La figura de Vivian Maier, la “fotógrafa-niñera” con una curiosa historia detrás, sigue acaparando titulares. Lo último es la afirmación de que en realidad su relación con la fotografía era mucho más profunda de lo que se piensa y nada casual. Así al menos lo asegura el libro ‘Vivian Maier Developed: The Real Story of the Photographer Nanny’, una nueva biografia sobre una de las figuras mas enigmáticas de la historia reciente de la fotografía.
Como ya sabréis, la historia de Vivian Maier es muy curiosa. Niñera de profesión y fotógrafa supuestamente casual, ya que nunca ejerció como tal, su obra se dio a conocer después de su muerte cuando se descubrió la ingente colección de negativos y fotografías de calle que había ido acumulando compulsivamente durante las cuatro décadas (especialmente en los años 50) en las que se dedicó a retratar las calles, sobre todo las de su Nueva York natal.
Tras su descubrimiento en 2007, sus fotos han acaparado muchos titulares por su calidad y el misterio que rodea su historia, llegando incluso a protagonizar el documental ‘Finding Vivian Maier’ nominado al Óscar de Hollywood. En cualquier caso, siempre se ha alabado su calidad pero se ha considerado que su obra fotográfica era fruto, por decirlo de algún modo, de la casualidad y de un talento oculto que nunca llegó a desarrollar del todo.
Sin embargo, el nuevo libro viene a desmontar esta teoría afirmando que su relación con la fotografía no tuvo nada de accidental. Para ello, su autora, Ann Marks, se habría basado en una investigación profunda sobre la vida de Maier para lo cual habría tenido acceso a la colección completa de la artista, estimada en 140.000 fotografías, además de películas caseras y notas personales. Además, la escritora ha buceado en archivos públicos y registros genealógicos y realizado entrevistas a personas que conocieron a la fotógrafa.
Basándose en todo ello, la autora dice haber logrado desentrañar los misterios que rodean la figura de Vivian Maier, comenzando por aclarar muchas de las circunstancias de su vida. Así, la extraña relación de la photographer nanny con el arte tendría su explicación en base a una personalidad especial y un estilo de vida bastante peculiar.
Todo habría comenzado con una traumática niñez en Nueva York en el seno de una familia muy humilde, con un padre alcohólico y una madre distante y un montón de hermanos (muchos de los cuales fallecieron cuando ella aún era pequeña), que la habría marcado para siempre. Al parecer, la personalidad de Maier era tremendamente enigmática, indescifrable incluso para aquellos que la conocían. Según el libro, la fotógrafa era emocionalmente distante y aunque se sentía atraída por los niños era incapaz de forjar relaciones con adultos y, con mucha probabilidad, era una “feminista temprana”.
Las razones para acumular miles de fotos, muchas de ellas sin llegar a revelar, se centrarían en un trastorno que le llevaba a acaparar objetos (quizá una variante del “síndrome de Diógenes”), algo que se convirtió en tal problema que llegó a hacer que el suelo de su apartamento se doblara bajo el peso de su colección de periódicos. Según la autora del libro, los psicólogos consultados explicarían la actitud de Mair respecto a la fotografía como una manera de desarrollar ese deseo de recolectar a través de la captura de instantáneas guardadas en rollos de película.
Sin embargo, según la investigación, Maier habría estado obsesionada por perfeccionar su técnica a partir de los años 50, década dorada de su trabajo fotográfico. Así, en poco tiempo logró dominar tanto su técnica que a menudo tomaba un solo disparo para lograr esas fotos que han sido largamente alabadas años después.
Vivian Maier dedicó años a experimentar con distintos ángulos y diferentes tipos de iluminación. Estudió libros de fotografía y trabajó como niñera eligiendo familias cuyos padres tenían interés en la fotografía u otras artes creativas.
Durante sus años de mayor producción fotográfica siempre estuvo buscando nuevos temas, llegando incluso a correr riesgos como aventurarse por la noche en las zonas controladas por las mafias del crimen para tomar fotografías de vagabundos o incluso cadáveres. Cosas que, desde luego, dibujan una relación con la fotografía nada accidental para una figura que, a buen seguro, seguirá dando de qué hablar.
Página web | Vivian Maier
Vía | The Washington Post
En Xataka Foto | 13 mujeres fotógrafas con un trabajo que nos encanta y que te invitamos a conocer
Foto de portada | Thomas Leuthard