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Pentax K-7, la hemos probado (I)

Pentax K-7, la hemos probado (I)
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La verdad es que no ha llovido mucho desde que os anunciamos el lanzamiento de la Pentax K-7, si no ha llovido es por la sequía, porque algo de tiempo ya ha pasado. Pero como todo llega, al final hemos podido probar la Pentax K-7 a conciencia.

Antes de comenzar quiero deciros que he intentado hacer una prueba a nivel de usuario normal, huyendo a propósito de gráficos y análisis profundos, que por otra parte no me siento capacitado para hacer, y centrándome más en el uso cotidiano. El objetivo que acompaña a la cámara y con el que se ha hecho la prueba es el SMC PENTAX-DA 1:3.5-5.6 18-55mm AL WR del kit. Vamos allá.

Primeras sensaciones y ergonomía

Lo primero que destaca al abrir la caja y sacar la cámara es una sensación de robustez general, tanto en la cámara como en el objetivo. El engomado de las partes de agarre hacen que se sujete muy bien sin riesgo de que se escurra de la mano.

Las partes móviles, tapas y botones, están perfectamente sellados y a prueba de movimientos accidentales. A veces el sellado es tan bueno que para abrir una tapa o mover una palanquita tienes que insistir un poco.

No tiene botones en la parte izquierda de la pantalla, lo cual es de agradecer para los que enfocamos con el ojo derecho y tenemos nariz grande, así evitamos hacer pulsaciones nasales involuntarias.

La correa de transporte es algo fina pero resulta agradable al tacto, o por lo menos no molesta mucho y no está tejida con esa fibra de ortigas que parecen utilizar otros fabricantes.

El tamaño de la cámara es bastante reducido, siendo esto un verdadero inconveniente para los que tenemos las manos grandes, hay momentos en los que te sobran varios dedos y no sabes que hacer con ellos. No obstante, el poco peso del conjunto y sobre todo su facilidad de agarre lo hacen más llevadero que en otros modelos de tamaño similar.

manos.jpg

Botones y pantallas

Tiene los botones justos para realizar las funciones más importantes con una sola presión sin necesidad de andar navegando por interminables menús. Además son casi todos distintos a la vista y al tacto y están situados de forma estratégica para que sea difícil pulsar alguno por error. Os enumero lo más destacable en este aspecto a mi juicio:

  • El selector de modos de programa tiene un botoncito de seguridad para evitar que sea movido por accidente.
  • Dos ruedas de selección, una en la parte delantera que controla la velocidad de obturación y otra en la parte posterior que hace lo propio con la abertura del diafragma.
  • Pulsadores independientes para ISO y enfoque.
  • En la parte delantera al lado de la montura del objetivo tiene un botón RAW, que es configurable y que sirve para pasar rápidamente de un modo a otro. Por ejemplo, si estamos disparando en JPG y queremos tomar una foto en RAW, sólo tendremos que presionar ese botón y pasará directamente a ese formato. Para regresar a JPG sólo tenemos que volver a pulsarlo o también se puede activar la función de regresar automáticamente tras tomar una foto en el modo alternativo.

Tanto la pantalla superior como la trasera muestran toda la información importante de forma clara y bien visible. Destaca el tamaño y la buena visibilidad de la pantalla trasera aun a plena luz. Quizas el único inconveniente que he apreciado es que por más que lo he intentado me ha sido imposible mantenerla limpia más de un minuto, maniático que es uno.

El visor es otro punto a favor de la K-7 ya que incorpora una visión del 100% del encuadre, lo cual se agradece mucho. Además cuenta con la visualización de toda la información necesaria dentro del mismo, incluido el utilísimo nivel digital que hará que nunca más se nos caiga el horizonte por un lado.

trasera-k7.jpg

Menús y opciones de software

La Pentax K-7 cuenta con un gran número de menús y opciones configurables. La navegación por los menús no es especialmente intuitiva, pero tampoco resulta demasiado complicada. En cuanto a las opciones que se pueden configurar en la propia cámara las que más me han gustado son: * Compensación de distorsión de lente y aberración cromática, disponible sólo para algunos objetivos. * Corrección de encuadre y horizonte. Su método de estabilizador de imagen permite corregir automáticamente hasta 1º la inclinación del horizonte para obtener encuadres más equilibrados. * Diferentes modos de imagen preestablecidos y posibilidad de hacer un reajuste fino de cada uno de sus parámetros. * Incorpora numerosos filtros digitales para fotos con un toque diferente. * Posibilidad de hacer ajustes básicos en una imagen RAW y obtener un TIFF o JPG en la propia cámara. No es como un procesado en el ordenador, pero en algunas situaciones puede ser muy útil. * Incremento del rango dinámico de la imagen, tanto en las luces como en las sombras.

Vídeo

Está claro que las cámara fotográficas no están hechas para grabar vídeo, pero a la vista de los resultados que se ven por la red de excelentes montajes realizados exclusivamente con este tipo de cámaras, no nos cabe duda de que es una opción que se ha convertido en obligatoria para los fabricantes en la actualidad.

La Pentax K-7 graba vídeo en full HD a 30 fps y nos permite configurar la apertura de forma manual. Otro punto importante en este modo es la gran ayuda prestada por el estabilizador de imagen, que hace que los vídeos grabados a mano resulten bastante aceptables en cuanto al movimiento de la imagen, evidentemente esto también depende del pulso del operador de cámara.

La calidad de imagen resultante es de muy buena calidad al no usar un sistema de compresión muy agresivo, aunque eso también provoca que los archivos sean bastante pesados.

Sigo en otro post hablando de pruebas de disparo, ráfaga, HDR, ruido... con algunas imágenes y consideraciones interesantes.

Más información | Pentax

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