para un repaso por lo mejor de Aitor Ortiz, donde la arquitectura es el leit motiv de su trabajo. Edificios que se nos presentan aislados, sin contexto, sin que sepamos de qué lugar se trata. Nos crea incertidumbre. Como fotógrafos nos gustaría volver a esos lugares y hacerlos nuestros.
En el vídeo que os muestro a continuación a propóstito de Muros de luz, uno de sus trabajos de más impacto visual a la vez que onírico, Aitor nos da las claves de su obra. Recomiendo su visionado antes de pasar a hablar sobre la muestra de Canal. De esta forma entenderemos su manera de proceder de primera mano, a través de sus reflexiones.
La exposición
Podemos empezar la visita desde la cuba de la última planta e ir bajando. Es el orden que suelo seguir cuando visito una exposición en este edificio y para esta muestra creo que se convierte en un sensacional punto de partida. "Verweilen" es el título que da nombre a la exposición pero también es la pieza que se muestra en esa parte del depósito.
Tumbado sobre los sofás, el espectador parece empequeñecerse con la obra. Sintiendo la intensidad de un sonido que se nos antoja industrial, sobrecogedor, poderoso, la sensación va in crescendo, queriendo llegar a un climax que parece no llegar nunca. La espera, ese verweilen que se nos propone, supone la experiencia inicial que después nos hará ir contemplando más intensamente el resto de las propuestas visuales.
Una vez escuchada la pieza sonora, es hora de ir bajando para ir deteniendo nuestra mirada en cada una de las obras. Desde Destructuras (1995) pasando por Modular (2002), Muros de Luz (2006), Amorfosis (2007), Millau (2008), Espacio Latente (2008) hasta su última serie Net (2012), lo que Aitor nos muestra es un mundo de arquitecturas haciendo que el espectador pueda participar por medio de un juego de perspectivas.
Como nos cuenta en el vídeo, no le interesa mostrar el edificio en su totalidad, no pretende darle ese protagonismo a lo representado sin que se note la mano del fotógrafo, lo que quiere es aislarlo para que quede patente la huella de él como autor. Elige qué elementos mostrar convirtiendo en algunos casos la arquitectura en escultura.
Porque también hay piezas escultóricas, volúmenes sobre la pared que han sido forrados con fotografías de arquitectura en una especie de trampantojo para el espectador. Ese engaño, por llamarlo de alguna manera, también se hace patente en la incertidumbre que despierta si las fotografías han sido manipuladas o no. En Muros de luz esa manipulación en obvia, pero en otras imágenes existe una delgada línea que nos hace dudar.
Mi consejo
Mi consejo es que os acerquéis a esta exposición con las ganas de disfrutar de una experiencia sensorial a través de sus arquitecturas. Que la contempléis en silencio, demorando vuestro tiempo en cada pieza pero sintiendo la pequeñez que provoca darse de bruces con los espacios que Aitor nos propone. En la primera planta, además, se nos enseña un documental sobre su trabajo. Imprescindible su visionado para comprenderlo.
Tenéis tiempo, hasta el 5 de mayo. No es una muestra a la que se le haya dado mucho bombo o quizá es porque no es apta para todo tipo de públicos, pero se puede disfrutar casi en soledad, lo que hace que la experiencia se torne mayor. Para los que no podáis acercaros a Madrid, os he compartido un vídeo rodado por ESEENEDEvisual que transporta de igual manera a la exposición.
Más información | Madrid.org Fotógrafo | Aitor Ortiz Vídeo | ESEENEDEvisual
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