Clientes. Son la peor pesadilla de muchos de nosotros, sin embargo son quienes nos dan el pan del día a día. Dependiendo del cliente y su bagaje visual, cada sesión fotográfica puede variar entre una semana de lucha consiguiendo entender qué es lo que quieren o una hermosa toma y entrega. Para disminuir las posibilidades de que el primer escenario ocurra, lo mejor es aprender a comunicarse con ellos meticulosamente. Así que vamos a recopilar algunos con de cómo crear un lenguaje común.
Propuesta de toma
Si una agencia os contrata, lo más probable es que recibiréis una presentación con los elementos que la marca quiere. Usualmente habrá alguien supervisando el día de las tomas, viendo que todo salga como ellos quieren. Sin embargo, es inevitable que algunas cosas no son lo mismo en la interpretación o adaptación de esa presentación.
Para evitar problemas el día de la sesión o del intercambio de finalizados, una práctica muy buena para la vida es hacer una propuesta de lo que se ha interpretado. Para ello suelo poner unos elementos clave en esas propuestas:
- Maqueta: Sin entrar en perfección, las propuestas las arranco con elementos que tenga en casa, iluminadas con linternas o con flashes de mano. Esto es para presentar un acercamiento al estilo final y a la intención de iluminación. Usualmente si es una toma con modelos utilizo legos, si es una toma para producto trato de utilizar objetos similares (en dimensión y forma).
Compromisos de presupuesto: Muchas veces, las presentaciones que uno recibe del cliente tienen imágenes ejemplificando lo que quieren. Algunas de ellas pueden ser fotografías famosas. Cuando veáis que el cliente os presenta ejemplos de producciones como las de Annie Leibovitz o Gregory Crewdson, es importante hacerle saber qué presupuesto es el que tienen para las fotografías. Desglosad los elementos necesarios para las tomas: modelos, utilería, decorados, maquillaje, vestuario, producto. Preguntad qué ponen ellos y que vamos a poner nosotros. Hay que llevar las producciones a la realidad y aclarar las limitaciones del presupuesto con el que se va a disparar. Ojalá en una de las cláusulas del contrato quede presentado ese listado de requerimientos y las condiciones, así os evitáis problemas de ‘culpa de’ que salen de algunos vivatos.
Tiempos: Esta es solo necesaria cuando os cuentan primero que necesitan unas fotos, pero no os dicen cuántas ni cuándo. En esos casos es importante averiguar un total de fotografías y pedir una fecha estimada de entrega. No es lo mismo que os pidan 10 fotos para entregar en un mes a 100 para entregar dentro de cinco días. En la propuesta suelo establecer un tiempo aproximado que incluye el tiempo de sesión, un promedio de fotografías que salen por sesión y un tiempo de edición y retoque. Esto también os ayuda a poder definir y presentarle al cliente si necesitaréis subcontratar a alguien para la fase de producción y/o postproducción si hay un limite de tiempo complicado.
Fotografía para "dummies"
En algunas ocasiones os encontraréis con clientes que tienen cero conocimiento de lenguaje de imagen. Para poder comunicaros con ellos de manera sencilla es muy útil crear un lenguaje común, que no va a ser el de las palabras técnicas sino el de lo simplificado. Para ello es muy útil crear guías básicas de lo que piden. La que yo uso comunmente tiene los siguientes elementos:
Más/menos iluminado: Algunos nos gusta trabajar más subexpuesto que otros, pero a veces los clientes quieren luz plana y plena. Usualmente es donde el gusto varía más, así que es lo primero que explico.
Color lavado/colorido: La saturación y la vibrancia son otros temas que suelen salir en ocasiones. Aunque usualmente los clientes nos contratan por nuestro estilo de edición, algunos prefieren hacer cambios en la saturación.
Color naranja/azul: La temperatura de color es más inusual que sea difícil de comunicarla, muchas personas pueden hablar de frío o cálido y pedir correcciones. Pero, cuando llegan casos de, la forma más fácil de explicar es si está muy naranja o muy fría la imagen. El magenta y el verde no están en mi cartilla, pero también podéis agregarlo a la vuestra.
Estilo: Algunos clientes pueden ver vuestro trabajo y decir que les encanta el estilo, pero a la hora de pedir fotografías para ellos os cambian las reglas. Si usáis un estilo más vintage os piden que sea más natural, o cuando sois más naturales os piden “como ese estilo creativo”, y ahí podéis preguntar que si más vintage o más cargado.
Recorte: Cuando nos ponemos de creativos a componer suele aparecer aquella persona que quiere todo centrado. Aunque el tema de composición tampoco es difícil explicar, esto lo uso de antemano para explicarle al cliente situaciones en las que compongo a tercios o cuando compongo centrado.