Abū Ibn al-Haytham fue un auténtico genio. Nacido en al actual Irak, fue un precursor en una época en la que dedicarse a hacer ciencia era más una herejía que una profesión. Algunos historiadores consideran que Alhacén, que es el nombre por el que lo conocemos los occidentales, merece estar a la altura de otros grandes genios a los que la historia ha otorgado el reconocimiento que merecen, como Leonardo o Arquímedes.
Sus logros fueron extraordinarios, máxime teniendo presente que fue capaz de realizar importantes contribuciones en múltiples áreas científicas en una época, el siglo XI, en la que los cimientos de la ciencia aún no estaban bien asentados. No se le resistieron ni la física, ni las matemáticas, ni la medicina, ni la astronomía... Sin embargo, se le recuerda, sobre todo, por ser, como han confirmado numerosas fuentes históricas, el creador del método científico.
En cualquier caso, la aportación que ha traído a Alhacén hasta Xataka Foto es, cómo no, su decisiva contribución a la creación, siglos más tarde, de la forma de expresión artística que da sentido a este blog: la fotografía. En su tratado de óptica demostró propiedades de la luz hoy en día tan evidentes como son su propagación en línea recta, o el hecho de que somos capaces de ver los objetos de nuestro entorno porque la reflejan, y no debido a que nuestros globos oculares la emiten, como defendieron siglos antes Ptolomeo y otros científicos clásicos.
Además, en su tratado de óptica estudió las lentes, describió los mecanismos que explican el funcionamiento de nuestros ojos, y, lo que si cabe es más importante en el ámbito que nos ocupa, explicó el proceso de construcción de una cámara oscura, sembrando el auténtico germen que, ocho siglos más tarde, contribuyó al nacimiento de la fotografía.
El legado de Wedgwood y Niépce
A principios del siglo XIX, el artista y pedagogo inglés Thomas Wedgwood se percató de que algunas sustancias experimentaban cambios en su estructura física cuando recibían la acción directa de la luz. Sí, Wedgwood fue la primera persona a la que se le ocurrió colocar una fina película de una sustancia fotosensible, el nitrato de plata, sobre una lámina de papel o cuero blanco. Después, introdujo este soporte en el interior de la cámara oscura ideada siglos antes por Abū Ibn al-Haytham, y tomó la primera fotografía.
Dos décadas y media más tarde, el inventor francés Joseph Nicéphore Niépce perfeccionó la técnica utilizada por Wedgwood empleando una cámara oscura similar, de nuevo, a la propuesta por Alhacén, pero introdujo una mejora importante: empleó como sustancia fotosensible betún, y como sustrato una lámina de peltre. Después de muchas horas de espera, puede que incluso varios días, obtuvo la que muchos historiadores consideran la primera fotografía de larga duración tomada con una cámara de fotos primigenia.
Sería injusto defender que hoy podemos disfrutar la fotografía gracias únicamente al trabajo y la inspiración de Ibn al-Haytham, Thomas Wedgwood y Nicéphore Niépce. Muchos otros científicos y artistas también han realizado contribuciones muy estimables a esta forma de expresión, como Louis Daguerre, John Herschel o Roger Fenton. Os proponemos que ampliéis este post homenajeando en los comentarios a aquel gran personaje, sea un científico o un artista, cuya contribución más os ha impresionado. ¡Animaos!
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